Eurocopa 2024
ENTREVISTA
El seleccionador expone su lado más personal en una conversación sincera con EL MUNDO. La parte menos conocida de un hombre profundamente religioso y al que el gran éxito le ha llegado a la edad en la que muchos ya piensan en qué harán cuando se jubilen
Espera a los periodistas en la puerta del edificio donde trabaja. Impecable, Luis de la Fuente (Haro, La Rioja, 62 años), estrecha la mano con franqueza y afronta la entrevista con la calma que otorga la clasificación para la Eurocopa y la formación de un bloque reconocible en poco tiempo, algo lejanos ya los ecos de sus polémicos aplausos a Rubiales el 25 de agosto. Saluda a las chicas de la recepción de la residencia de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y estrecha la mano de Santiago, el camarero del bar.
Para saber más
No parece preocupado por el hecho de que el jueves debe ir a declarar como testigo a la Audiencia Nacional, quizá porque, al igual que otros empleados de la Federación, no tuvo nada que ver en todo lo relacionado con Jenni Hermoso. Un café, un agua y nada para el seleccionador, que se sienta en una butaca no muy cómoda.
- ¿Cómo está? Clasificado para la Eurocopa, casi sin críticas…
- Estoy feliz, y estoy tranquilo. Siempre he estado tranquilo, y ahora estoy satisfecho, feliz, contento de haber conseguido los objetivos de una manera sobresaliente, algo que refuerza el planteamiento que teníamos en marzo cuando empezamos. Me siento reforzado.
- ¿Qué adjetivo le pondría a estos 11 meses en el cargo?
- Apasionante. Mi trabajo es pasión. Soy un privilegiado por convertir mi pasión en mi trabajo durante más de 40 años. No me ha sorprendido nada. Bueno sí, la repercusión mediática de todo lo que hago.
- ¿Qué ha sido lo más difícil?
- Entender que hay situaciones que crees que las tienes controladas y que ves que, por ese seguimiento mediático, no es así. Quizá manejar esa nueva situación, ver que cualquier cosa que hagas tiene mucha repercusión, ha sido lo más difícil.
- ¿Cuándo se dio cuenta de eso?
- Casi inmediatamente. En la rueda de prensa de presentación, los días posteriores ya fueron diferentes… Hasta ese momento yo leía y veía todo, era consciente de todo lo que se decía de mí, pero me di cuenta de que es muy difícil vivir estando tan informado de todo lo que dicen de ti. Así que dije: ‘es mejor vivir un poco en la ignorancia’.
- ¿Es casi la única opción para no volverse loco?
- Diría que sí. El que diga que es impermeable a los comentarios, miente. Todos tenemos nuestro corazoncito y es imposible. Para tomar decisiones de manera más independiente, es imprescindible aislarte un poco.
- ¿Cómo cree que le ve la gente?
- No sé si me ven así, pero yo pretendo que me vean como una persona normal, accesible, cercana. Que soy consciente de la gran importancia de mi trabajo, pero cercana.
- ¿Le preocupa lo que la gente piense de usted?
- No, no me preocupa. La gran mayoría de las personas que me conocen tienen una buena impresión. Soy una persona que hago lo que digo, y que he cumplido con naturalidad. Tampoco puedes controlar lo que piensen de ti. Intento causar buena impresión, pero luego a unos les caeré bien y a otros menos bien.
- ¿Qué aprendió de todo lo que le pasó en el ‘caso Rubiales’?
- Aprendí algo muy importante: que todos nos podemos equivocar, que hay que ser humilde para aceptar los errores y reconocerlos, y hay que ser generoso para perdonar.
- ¿Temió que aquellos aplausos al ex presidente le afectaran en su cargo?
- No pensaba en eso. Sólo pensaba en tener la conciencia tranquila, en hacer lo que tenía que hacer. Las consecuencias no me preocupaban. Me preocupaba estar satisfecho conmigo mismo y una vez que reflexioné y entendí lo que tenía que hacer, lo hice: me había equivocado y pedí disculpas, pedí perdón.
- ¿Qué piensa cuando ve que la selección femenina pide más apoyo de la masculina?
- Realmente apoyamos muchísimo, en público y en privado. Siempre se puede mejorar, pero ayudamos mucho y todo lo que esté en nuestras manos lo haremos. Nadie se guarda ningún apoyo al fútbol femenino ni a cualquier estamento de la Federación.
- A Del Bosque no le termina de gustar que antenpongan lo buena persona que es a sus méritos profesionales. ¿A usted le ocurre algo similar?
- No, no, para nada. Es que par mí ser buena persona es imprescindible, es un valor añadido. A mi dame buenas personas, ante todo, y luego buenos profesionales.
- ¿Pero prefiere que la gente diga: ‘es buena persona, aunque mal entrenador’?
- En lo profesional los resultados te ponen en tu sitio. La valoración profesional es subjetiva. Pero lo que creo que es más importante es que te digan que eres buena persona. Se vive mejor haciendo el bien que haciendo el mal, el mal no descansa.
- Ha construido en ocho partidos un bloque reconocible. No es fácil.
- Conocemos muy bien la materia prima, los jugadores, y el espacio donde te mueves. Ser seleccionador es ser un especialista. En estos once años que llevo en la casa he aprendido a ser seleccionador, que no es lo mismo que ser entrenador de club. Cuando me nombraron, conocía el presente y el futuro del fútbol español como pocos, gracias a mi trabajo. Eso ayuda.
- Hay una sensación general de que la generación de jugadores españoles hoy son peores que los que lo ganaron todo. ¿Eso es así?
- Las valoraciones hay que hacerlas a posteriori. En 2007 nadie pensaba que íbamos a ser campeones en 2008. La valoración de esta generación habrá que hacerla a lo largo del tiempo. Pero soy muy optimista porque les conozco bien, vienen de ganar todo en categorías inferiores y normalmente eso augura un buen futuro. Individualmente tenemos futbolistas de gran calidad. Si somos capaces de formar un equipo, tenemos todos los argumentos para pelear por algo importante. Ganar es muy difícil, pero sí estar en disposición de ganar.
- Deme una razón para creer en Dios.
- Es que si no, no tendría sentido la vida. Es algo que hay que vivir, te lo tienen que haber explicado. Yo soy religioso porque he decidido serlo. Vengo de una familia religiosa, pero durante mi vida, he tenido muchas dudas y he estado alejado de la religión. Pero en un momento de mi vida, decidí acercarme de nuevo y apoyarme en Dios para todo lo que hago. Hay no una, sino mil razones para creer en Dios. Sin Dios, nada en la vida tiene sentido.
Apoyamos muchísimo a la selección femenina. En público y en privado
- Seremos populistas, o no. Si existe Dios, ¿por qué permite tragedias como la que vemos estos días en Gaza o en tantos otros sitios?
- La vida tiene esas cosas. Dios no es responsable de eso, somos los hombres los que somos responsables de lo que hacemos. Somos los hombres los que tomamos las decisiones. ÉL también fue hombre y también se equivocó. Dios no tiene que estar custodiando a nadie. Es cuestión de mirarnos a nosotros mismos y pensar qué estamos haciendo mal para que esas cosas ocurran.
- ¿Cuáles son sus aficiones?
- La fe y el fútbol son los motores de mi vida. Evidentemente mi familia, mis amigos… Pero me paso el día viendo fútbol.
- Pero no sólo verá fútbol, porque vaya aburrimiento, ¿no?
- Mira, el otro día fui al cine. Yo soy de la generación que creció con Rocky Balboa. Incansable, infatigable, constante, me pegas y me levanto… El otro día fui a ver ‘Mercenarios 4’ y si hay otra de Rocky, voy a verla. Me han educado con esos conceptos de superación, de esfuerzo, de trabajo…
- ¿Cree que esos valores los han perdido las nuevas generaciones?
- Sí, estoy totalmente convencido. Los valores se han ido perdiendo, seguramente porque la exigencia que hemos tenido con nuestros hijos no es la misma que la que nuestros padres tuvieron con nosotros. Tener esos valores no debería pasar de moda nunca. Esos valores son innegociables.
- Pero que se pierdan es culpa de los padres.
- Las cosas hay que ganárselas. No tiene que haber nada gratis. Todos queremos lo mejor para nuestros hijos, eso está claro, pero eso no significa dar las cosas gratis. Porque los chavales de hoy son los mayores del futuro.
- ¿Le ha subido la hipoteca?
- Sí, claro, como a todos. Y no poco.
- ¿Va a hacer la compra?
- Sí, aquí en Madrid vivo solo y me toca hacer compra.
- ¿Cocina?
- No. Como casi siempre fuera.
- ¿Cuántas horas duerme al día?
- Poco. Cuatro, cinco, seis como máximo. Me acuesto tarde y soy madrugador. Mi padre un día, cuando era joven, me vio acostado a las 9 de la mañana y me dijo: `te pasas la vida en un sueño`. Me gusta madrugar, vivir, disfrutar.
- Desmiéntame que el fútbol es cada vez más aburrido.
- Para mí es apasionante. Disfruto siempre, todos los partidos son buenos. El fútbol evoluciona mucho, y creo que estamos viendo grandes espectáculos.
Hay mil razones para creer en Dios. Sin Dios, nada en la vida tendría sentido
- Pero no hay nadie que haga un regate, o un sombrero…
- Todo es mejorable, y los entrenadores debemos aceptar nuestra responsabilidad con esto. No hay que encorsetar al jugador, dejarles libertad para que puedan desarrollar todo su potencial. No hago planteamientos muy encorsetados tácticamente, no soy rehén de ningún sistema. Necesito que los jugadores se sientan libres.
- España va a la Eurocopa a…
- Intentar ganar.