UEFA Nations League
Entrevista
Aunque ya venía con Luis Enrique, es una de las más firmes apuestas del seleccionador. Hijo de futbolista profesional y seguidor apasionado de la F1, tiene discurso más allá del fútbol y hoy será titular de nuevo en la final ante Croacia.
Mikel Merino (Pamplona) viene en chanclas y calcetines, disculpable en tanto que futbolista que recupera poco más de 12 horas después de un partido exigente. En la ciudad deportiva del Twente los internacionales van y vienen en busca de su periodista, y a Mikel le ha tocado EL MUNDO. Amable, extremadamente educado, escapa de la imagen clásica de futbolista tenso ante una grabadora y bromea con lo que haga falta. Hijo de futbolista profesional, ‘loco’ de la Fórmula 1 (se sabe, igual que casi todos los del Mundial, el circuito de Canadá donde este domingo corre Fernando Alonso gracias al simulador que se ha instalado en casa), Merino, una de las apuestas más firmes de De la Fuente, conversa sobre todo antes de medirse esta noche a Croacia en busca de un título.
- ¿Qué rutinas tiene después de los partidos?
- Siempre me cuesta dormir mucho, porque nos tomamos cafeína y geles de hidratos antes del partido. Así que cuando llego a casa ceno todo lo que me quepa en el cuerpo, bebo muchísima agua y me suelo poner una máquina de presoterapia con las piernas en alto para intentar vaciarlas lo antes posible, y mientras hago eso, aprovecho para ver el partido repetido. Luego ya me tomo una pastilla para dormir.
- ¿Tiene que tomarse una pastilla para dormir?
- Sí, porque si no, igual me dan las cuatro o cinco de la madrugada y eso no puede ser. Me duermo tarde, pero al menos intento dormir seis o siete horas. Intentar estar sobre las dos o tres de la mañana.
- ¿Vive con su pareja? Porque le va a dejar si hace eso tras cada partido…
- Lo bueno que tengo es que tengo una pareja espectacular, que conoce muy bien mi profesión y mi pasión. De hecho ella es la primera que, si algún día me salto alguna norma, si algún día me paso, me pega una colleja y me dice: ‘oye, cuidado con esto’.
- ¿Es la misma con la que entrenaba cargándola a hombros durante la pandemia?
- Sí sí, lo del Koala y eso…
- ¿Qué recuerda de la pandemia?
- Si te digo la verdad, tengo buen recuerdo. La mayoría de las personas tienen un recuerdo agridulce, o negativo, y es obvio que fue un drama, pero siempre intento ver el lado positivo de las cosas, y fue la primera experiencia de convivir con mi pareja. Pasamos de vernos de vez en cuando a convivir 24 horas encerrados. Fue una experiencia chula. También aproveché para aprender un poco a cocinar, hacer postres, bizcochos…
- ¡Ufff! Menuda prueba de fuego para la pareja…
- Sí sí. Sabíamos que estábamos en un buen momento…
- Ya, pero les faltaba confirmarlo con un buen partido, ¿no? Habla como si estuviera en rueda de prensa.
- Sí sí, eso. Había que corroborarlo, y nunca es fácil. Sueles empezar poco a poco, juntándote dos días, un fin de semana… Pero no, esto fue a convivir directamente, y la convivencia, donde muchas parejas naufragan, pues a nosotros nos fue muy bien. Seguimos aquí, así que nos fue bien.
- ¿Cuál es su mejor plato?
- Hago un cuscús muy bueno, con verduras, pimientos y salmón. Me gusta.
“Aquí hay gente buena”
- Bueno, al fútbol. ¿Qué le queda del partido contra Italia?
- Sensación muy buena. En la élite, la victoria es muy importante, y cuando ganas una semifinal y tienes a tiro de piedra un título, la sensación es inmejorable. La gente puede estar muy contenta de cómo está funcionando este equipo.
- ¿Dónde está España hoy?
- Sin duda, estamos arriba. No sabría decir en qué escalón, pero este equipo puede competir contra cualquier selección. Hemos ganado a una Italia poderosa, y eso me reafirma en este pensamiento. Igual no somos la selección de Iniesta o Xavi, pero hay jugadores muy buenos, con mucho futuro y mucho presente.
- El jueves por la mañana había gente, no poca, que preguntaba qué jugaba y contra quién la selección. ¿Ustedes sienten ese desapego?
- Personalmente siento mucho ánimo y apego de la afición, porque lo vivo y soy jugador, claro. Puede ser entendible. La Nations es relativamente nueva, la gente está acostumbrada a un Mundial o a una Eurocopa, son dos partidos sueltos, a final de año… A la gente igual le cuesta un poquito seguir el hilo, pero sentimos un apoyo espectacular. Partidos como el de Italia ayudan.
- ¿Cómo ha visto a De la Fuente antes y después del partido?
- He tenido la suerte de convivir con él desde hace mucho tiempo, hemos seguido el mismo proceso los dos y hemos pasado muchas horas juntos. Le he visto sereno, tranquilo, pese a lo que ha sacado la prensa, él ha seguido en sus trece. No ha dudado nunca, y eso a nosotros nos ha reforzado mucho. Cuando ves que fuera hay dudas, pero ves al líder tan sereno, tan tranquilo… eso te da paz y tranquilidad.
- ¿Usted lee prensa o escucha la radio?
- Intento no escuchar nada, ni leer nada. Al final hay cosas que te llegan, cómo no, pero intento aislarme. A mi, personalmente, la opinión que más me importa es la de los míos, de mi padre, que sabe de qué va esto, y la de los que sabemos de esto: jugadores, entrenadores…
“Que dejen a los niños en paz”
- ¿Tener un padre que fue profesional ayuda o perjudica? [Su padre es Miguel Merino, jugador de Osasuna, Celta y Las Palmas en los 90].
- A mi me ha ayudado. Cuando era pequeño, no ha estado nunca encima mío. Mi madre le prohibió regalarme balones porque no quería que eso para mi fuese una presión, pero hubo un momento en el que yo iba robando los balones por la calle a otros niños, y entonces sí, entonces mi madre le dejó comprarme un balón.
- Para evitar la cárcel entonces.
- ¡Pues casi casi! Y a partir de ahí siempre ha sido una ventaja. Tengo a alguien que ha recorrido el camino que yo estoy recorriendo ahora. Él sabe sólo con mirarme cómo estoy. Después de los partidos siempre hablamos de lo individual, de lo colectivo… Esa pasión me viene de mi padre.
- ¿Qué les diría a los padres de los niños que juegan al fútbol?
- Que dejen a los niños en paz. Que les dejen tranquilos, que disfruten, que se lo pasen bien con los amigos. Mi padre tenía autoridad para decirme cosas, y en mis años de ser un niño jamás me dijo nada. Él dejaba que el entrenador mandase.
- ¿Cree que hay mucha tontería en el fútbol?
- Sin duda existe, pero es lo que se demanda. Hoy se llevan mucho este tipo de cosas. El tik-tok, el vídeo corto. Por un lado estoy seguro que a los amantes del fútbol antiguo no les hará mucha gracia, pero hay que adaptarse a lo que exige la sociedad.
- ¿Tiene redes sociales?
- Sí las tengo, pero las uso con cuidado porque estamos en un tiempo donde hay mucho odio y ganas de hacer daño. Uso Instagram porque es una red un poco menos hiriente, el contenido es más visual y tiene menos interacción. Me gusta también estar en contacto con los fans. Que me vean y sepan de mi.
“Tengo los estudios aparcados”
- ¿Cómo se vive siendo tan joven y siendo referente para los niños, en este caso de Donosti? Estoy pensando en Grealish y sus borracheras…
- Sí piensas en ello, yo tengo un modus operandi marcado por cómo soy, por lo que hago. Hay ciertos comportamientos que tengo que evitar porque soy una referencia para muchos de los que me ven. Hay que ser consciente de ello. Si puedes evitar ciertos comportamientos, mejor. Yo, en verano, también tengo mis amigos de tomar unas copas y disfrutar pero intento hacerlo en sitios donde no se me vea y no pueda verme dando un ejemplo negativo. Claro, ves a Grealish hacer todo lo que hace, y un niño inglés de 10 años puede pensar que eso está bien. ¡Que por supuesto tiene todo el derecho el chaval a celebrar la Champions, pero es verdad que estamos muy expuestos!
- ¿Qué aprendió en Alemania e Inglaterra?
- Muchísimo. Son las dos experiencias que más me han marcado para ser la persona que soy. Pasé momentos buenos, conocí gente nueva, pero hubo otros momentos malos, no estar con mis padres, aprender a hacer todo por mi cuenta… Yo era un chico muy joven y pasar momentos solo, que no estás jugando absolutamente nada, que no están tus padres para darte un consejo, para hablar un rato… Aprendí muchísimo. Igual no fueron las experiencias para poner en un cuento de príncipes y princesas, pero me ayudaron.
- El domingo jugará o verá la F1, de la que es un fanático.
- Me gustan mucho los deportes en general, y la Fórmula 1. Empecé a verlo de pequeño, con Alonso en Renault. Ahora me compré el juego, me compré un simulador. En casa por las noches, cuando mi pareja me lo permite, me bajo a echar unas carreras. Meto horas ahí, hago circuitos, los conozco, me gusta ver las carreras.
- ¿La famosa 33 está cerca?
- Cerca y lejos a la vez. Tiene un coche competitivo, pero Red Bull va en avión.
- ¿Estudia algo?
- En su día terminé Bachillerato y la Selectividad. Me llamaba la atención INEF, pero decidí poner todos los huevos en la cesta del fútbol, pensaba que si tenía que estudiar podría más adelante, pero el tren del fútbol sólo pasa una vez. El fútbol me exige mucho mentalmente, y ahora volver a casa y tener que ponerme a estudiar es un esfuerzo que no me permitiría dar el 100% donde de verdad quiero darlo, que es el fútbol. Los estudios los tengo un poco apartados.
- A todo esto, juegan contra Croacia, ¿cómo lo ve?
- Espero un partido muy duro. Tienen mucha calidad individual, veteranos con poso y compiten muy bien. Es un equipo muy duro de batir. Da igual que te pongas por delante, incluso 2-0, ellos van a seguir con su plan. Y eso son los partidos bonitos, con equipos y jugadores top, y hay que demostrar que vales para estar aquí.