Luca de la Torre, el hijo de un virólogo español y una bióloga californiana: “En España en cuanto tienes ventaja te hacen falta”

Luca de la Torre, el hijo de un virólogo español y una bióloga californiana: "En España en cuanto tienes ventaja te hacen falta"

Celta – Atlético


Entrevista

Actualizado

El estadounidense, que dejó el colegio a los 16 para cruzar el charco hacia la cantera del Fulham, atiende a EL MUNDO antes de jugar contra el Atlético: “De pequeño era el único blanco que jugaba al fútbol”.

Luca de la Torre, en un entrenamiento con el Celta.Adrian SantamarinaMUNDO

Sus padres, él canario, ella californiana, son doctores en Virología y Biología, pero Luca de la Torre (San Diego, 1998) apartó los libros, dejó el colegio a los 16 años y buscó su sueño futbolístico en Europa. Primero en Londres, en la cantera del Fulham, después en los Países Bajos, jugando la Eredivise con el Heracles, y ahora en España, en Vigo, siendo por fin parte importante de un Celta que pelea por la salvación. El estadounidense, que ha cogido “la costumbre” de comer pulpo después de cada victoria, atiende a EL MUNDO antes de medirse al Atlético de Madrid.

Su padre es español. Estará feliz al verle aquí.
Realmente me empujó, quería que jugara al fútbol. Él apoya a Las Palmas, es fan, y está muy feliz. La primera vez que escuchó que me quería el Celta me dejó de hablar en inglés durante dos meses (risas). Ellos todavía viven en California, pero vinieron a verme en Navidad, cuando jugamos contra el Sevilla, y fue la primera vez que vio un partido en directo en toda mi carrera profesional. Un momento especial.
Sus padres son científicos, ¿nunca le picó la curiosidad?
Me apoyaron porque querían que jugara al fútbol, pero es sí, es raro, porque yo dejé el colegio a los 16 y ellos son doctores en virología y biología. He leído muchos libros y estoy interesado en muchas cosas, pero nunca he tenido estudios superiores. Mi educación ha sido el fútbol.
¿Cómo se aficionó al fútbol?
De niño, en San Diego, jugaba en equipos en los que era el único blanco. Todos eran mexicanos, y desde ahí aprendí a disfrutar el fútbol de la manera en la que ellos lo hacían. Regateando, teniendo buen manejo del balón… Eso tuvo mucho impacto en mi juego. Sin duda. Me influyó mucho.
A los 15 años, decide cruzar el charco e irse a la cantera del Fulham, a Londres.
Fue muy difícil para mí irme solo, pero en ese momento parecía la mejor opción para mi futuro. Quizás hubiera sido mejor haber esperado un poco más, madurar o encontrar una situación en la que pudiera seguir viviendo un tiempo con mis padres. Era muy joven para irme y me llevó varios años encontrarme cómodo viviendo solo.
¿No quería jugar en la MLS?
Cuando tomé esa decisión, no había un camino para un niño de 16 años hacia la MLS. No había nada claro. Y en Europa había muchas academias y tenías una forma muy clara de llegar al fútbol profesional. Creo que ahora ese camino ya va existiendo en el fútbol estadounidense. Juegan allí hasta los 18 o 19 años y luego se van a Europa, algo que creo que es mejor porque pueden vivir cerca de su familia y después dar el paso. Yo era joven y no pude.
Disputó el Mundial con EEUU, en una selección que tenía más futbolistas jugando en Europa que en su país. ¿Qué diferencias observa entre EEUU y Europa?
Creo que somos somos la primera generación que en la selección tenemos más jugadores jugando en Europa que en Estados Unidos. Lo mejor del fútbol europeo son los ascensos y descensos y que cada partido importa. Es a vida o muerte, una final y hay mucha presión. En la MLS, al ser cerrada, eso no pasa. No me puedo imaginar jugar sin esa presión. Al tener esa presión cambia la manera de competir, crece el deseo de ganar partidos y juegas un fútbol diferente. Para mí son casi dos deportes diferentes
Después del Fulham, pasó dos años en el Heracles y ahora está en Vigo. ¿Ha sufrido para adaptarse al fútbol español?
Sabía que iba a ser difícil adaptarme. Es un nuevo país, un nuevo idioma y un nivel más alto de juego. Aquí los jugadores son mejores y sabía que me iba a llevar tiempo. Y al principio fue duro, pero cada vez me voy sintiendo más y más cómodo aquí. Han pasado los meses y han llegado las oportunidades en el momento justo. He trabajado mucho en los últimos seis meses y estoy preparado para jugarlo todo.
¿Qué es lo que más le ha sorprendido?
Admito que no había visto mucho fútbol español. Pero Iago Aspas es el mejor jugador con el que he jugado, de lejos. A veces en los entrenamientos hace cosas increíbles, y en los partidos, ya sabes, es especial. Estoy muy feliz de tener la oportunidad de jugar con él. Además está un poco loco, cuando llegué me empezó a preguntar sobre jugadores con los que yo había jugado. “¿Conoces a este tío? ¿Y al otro?”. Es un tipo genial. Todo el vestuario es fantástico.
¿Qué le parece el fútbol español?
Los jugadores son mucho mejores. Tienen más técnica y más físico. También me ha sorprendido la cantidad de faltas que hay y lo agresivos que son los futbolistas. Creo que en general se cree que es más técnica y menos física que la Premier o la Bundesliga y no es así. Aquí en cuanto creas una ventaja con el balón, te hacen falta y cortan la jugada. Por eso los jugadores son todos muy buenos tácticamente. Hay mucho nivel.

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