Mesut Özil y la polémica detrás de su tatuaje de extrema derecha

Mesut Özil y la polémica detrás de su tatuaje de extrema derecha

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El turco se graba en el cuerpo un símbolo del Partido de Acción Nacionalista (MHP)

Ozil, en una imagen polémica.EM

Mesut Özil es sólo el último de una lista considerablemente larga. El ex futbolista del Real Madrid ha desatado todo un aluvión de críticas tras hacerse una fotografía en la que podía verse un tatuaje con simbología de extrema derecha. Según han señalado varios medios, el pequeño lobo que luce en el pecho es uno de los símbolos del Partido de Acción Nacionalista (MHP), una formación turca que ha tenido una fuerte influencia en el gobierno de ese país, a pesar de que, entre otras cosas, defienda la ilegalización del principal partido kurdo.

Özil, alemán de ascendencia turca, siempre se ha mostrado especialmente cercano a Erdogan. Hasta tal punto que, incluso, llegó a acudir a su boda como testigo. El ya ex jugador, quien anunció su retirada de los terrenos de juego el pasado mes de marzo a causa de sus frecuentes lesiones, no es el único futbolista que ha mostrado abiertamente sus simpatías por la extrema derecha.

Uno de los casos más claros, tal vez, sería el del italiano Paolo di Canio, quien fue captado en múltiples ocasiones realizando el saludo fascista desde el terreno de juego y cuya colaboración con Sky Sports Italia fue cortada de raíz después de que se desvelara un tatuaje en su brazo derecho en el que podía leerse la palabra Dux, en referencia al apelativo de ‘Il Duce’ con el que solían referirse a Benito Mussolini.

Gianluigi Buffon, por su parte, también se vio inmerso en una seria polémica tras decidir lucir el dorsal número 88 en su primera etapa como futbolista del Parma. Un número que los neonazis utilizan profusamente por su equivalencia con la proclama ‘Heil, Hitler’, dado que la ‘H’ es la octava letra del abecedario. El arquero, en ese entonces, se desvinculó completamente de cualquier tipo de ideología política y aseguró que había elegido ese guarismo porque, desde su punto de vista, eran «dos pares de pelotas». E, incluso, llegó a asegurar que lo cambiaría por un 77 que también le habría podido traer muchos problemas. En este caso, por machismo, dado que aseguró que el número sería un homenaje «a las piernas de las mujeres». Hace sólo unos días, además, el ministro de Interior italiano, Matteo Piantedosi, anunció la intención de prohibir asignar el dorsal 88 a futbolistas como una de las medidas para luchar contra el antisemitismo.

A nivel español, finalmente, el futbolista que habría mostrado más profusamente sus simpatías por los ideales próximos a la extrema derecha sería un Salva Ballesta que, a pesar de haberse declarado apolítico, lucía el lema ‘Arriba España’ en una de sus botas y nunca ha ocultado su admiración como aviador por el germano Hans-Ulrich Rüdel, un destacado piloto de bombarderos Stuka en la Segunda Guerra Mundial que, entre otras acciones, tuvo una participación destacada en la Batalla de Stalingrado. El ex delantero, además, no se mordió la lengua a la hora de expresar su opinión sobre el ex azulgrana Oleguer Presas, siempre próximo a los postulados independentistas y de extrema izquierda, a quien calificó con una frase muy contundente a través de las ondas radiofónicas: «Le tengo más respeto a una caca de perro».

kpd