En conversación con EL MUNDO desde el Caribe, el golfista analiza el equipo europeo de esta edición y habla de las veces en las que estuvo cerca de ser capitán
Miguel Ángel Jiménez verá este año la Ryder Cup desde su nueva casa en St. Regis Cap Cana en República Dominicana -“es el paraíso, espectacular”-, desde la tranquilidad de su sillón con vistas al Caribe, con una copa de buen vino y un puro. “Aquí tengo todo lo bueno que tengo en España, por eso lo llaman isla de la española”, comenta en conversación con EL MUNDO
‘El Pisha’, que tiene siete Ryder Cup a sus espaldas, cuatro como jugador y tres como vicecapitán, y es el jugador con el récord de mayor número de torneos jugados en el Circuito Europeo (721), reconoce que echará en falta a alguien este año en el equipo europeo. “Me ha costado entender como no han cogido al polaco Adrian Meronk. Ha ganado y ha quedado segundo allí en Marco Simone en los dos últimos años, yo le hubiera llevado a él”, reconoce tajante, aunque apostilla: “No te voy a decir a quien no hubiera llevado yo”.
Tras esa racha increíble de participaciones en Europa este verano en Suiza, Jiménez planeaba despedirse para siempre del DP World Tour, pero tendrá que aplazar su retirada. “No me dejan despedirme, quieren que siga compitiendo y aguantaré un poco más”, reconoce.
En una carrera tan importante solo se echa de menos una guinda: haber sido capitán de Europa en alguna Ryder Cup. “No tengo interés, el capitán debe estar jugando el circuito, es importante estar en contacto con todos. Yo voy a Europa a jugar y no conozco a nadie. La Ryder Cup es más importante que tú, uno siempre es prescindible”, afirma. Pero una pregunta destapa algunas heridas, ahora cicatrizadas:
- ¿Nunca se postuló para ser campeón?
- Si, fue en Estados Unidos en 2016 en Hazeltine y al parecer mi inglés no era suficientemente bueno, o al menos esa fue la excusa que pusieron. Fue la razón que me dieron. Yo nunca me he perdido por el mundo con mi inglés, tan malo no debe ser. Luego me propusieron serlo en la de Paris en 2018 y les escribí un email diciendo que mi inglés seguía siendo igualmente malo.
Pese al agravio inicial, sorprende que el español renunciara a tan gran honor. “En realidad yo mismo quité mi candidatura, estaba ya jugando el Champions Tour. Para mí la Ryder Cup es mucho más importante que uno mismo, no me genera ningún estrés no haber podido ser capitán. El tren pasó y se fue”. Y para que vean que no lee guarda rencor, no se moverá de su sillón caribeño en estos tres días, no faltará ni la buena compañía y ni la buena comida y bebida; si hay alguien que sabe disfrutar de la vida, ese es Miguel Ángel Jiménez.