El conjunto blanco descarta la llegada de un central mayor de ‘relleno’ y centrará sus esfuerzos en mantener la política ejecutada en otras posiciones: jugador joven con proyección.
El próximo mes de julio, Carlo Ancelotti, o el entrenador que dirija al Real Madrid en ese momento, se encontrará con la siguiente lista de centrales disponibles en la primera plantilla: Militao (26 años), Rüdiger (31), Alaba (32) y Nacho (34, si renueva). La reflexión es lógica: una lista de nivel pero veterana a la que el conjunto blanco necesita añadir sangre joven. Esa idea de firmar a un nuevo central ya navegaba por la mente de la dirección técnica del Bernabéu, pero nunca para un mercado de invierno que se presumía tranquilo en las oficinas de la Castellana. La mente puesta en la llegada de Endrick y en los movimientos posteriores a la Eurocopa del próximo mes de junio en Alemania, siempre con el runrún de Mbappé en el ambiente. Pero la lesión de Alaba ante el Villarreal parece que puede acelerar los pasos.
A pesar de la confianza absoluta en la recuperación física de Militao, que ha adelantado plazos en su rehabilitación del cruzado y podría volver entre marzo y abril, la dirección del Madrid, y especialmente Ancelotti, es consciente de que afrontar Liga, Copa y Champions con Rüdiger y Nacho no es del todo viable. Tchouaméni o Mendy pueden ejercer como centrales en momentos puntuales, pero escenarios como Múnich, Manchester o París obligan a no dejar nada al azar. El cuerpo técnico ha mirado en más de una ocasión a la cantera, a futbolistas jóvenes como Marvel, pero siempre ha preferido reconvertir a jugadores del primer equipo antes que apostar por promesas. No parece que vaya a ser diferente ahora.
En el mercado, una cosa parece clara tras la primera reflexión: no hay opciones baratas y el Madrid tendrá que gastar. Primero porque el puesto de central está muy cotizado en la elite continental, y segundo porque el club ya ha decidido que para traer (y pagar) a alguien veterano mucho peor que Rüdiger y Nacho, se queda como está.
Aquí entran los nombres y las hipótesis. La única opción barata es la de Rafa Marín, central del Castilla cedido en verano al Alavés durante una temporada. El Madrid podría poner fin al préstamo indemnizando al conjunto vasco, pero el jugador es titular indiscutible en Vitoria y está creciendo jornada a jornada, por lo que el movimiento no convence del todo.
Los jóvenes que están despuntando
Lo siguiente sería poner la vista en veteranos con cierto nombre y experiencia al máximo nivel, no sólo centrales baratos sin equipo. Un nombre ya recorrió ayer alguna mente en Valdebebas: Raphael Varane, peleado con Ten Hag en el United, con 30 años, un curso y medio de contrato restante en Old Trafford y el currículum de una década ganando Champions en Chamartín.
La tercera vía sería adelantar a invierno el fichaje del central de futuro, en una operación similar a la del propio Varane, que llegó a Madrid con apenas 18 años, y siguiendo el plan que los blancos están ejecutando en el resto de posiciones: Bellingham, Endrick, Camavinga, Vinicius, Rodrygo… Todos ficharon con menos de 20 años. Apunten estos nombres: Antonio Silva (20 años, Benfica), Leny Yoro (18, Lille), Gonçalo Inacio (22, Sporting Lisboa) y Giorgio Scalvini (20, Atalanta). Centrales jóvenes que están destacando en los últimos meses y que entrarían en el perfil que busca el Madrid para la posición.