Marcel Granollers y su número uno del mundo en dobles: “De niño no soñaba con esto”

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De entrenamiento en entrenamiento un número uno del mundo español camino estos días entre las pistas de Roland Garros y pocos, apenas dos o tres aficionados, le paran para pedirle una foto. Muchos más le animaban, «¡Allez, allez!», pero es posible que algunos no sepan el título que ostenta actualmente. «Claro que sé quién es, es Marcel Granollers, un tenista muy educado», contesta uno de esos seguidores cuando el periodista le cuestiona si sabe quién es. Y en efecto, es Marcel Granollers, un tenista muy educado, pero también es el actual dominador del ranking ATP de dobles junto a su compañero, el argentino Horacio Zeballos.

De 38 años, después de toda una vida jugando en individuales, de ganar un torneo ATP 500 y tres ATP 250 y de alcanzar el número 19 de la lista mundial, en la pandemia decidió ya jugar solo en pareja y le va muy bien: este año han celebrado en el Masters 1000 de Roma y han sido finalistas del Masters 1000 de Indian Wells. Este miércoles debuta en Roland Garros, pero lo hará en una pista exterior, lejos de la Philippe Chatrier donde Carlos Alcaraz disputará la segunda ronda ante el holandés Jesper de Jong, un rival procedente del torneo clasificatorio (14.00 horas, Eurosport).

En atención y expectación el dobles parece el hermano pequeño del tenis. ¿Cómo lo vive?
Lo entiendo perfectamente. Lo que más satisfacción me ha dado ha sido mi carrera individual. No cambio ninguno de los títulos que logré solo por lo que he conseguido en dobles. Cuando era pequeño no soñaba con ser número uno en dobles, la verdad. Estar en esta posición es una satisfacción muy grande, es la recompensa a mucho trabajo, me siento realizado. Pero no era mi sueño, es una manera de alargar mi carrera.
¿Qué es más difícil: jugar solo o coordinarse con otro tenista?
Jugar solo, sin lugar a dudas. Ahora cuando voy a ver partidos de individuales siento una gran admiración por los tenistas, por todos, de verdad. Es muy duro estar solo en la pista y enfrentarte a todo. En el dobles, si hay buena compenetración, te sientes acompañado, apoyado, reforzado.
El dobles, además, reparte excelentes premios. Ya ha sumado más -7 millones de dólares- que en su carrera individual -6,7 millones-.
Es cierto, pero también hay menos plazas en los torneos. Un tenista en el número 80 del ranking individual se gana muy, muy bien la vida. Un tenista en el número 80 del ranking de dobles sólo cubre gastos. A mi me está compensando, está claro, porque en los grandes torneos hay muy buenos premios.

Nadal y su camino hacia el dobles

De Barcelona y criado en el Real Club de Tenis Barcelona, es decir, asiduo al Trofeo Conde de Godó con sus padres, Granollers formó parte de la generación de tenistas españoles que creció a la sombra de Rafa Nadal. De hecho, ambos solían entrenar juntos de pequeños en las instalaciones de Sarrià y fueron pareja de dobles en infantiles y cadetes hasta ganar la Davis junior de 2002. Especialista en la red, si hubiera sido británico quizá toda su vida se hubiera dedicado al dobles, pero como español, sin tradición en la especialidad, lo intentó en individuales hasta una excelente racha entre 2011 y 2013, donde se proclamó campeón en Gstaad, Valencia y Kitzbuhel. Llegó entonces al Top 20 de la ATP.

Pero aparecieron dolores y dudas, numerosas dudas, y a partir de 2014 ya no volvió a una final él solo. En 2017, cuando dejó de ser uno de los 100 mejores tenistas del mundo ya amagó con la retirada, pero no abandonó hasta 2020. Le rescató entonces el dobles que le había dado gloria en las Copa Davis de 2008, 2011 y 2019, aunque suele puntualizar que «en 2008 fui reserva y en 2011 y 2019 sólo jugué los cuartos de final».

¿Le costó renunciar a jugar solo después de tantos años?
Sí, sí, no fue fácil. Pero pasé por años complicados, no encontraba la ilusión de nuevo, y vi en el dobles una manera de seguir. Además, ya había compaginado ambos circuitos y con Horacio hubo conexión desde el primer torneo. Ahora somos los número uno del ranking, pero ya había tenido otras rachas a un nivel parecido.
¿Cómo empezó a jugar con Zeballos?
De casualidad. Yo había jugado muchos años con Marc [López, ahora parte del equipo técnico de Rafa Nadal], había cambiado varias veces de compañero y en el verano de 2019 Horacio me llamó porque su pareja se había lesionado durante la gira americana. Antes casi no nos conocíamos, sólo habíamos coincidido en el circuito, nos saludábamos y ya está. Pero empezamos a jugar juntos y todo fluyó. De hecho nos llevamos el primer torneo, el Masters 1000 de Montreal.
¿Ha jugado cinco finales de Grand Slam, dos con López y tres con Zeballos, y aún no ha levantado ningún grande. ¿Le preocupa?
No, no. No he podido conseguir un Grand Slam, pero no me obsesiona. Ojalá lo pueda hacer aquí o el mes que viene en Wimbledon. Estoy orgulloso de haber jugado cinco finales de Grand Slam, para mí es lo más importante.
Este verano, en los Juegos Olímpicos, parece que Rafa Nadal hará pareja con Carlos Alcaraz. Queda una plaza para otra pareja española. ¿Con quién le gustaría jugar?
Me gustaría jugar los Juegos, sea con quien sea. Rafa y Carlos van a jugar juntos y, en la otra pareja, veremos qué pasa con los restantes, qué opina el capitán [David Ferrer]. Después de Roland Garros se acabará de concretar. Creo que mi experiencia en dobles podría servir porque los Juegos Olímpicos son raros. Hay pocas parejas del mismo país en el circuito o, por lo tanto, no hay muchos especialistas. Vaya que vaya, España tendrá opciones, seguro.

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