No había acabado la competición en los Juegos Olímpicos de París cuando llegaron las primeras quejas por la calidad de las medallas. El skater estadounidense Nyjah Huston fue de los primeros en compartir una foto de su bronce descolorido sólo 10 días después de haber subido al podio.
Pero poco después llegaron las quejas de otros deportistas que aseguraban que sus preseas se habían deteriorado. Sobre todo de deportistas que habían acabado terceros y veían cómo sus medallas de bronce parecían desgastadas.
El boxeador español Enmanuel Reyes Pla fue uno de los que mostró en Linkedin su bronce deteriorado y su incredulidad. “¡No puedo creer lo que está pasando con las medallas olímpicas de París 2024! Cuando gané mi medalla en París 2024, jamás imaginé que tendría que buscar en Internet cómo cuidarla. Pero aquí estamos. Resulta que las medallas olímpicas, símbolo del esfuerzo, la dedicación y los sueños cumplidos, se están deteriorando. ¿Indignante? Por supuesto. ¿Sorprendente? En absoluto”, escribió el español recién comenzado el año.
La semana pasada el Daily Mail informaba de que más de 100 deportistas han devuelto sus medallas olímpicas por el mal estado en el que se encontraban.
El medio británico también recogía unas declaraciones del Comité Olímpico Internacional en las que aseguraba que está “trabajando en estrecha colaboración con la Monnaie de Paris, la institución encargada de la producción y el control de calidad de las medallas, para evaluar cualquier problema con las medallas y comprender las circunstancias y la causa de cualquier daño”. Además, el organismo afirmaba que “las medallas dañadas serán sustituidas sistemáticamente por la Monnaie de Paris y grabadas de forma idéntica a las originales”.
Mientras, la marca de lujo LVMH, fusión de Louis Vuitton y Moet Hennessy, responsable del diseño de las medallas, quiere alejarse de la polémica descartando cualquier responsabilidad en la producción de las mismas, según ha asegurado un portavoz de la firma al Mail.