Nacido en Tenerife e hijo del exfutbolista Pablo Paz, aceptó la llamada de Scaloni. Su gol al Nápoles confirma la idea en Valdebebas: se puede quedar. “Es puro fútbol moderno”
El último mes ha sido una locura para Nico Paz (Santa Cruz de Tenerife, 2004). Es lo que pasa cuando se tiene talento. El canterano del Real Madrid ha disputado partidos para cuatro equipos en cinco competiciones. Acabó octubre jugando la Youth League bajo las órdenes de Arbeloa, anotó dos goles en varias jornadas con el Castilla de Rául, se estrenó en Primera División contra el Valencia y el Cádiz, viajó a Japón con la selección argentina sub’23 que dirige Mascherano y este miércoles por la noche fue el héroe del Madrid contra el Nápoles, marcando el primer gol de su vida en Champions y confirmando el primer puesto de los de Ancelotti en la fase de grupos.
Con 19 años cumplidos el pasado mes de septiembre, su aparición no es casualidad. «Ha llegado para quedarse», dicen en Valdebebas, donde el nombre de Paz lleva tiempo en el primer puesto de la lista de jóvenes con mayor proyección de La Fábrica. «Es puro fútbol moderno. Lo tiene todo», insisten. Y es que el joven centrocampista acumula las virtudes que el propio Ancelotti ha enumerado tantas veces para referirse a otros jugadores de su plantilla, como Fede Valverde o Camavinga. Salvando las distancias pero sin exagerar la definición, Paz tiene físico, recorrido, potencia, técnica, gol y esfuerzo. Todo requerido en este Madrid de Carletto en el que todo importa: «El fútbol moderno pide futbolistas capaces de abarcar mucho terreno y de ser buenos con la pelota», explicó.
Y en las categorías inferiores de Valdebebas, pocos cumplen ese cometido como Nico. «Muchos jugadores del primer equipo se han sorprendido al verle entrenar con los mayores. Dicen que tiene mucho talento», explican fuentes cercanas al vestuario. El tinerfeño lleva entrenando con la plantilla de Ancelotti desde hace muchos meses e incluso viajó a la gira de pretemporada por Estados Unidos. Allí se ganó un sitio en los entrenamientos, paso previo a entrar en las convocatorias, a disfrutar de algunos minutos de la basura en partido muertos y, como contra los italianos, a ser la primera solución de emergencia para situaciones complicadas. «La suerte también influye mucho», añaden en la ciudad deportiva.
Y es que Paz, uno de los mayores proyectos de la cantera, ha tenido la media hora en un partido importante que quizás les ha faltado a otros jóvenes durante los últimos años. Pero así es el Madrid. Nada se regala y la competencia es inigualable. Los Arribas, Blanco, Marvin, Chust o Gutiérrez buscan ahora en Primera los minutos que el conjunto blanco no les puede dar. Tienen talento, pero seguramente no ‘el’ talento para tirar la puerta abajo. ¿Lo tendrá Paz?
La llamada de Argentina
En Valdebebas creen que sí y por eso le renovaron hasta 2027. Sería el primer canterano en dar el salto de verdad desde la generación de los Llorente, Morata, Hakimi, Jesé o Mayoral, futbolistas que al menos estuvieron un año en la rotación del primer equipo. Quedarse más tiempo ya es otra historia. De momento, ha marcado en Champions y es el máximo goleador del Castilla, llamando la atención de la selección argentina ante la inoperancia de la RFEF.
Porque Paz, con ese acento chicharrero que tiene, es hijo de Pablo Paz, exfutbolista internacional por Argentina que jugó, entre otros, en el Tenerife. Empezó en el Atlético San Juan de la isla canaria, saltó al ‘Tete‘ y con 12 años voló a la Península para entrar en La Fábrica. Su madre es española, pero el joven terminará vistiendo la albiceleste porque Scaloni sí confió en él y le convocó antes del Mundial a una concentración con la absoluta. «Nadie le ha llamado», cuentan sobre el poco interés de la Federación. «0 convocatorias con las inferiores de España», criticó Arbeloa cuando se estaba saliendo con el juvenil. «Ahora quiere seguir los pasos de su padre».