España 3 Georgia 1
La selección gana a Georgia, asegura el primer puesto de grupo, pero pierde a Gavi por una lesión de rodilla. El azulgrana es el jugador más difícil de sustituir
Todo quedó olvidado cuando Gavi se dio la vuelta y se llevó las manos a la cara. Cojeando muchísimo, dio a entender que algo muy malo le había pasado. Hubo un silencio terrorífico en Zorrilla mientras el chico recibía el consuelo, más que la atención, de Óscar Celada, el doctor de la selección. En un partido (casi) intrascendente, una lesión como la que se le intuye a Gavi oscurece todo lo demás, y ya no importaba nada de lo que había ocurrido antes ni de lo que ocurrió después. Vendrá ahora el debate sobre la utilización de los jugadores por parte de las selecciones, el Barça pondrá el grito en el cielo, pero lo cierto es que el chico se lesionó solo, en un mal giro para controlar un balón, bien es cierto que influido, seguramente, por el dolor que tenía tras una entrada anterior. Quizá por protegerse, terminó de hacerse mucho daño. Hay poco que hacer para evitar ese tipo de lesiones.
Hasta ese minuto, el 22, y desde ese minuto, España no estuvo cómoda. Había hecho De la Fuente nueve cambios, nada que ver la situación de este domingo con la de Glasgow, que hizo lo mismo. Pero si en Escocia había quitado a los titulares para poner a los suplentes y aquello salió como salió, en Valladolid sentó a los suplentes y dio carrete a los titulares, manteniendo en el campo solamente a Le Normand y a Gavi. No estuvo cómoda España y eso que apenas le costó lograr lo más difícil en estos partidos, que es marcar el primer gol. En el minuto cuatro, un balón estupendo desde la izquierda de Ferran Torres lo remató Le Normand en el segundo palo. Los dos mejores del equipo en esa primera parte lo anunciaban nada más empezar de esa manera.
Iba la cosa cuesta abajo, mucho además, pero un despiste permitió empatar a Kvaratskhelia, el futbolista del Nápoles, un jugador de un nivel muy superior a la media de sus compañeros, que definió con calma tras encontrar una inopinada autopista entre los dos centrales españoles. Entre eso y la lesión de Gavi, España definitivamente se desorientó. Tuvo ocasiones, la más clara una de Morata que salvó como pudo Mamardashvili. Pero en el aire seguía, y ya no se iría, Gavi.
Una ausencia para la Eurocopa
El descanso le sentó bien a España, que pudo reconfortar en el vestuario al lesionado y salir para, al menos, dedicarle la victoria. Mejor colocados, con algo más de intensidad, llegó el gol de Ferran Torres, que hacía justicia a su buen partido. Se fue del campo ovacionado, dejando su sitio a Lamine Yamal, que ya con el de este domingo, el cuarto que juega, nunca más podrá jugar con otra selección. Un centro suyo se convirtió en el tercero de una noche que ya estaba marcada para siempre como la de la lesión de Gavi.
Una lesión que, casi con toda seguridad, le impedirá llegar a la Eurocopa, un torneo al que llegará España sin uno de los que eran fijos, un tipo que será difícil de suplir por sus especiales condiciones. Gavi es un futbolista que juega de todo y hace de todo, y que además imprime un carácter al equipo que no se le intuye a ninguno de los posibles sustitutos. Llegará España sin uno de sus pilares, pero con un buen puñado de certezas que irán tomando cuerpo cuando se pase el sofoco de la lesión del jugador del Barça, al que también le hace un roto considerable.
Esas certezas son un bloque fácilmente identificable, formado por un grupo de futbolistas al que se le van a incorporar muy pocas sorpresas de aquí al torneo (salvo lesiones, claro). Un equipo al que le salen las cosas razonablemente bien incluso en noches tan discretas, y tan frías, como la de Valladolid. España será cabeza de serie en el sorteo, ha terminado con buen sabor de boca este grupo de clasificación, pero la baja de Gavi es algo serio. Muy serio, de hecho, por lo específico de un jugador como él.
