La noche de película de los MVP’s Hernangómez: “Le dije: ‘Mueve el culo, lidéranos'”

La noche de película de los MVP's Hernangómez: "Le dije: 'Mueve el culo, lidéranos'"

EuroBasket


España, campeona de Europa

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“No ha sido un camino de rosas”, admite Juancho, en su noche de película con siete triples. Scariolo encomendó a Willy, mejor jugador del torneo en el que jugaron Jokic, Antetokounmpo y Doncic, la tarea de ser el referente de la selección.

La familia Hernangómez, en el Berlín Arena.ALBERTO NEVADOFEB

Había alegría, había lágrimas, había bailes, había abrazos. En el parquet del Mercedes Benz Arena Rudy Fernández, que anoche igualó a Pau Gasol con 11 medallas al cuello (le supera en oros), jugueteaba con sus niños, con una de las redes al cuello, y con la purpurina dorada emulaban nadar. Antes había mirado al cielo, recuerdo de Rodolfo, el que siempre estaba allí, fallecido hace unos meses.

Usman Garuba alzaba a hombros a Alberto Díaz, que seguía robando, ahora la otra red en vez de balones al rival. “El mundo está lleno de locuras y todo esto es una muestra”, pronunciaba el pelirrojo, uno de esos héroes a los que estos días en Tiflis y Berlín les ha cambiado para siempre la vida.

Lorenzo Brown caminaba hablando por vídeoconferencia con su familia y Garuba, en su maravillosa espontaneidad de veinteañero, le gritaba “I told you!” con ese vozarrón con el que se hizo viral tras las semifinales y su “Orooo, queremos el orooo”. Pero los hombres de la noche eran los hermanos Hernangómez. MVP del partido el pequeño -27 puntos, cinco rebotes, esos siete triples de nueve intentos de Juancho para la historia, a sólo dos de Alexander Djordjevic en la final de 1995- y el MVP del torneo en el que partían de salida Jokic, Antetokounmpo y Doncic para el mayor. Sus padres miraban orgullosos desde la tribuna y Rudy, en esos gestos que no se ven, le regaló al alero el balón del partido a Juancho.

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“Lo hablamos al comienzo, lo del MVP. No teníamos a ningún jugador en el ránking de los 15 más destacados del torneo. ‘Mueve el culo, lidéranos y hazlo’, le dije”, reconocía Scariolo en rueda de prensa, antes de que sus pupilos, en plena fiesta ya, le encharcaran con agua. “Esto hace unos años no pasaba, es la otra de cara de tener un equipo tan joven. La primera vez siempre es única”, bromeaba un empapado seleccionador.

Las lágrimas de Juancho

“Ha sido un largo camino, un camino muy duro, con muchas subidas y muchas bajadas y al final trabajando y creyendo en uno mismo todo sale a flote. No ha sido un camino de rosas a nivel personal, con momentos complicados que ayudan a saborear estos momentos felices”, pronunciaba entre lágrimas Juancho, quizá el jugador más sobre el foco del equipo español, críticas por su escaso protagonismo, pero de menos a más hasta tocar el cielo de Berlín en la noche más increíble de su carrera.

“Somos dos hermanos que venimos de una familia humilde de Las Rozas. Nuestros padres nos inculcaron los valores a través del trabajo. Y siempre soñábamos. Nunca pensé en jugar en la ACB, ni siete años en la NBA. Seguimos trabajando a la sombra, aprovechando las oportunidades. La lección es que cualquier cosa se puede conseguir. Se puede seguir soñando”, reflexionaba el de los Pelicans, que ha acabado el Eurobasket con 17,2 puntos y 6,9 rebotes por partido. Sólo Lorenzo Brown le podía discutir el MVP que hereda de tipos como Tony Parker, Pau Gasol y Goran Dragic.

Pero el espíritu era de cachondeo. “No sé qué ha comido Juancho, pero me gustaría saberlo para comerlo todos los días”, admitía Garuba, otro de los que regresará a la NBA revalorizado, con los galones de quien dominó a Valanciunas, Gobert, Markkanen, Sabonis, Theis… Estrellas de ese mundo que quiere conquistar el de Azuqueca de Henares. “Desde el primer día lo sabía. Se lo dije a todo el mundo. Se lo dije a los entrenadores. Sabía que íbamos a ganar y a llegar al momento decisivo todos perfectos y aquí estamos”, confesaba.

“Hoy Juancho le hubiera dado con el pie y la metía en cualquier lado. Estoy súper orgulloso”, proclamaba Darío Brizuela. Y concluía Scariolo, reconociendo que estaba ante una de las noches más especiales de toda su carrera. “Es mi éxito más inesperado, obviamente. Pero bueno, en el Mundial nos daban quintos. Siempre se mira por las individualidades, pero nosotros tenemos algo más a nivel colectivo. Sin egos, con generosidad, altruismo, disponibilidad al trabajo”, admitía y comparaba con el pasado: “Mi trabajo ha sido bastante más duro en otras ocasiones. Con otras personalidades, fusionando jugadores que tenían que cambiar mucho su rol, aceptar dejar el ego, dejarse entrenar en un contexto en el que casi nadie estaba del todo feliz. Esto de ahora es hacer baloncesto, con jugadores a los cuales no ha sido complicado pedirles un esfuerzo más”.

kpd