Panathinaikos 78 Real Madrid 90
Tras ganar el martes al Olympiacos, los blancos se imponen en el OAKA después de un imponente parcial (1-22) en el tercer cuarto. Hezonja, Musa y Deck, los mejores
La semana griega del Real Madrid, una aparente trampa en el camino, resultó un golpe de autoridad más de este equipo asombroso en el amanecer de la temporada que defiende corona europea. Venció en el Pireo el martes y venció en el OAKA anoche, de nuevo con esos brates (Hezonja y Musa) que son puro talento como punta de lanza del líder de la Euroliga, un tren lanzando al que ni Ergin Ataman consiguió frenar. [78-90: Narración y estadísticas]
37 puntos para Hezonja y 37 para Musa. Imparable el croata ante el Panathinaikos, nueve triples en dos noches para el bosnio. Una pareja cada vez más implicada, cada vez más Madrid el suyo, dispuestos a marcar un época. Les sobra calidad para ello y el contagio con los penúltimos bailes de Llull, Rudy y compañía puede resultar fundamental para sus carreras.
El Panathinaikos fue su enésima víctima. Ataman le intentó plantear al Madrid una batalla de ritmo alto, de contactos e intensidad, de llevar al límite a un equipo que viene sembrando el terror y al que sólo el Fenerbahce ha logrado detener, la semana pasada. Pero el acierto blanco aplacaba el ardor local, los arreones de Mitoglou y las primeras pinceladas de Nunn. Cuando por primera vez apareció Hezonja en la que fue su casa (y sigue siendo muy querido, hasta pidió perdón) todo cambió, tal es su influjo, el momento de un jugador superlativo. Tras dos triples de Llull, los de Chus Mateo se vieron nueve arriba.
Se podría concluir que habían bajado la mano al OAKA, pero nada más lejos de la realidad. En esa primera crisis emergió un Panathinaikos aún más agresivo, que se aprovechó de la ausencia de Tavares para asestar un tremendo parcial de 17-2, con Lessort superando a Poirier, y un Kendrick Nunn completamente desatado, mostrando la dimensión de un tipo que fue importante en la NBA y busca, como tantos, una redención europea. Sólo un último esfuerzo de Hezonja y una canasta sobre la bocina de Campazzo mantuvo la ventaja blanca al descanso.
Y, como siempre, esos pequeños detalles, resultan clave. Un apretón a tiempo. A la vuelta el PAO intentó seguir empujando, pero ante el talento nada se puede hacer. Dos triples de Musa anticiparon el vendaval. En el instante más caliente, el Madrid dejó seis minutos sin anotar a los verdes, un parcial de 1-22 para matar la noche, para seguir en lo alto de una Euroliga que domina de forma contundente.
En tres días, entre Hezonja y Musa -anoche estupendamente acompañados por el poderío de Tavares y Deck- han hecho 74 puntos para silenciar Atenas.
