La última temporada de Xavi al frente del Barça pasará a la historia como todo un esperpento. Finalmente, después de que el técnico anunciara en enero que dejaría el club al término de la presente temporada para dar marcha atrás hace un mes, ha sido el presidente, Joan Laporta, quien ha optado por romper la baraja. Al mediodía de este mismo viernes, el máximo dirigente barcelonista acudió a la ciudad deportiva Joan Gamper, donde se encontró con el vicepresidente primero, Rafael Yuste, y el director deportivo, Deco, y, en una reunión en la que participaron tanto el propio técnico como sus asistentes, su hermano Òscar Hernández y Sergio Alegre, le comunicó que no dirigirá al equipo el curso que viene. El duelo ante el Sevilla del próximo domingo en el Sánchez-Pizjuán será así el último al frente del banquillo azulgrana del egarense, quien llegó como el gran salvador tras el despido de Ronald Koeman y que, la temporada pasada, logró hacerse tanto con la Liga como con la Supercopa de España.
El rendimiento del equipo en esta campaña que está ya a punto de terminar, no obstante, cayó en picado en comparación con el curso anterior. Sobre todo, en la faceta defensiva. Un hecho que se tradujo en múltiples tropiezos, muy especialmente en Montjuïc, que llevaron a Xavi a anunciar el pasado mes de enero que dejaría de ser el entrenador del Barça el 30 de junio. Su decisión, según explicó el propio técnico, iba destinada a destensar el ambiente, que consideraba tremendamente enrarecido, y liberar a sus jugadores. Los resultados, a pesar de todo, no acabaron de ser totalmente satisfactorios. Y, después de que el siempre variable entorno barcelonista se llenara de ilusión con la posibilidad de alcanzar las semifinales de la Champions eliminando al PSG, tras vencer por 2-3 en la ida, y recortar distancias con el Real Madrid en la Liga ganándole en el clásico del Bernabéu, el desenlace fue durísimo.
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Los franceses, a la postre, se impusieron en Montjuïc por 1-4, en un duelo en el que Xavi se quejó mucho de la actuación arbitral y acabó siendo expulsado, y el Real Madrid prácticamente sentenció el título de Liga con un 3-2 que al técnico barcelonista le pareció claramente injusto. Con ese panorama, todo invitaba a pensar que su salida de la entidad iba a precipitarse. Pero, al final, después de que trascendiera que estaba dispuesto a dar marcha atrás y continuar, el presidente, Joan Laporta, según se ha señalado en el entorno azulgrana incluso desoyendo a una parte de su junta, acabó por sentarse a su lado ante los medios para congratularse por su cambio de idea. Es más. El presidente incluso aseguró que se apostaba por un proyecto ganador y lanzó una arenga claramente favorable al egarense. «Para el club es un orgullo tener un entrenador de la calidad humana, los conocimientos y el barcelonismo incontestable que tiene Xavi», apostilló.
Cambios
Un mes después, no obstante, sus sensaciones son muy diferentes. Según se filtró la semana pasada, al presidente no le gustaron ni un ápice unas manifestaciones de Xavi en rueda de prensa en las que el entrenador señalaba las dificultades que iba a tener el club para reforzarse el verano que viene y dejaba caer que haría falta tiempo para competir de tú a tú con el Real Madrid y otros grandes de Europa. El runrún de que el máximo dirigente barcelonista iba a cortar por lo sano empezó a sonar con mucha fuerza, mientras el técnico aseguraba que a él no le habían dicho nada al respecto. Tras la victoria ante el Rayo, se produjo una breve reunión entre el egarense y el propio Laporta, en la que se emplazaron para hablar más adelante. En los últimos días, se apuntaba que la comunicación definitiva de si iba a seguir o no en el banquillo no tendría lugar hasta principios de la próxima semana. Los hechos, no obstante, han acabado por precipitarse.
Xavi, hace un mes, aseguró que no iba a protagonizar una nueva espantada y que cumpliría su contrato. Apostillando, eso sí, que así sería si el club no optaba por destituirlo. Un hecho que, entonces, parecía poco probable y que se ha transformado en realidad. Su relevo, en este caso, será un Hansi Flick con el que ya habría un principio de acuerdo en que su actitud habría sido también definitiva, comunicando incluso estaba dispuesto a esperar a que todo se aclarara, pese a tener sobre la mesa otras ofertas. En los próximos días, según ha apuntado la entidad, se dará a conocer la estructura técnica del primer equipo para la temporada que viene.