La margarita de Brahim entre España y Marruecos, la amistad con Bellingham y la lucha por el rombo

La margarita de Brahim entre España y Marruecos, la amistad con Bellingham y la lucha por el rombo

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El andaluz no ha elegido públicamente selección, y prefiere no contestar. Sus dos goles han llegado sustituyendo a Bellingham, al que le une una gran relación, pero que le quita el puesto

Brahim, ante el Braga.Javier LizónEFE

Brahim Díaz acabó el pasado curso jugando como titular 10 de los últimos 11 encuentros de la temporada del Milán, incluidos los dos partidos de las semifinales de la Champions contra el Inter. Era indiscutible para Stefano Pioli y vestía el ’10’ en el campeón del Scudetto de la 21-22. Pero durante la primavera, el centrocampista malagueño comenzó a ver con buenos ojos el interés del Real Madrid. Las salidas de Karim Benzema, Marco Asensio, Eden Hazard y Mariano dejaban el ataque del conjunto blanco escaso de efectivos, y a sus 23 años y después de haberlo hecho bien en Italia, entendía que era su oportunidad para pelear un puesto en el tridente ofensivo de Carlo Ancelotti. Superado el primer tercio de la temporada, Brahim sigue forcejeando por su sitio en Chamartín.

Una de las primeras cenas de Brahim en Madrid fue con Jude Bellingham. Juni Calafat juntó a los dos con Arda Güler y montó una quedada de ‘novatos’. Eran los grandes fichajes de un verano que completaron Joselu, Kepa y Fran García. Esa noche empezó su amistad con el inglés, que curiosamente también ha sido un poco ‘culpable’ en las dificultades que está encontrando el andaluz para jugar. Bellingham aterrizó en Valdebebas y, unido al ‘adiós’ de Benzema, provocó un cambio de sistema que ha terminado por dejar sin hueco al ex del Manchester City.

Ancelotti, que en esta etapa siempre había usado el 4-3-3, modificó su ataque y comenzó a trabajar con dos delanteros: Vinicius y Rodrygo, con Joselu como sustituto y cuatro centrocampistas en rombo, donde destacaba Bellingham como pico superior del engranaje. Y Brahim, mediapunta en el Milán y que en un 4-3-3 podría haber jugado por la derecha compitiendo con Rodrygo, estaba obligado a pelear el puesto con Bellingham o a situarse en uno de los dos puestos de la delantera, sitio poco familiar para él.

En tres de los cuatro partidos de la pretemporada sustituyó a uno de los delanteros, y en el otro a Jude, acumulando 96 minutos, una titularidad y tres suplencias. LaLiga empezaba con dudas.

Jugó un minuto, en Almería, entre las tres primeras jornadas y 65 contando los siete encuentros iniciales de la temporada, con los 21 minutos del Metropolitano como récord personal. Dos veces sustituyendo a un delantero y tres a un centrocampista. Nunca a Bellingham, indiscutible en la punta del rombo. Hasta que llegó el partido contra Las Palmas en el Bernabéu.

Reivindicación sin éxito

Bellingham descansó y Ancelotti le dio la opción a Brahim en la mediapunta. 2-0 para el Madrid y gol del andaluz. Desde entonces, el ex del Milán había acumulado 19 minutos entre los 7 partidos que había disputado el conjunto. Sólo había saltado al césped en tres, como suplente, sustituyendo a uno de los dos delanteros. “Tiene mucha competencia“, decía Ancelotti en la previa del duelo ante el Braga, “pero no le he sentenciado”.

La realidad es que el italiano sólo ve a Brahim en la mediapunta o como solución de emergencia absoluta cuando Vinicius, Rodrygo o Joselu no carburan. Y a veces, como contra el Rayo, ni eso. “En su posición juega Bellingham, que lo está haciendo muy bien”, declaró Carletto tras el gol de Brahim al Braga, su segundo tanto en su segunda titularidad del curso.

Él, mientras, mantiene la fe y su amistad con Bellingham: “Ancelotti habló conmigo y todo bien, todo fenomenal. Le agradezco la confianza de hoy y poco a poco, todo llega”, explicó en zona mixta, donde bromeó con su relación con el futbolista inglés por sus lesiones de hombro (Brahim se lesionó antes del derbi). “A veces hacemos la de saludarnos así con una mano, nos enseñamos los vendajes. Tenemos una buena relación, es un jugador increíble”.

En el horizonte, una decisión que tiene en vilo a dos Federaciones: jugar con España o con Marruecos. Por sus silencios, parece que el futbolista podría estar más cerca de elegir a la selección africana. “Estoy centrado en el Madrid y quiero triunfar aquí”, contestó. Cuestionado sobre porqué no decía si quería o no jugar con España, insistió en el Madrid y en que “estoy trabajando para que lleguen cosas buenas”. “Mi objetivo es el Madrid”.

kpd