Apoyándose en 400 testimonios, la abogada Anne Whyte denunció maltrato físico y psicológico “sistémico” en un informe de más de 300 páginas
Una gimnasta en los JJOO de Londres 2012.THOMAS COEXAFP
Los entrenadores deben autorizar a los gimnastas para ir a beber y al baño durante el entrenamiento, y tienen ahora la prohibición de pesar a los deportistas, anunció el miércoles la federación británica, señalada en 2022 por maltrato “sistémico”.
British Gymnastics desveló el miércoles una parte de las “nuevas prácticas” puestas en marcha para “proteger mejor el bienestar de los gimnastas”, más de un año después de las conclusiones de una investigación independiente que destacó múltiples casos de maltrato.
Apoyándose en 400 testimonios, la abogada Anne Whyte denunció maltrato físico y psicológico “sistémico” en un informe de más de 300 páginas.
Whyte señaló que la búsqueda de medallas a cualquier coste había llevado a los dirigentes a graves deficiencias de sus responsabilidades, en especial una fuerte reticencia a intervenir contra prácticas bien conocidas de control de peso de los deportistas.
Por una parte, “los entrenadores no deben pesar a los gimnastas”, señala el miércoles la federación. Esta práctica debe hacerse de forma voluntaria “únicamente por médicos o científicos del deporte cualificados”, y con “una justificación clara y científicamente válida”.
Por otra parte, “solo los gimnastas de más de diez años pueden ser pesados” en el marco de su práctica, “y los datos de peso deben siempre combinarse con otra medida”, aparece escrito.
La British Gymnastics recuerda también el derecho de cada gimnasta a poder “beber regularmente a lo largo de una sesión o de una actividad de gimnasia”. El informe había notificado a niños privados de alimento y agua por entrenadores como castigo.
En el entrenamiento, los gimnastas pueden igualmente ir al baño en cuanto lo deseen, recuerda la federación.
El mejor fisio del mundo moldeó sus manos lavando vasos en el restaurante de su padre. «Yo ayudaba a mi familia en lo que podía. Pasé muchas horas entre platos y mesas». Más de 40 años después, el asador donde creció Marcelino Torrrontegui (Albandi, 1964) sigue ofreciendo fabulosos chuletones txogitxu, cordero a la estaca y entrecot de vaca vieja. Una clientela fiel que acude allí tras disfrutar de las playas del concejo asturiano de Carreño en las que Torron también trabajó de socorrista. «Antes de ser auxiliar de ciclismo me buscaba la vida mientras hacía un módulo de Deportes», afirma el masajista más experto del próximo Tour de Francia, que arranca el sábado en Lille. Será la undécima edición de la Grande Boucle que afronta el asturiano, ahora en el Movistar. También es colaborador del Comité Olímpico Español (COE), la Federación de Fútbol (RFEF) y profesor en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga (UMA).
Este fisio de sonrisa permanente trabajó en el Málaga CF durante 21 temporadas, acudió a ocho Juegos Olímpicos (cinco con la Federación de Ciclismo y tres con el COE), 26 Mundiales de ciclismo, cuatro Juegos del Mediterráneo, 13 Vueltas, 10 Tour y cinco Giros de Italia. Por sus manos han pasado futbolistas, atletas, nadadores, ciclistas, balonmanistas, karatecas, piragüistas, golfistas, esquiadores. La relación de ilustres es extensa: Craviotto, Llaneras, Hierro, Chema Olazábal, Van Nistelrooy, Valverde, Contador, Rominger, Freire, Delgado, Olano, Isco, Joaquín, Frankie Fredericks, Chema Martínez, Cubarsí, Francescoli, Juan Ayuso, Viran Morros, Aguinagalde, Darío Silva, Zulle, Virenque, Rafa Lozano, Garralda, Barrufet, Entrerríos, Hugo González, Jessica Vals, Carmen Weiler...
Tras disfrutar de varios días de descanso, este martes hará las maletas para marcharse a Lille con el Movistar para preparar la salida del Tour.
Torrontegui comenzó en el ciclismo en la Vuelta a España de 1988, en el Clas de José Manuel Fuente. «Recuerdo que la salida fue en Tenerife y que saltamos a Las Palmas. Me incorporé al equipo de El Tarangu gracias a la ayuda de Carlos Muñiz, ciclista y amigo mío de Candás. Aquella Vuelta la ganó Sean Kelly y el primer neoprofesional clasificado fue, precisamente, Muñiz. Yo tenía 23 años y ya me apasionaba el deporte. Esa pasión proviene de mi entorno de juventud, en Candás. Esta localidad está declarada por el COE Villa de Olímpicos, porque es el pueblo de España con más olímpicos por habitante. Allí nacieron, entre otros, Herminio Menéndez, Julio Alberto, López Carril, Enrique Rodríguez Cal o Carlos Prendes», dice mientras pasea por Candás, antes de la sesión de fotos en las instalaciones de Mareo del Sporting de Gijón que ilustra este reportaje.
Torron debutó en el Tour de Francia en 1991, el primero ganado por Miguel Indurain. Desde entonces, el carismático fisioterapeuta y el campeón navarro mantienen una relación cercana. «Somos de la quinta del 64 y hemos coincidido muchas veces, aunque nunca compartimos equipo. Él estaba en el Banesto y yo en el Clas, con Tony Rominger. En la selección español estuvimos juntos, pero nunca le traté. Él tenía su propio masajista, Vicente Iza. Sí traté a Perico Delgado, Óscar Freire o Alberto Contador, pero nunca a Miguel. Estuve con Indurain en los Juegos de Atlanta, cuando ganó el oro en la contrarreloj, y Abraham Olano, la plata. Mi primer Mundial fue el de Stuttgart de 1991, cuando Indurain fue bronce. También estuve en el histórico Mundial de Duitama de 1995, donde logró el oro en la contrarreloj y la plata en la ruta, con Olano primero. En la actualidad, cuando Miguel pasa por Asturias nos vemos. Últimamente bromeamos sobre que ya va siendo hora de que toque sus músculos», explica el técnico, de 61 años.
Federer y Nadal
Torron fue el hombre de confianza del suizo Rominger, conquistador de tres Vueltas y adversario de Indurain en la carretera y en la pugna por el récord de la hora. «Tony y Miguel fueron rivales y ahora son amigos. Son como Federer y Nadal. Se respetan, tienen una buena relación».
Las manos mágicas del asturiano cuidaron a grandes corredores del Clas, como Olano, Escartín, Mauleón, Ruiz Cabestany, Rominger, Suárez Cueva..., con los que mantiene amistad. «Ellos tienen la costumbre de juntarse todos los años para cenar durante una etapa de la Vuelta. Desde 1988 organizamos partidos de fútbol-playa a los que viene gente como Luis Enrique. Lucho es un gran entrenador y una persona majísima, pata negra, un friki del ciclismo».
Con su paisano Samuel Sánchez comparte complicidades. Las abuelas de ambos eran primas. «A Samu le conozco desde chaval, cuando venía a veranear a Albandi. Yo le vaticiné que sería campeón olímpico. En 2007, un año antes de la carrera en ruta de los Juegos de Pekín, fuimos a ver el recorrido y le dije que el trazado le venía a huevo para ganar. Aquel equipo, con Sastre, Freire, Valverde, Contador y Samu fue fabuloso», recuerda.
JORGE PETEIRO
Las manos prodigiosas de Marcelino han cuidado a miles de deportistas. El que más le impactó, por su elasticidad y fortaleza, fue el canadiense Mark McKoy, campeón olímpico de 110 vallas en Barcelona'92. Entre los ciclistas destaca el motor de clasicómanos como Bortolami, Baffi o Museeuw. Los músculos de Freire también le sorprendieron, como las piernas de los futbolistas Salomón Rondón y Julio Baptista. Dice que quien mejor supo sacar provecho a su físico fue Fernando Escartín.
Asegura que el ciclismo actual atraviesa por un momento espléndido y que Tadej Pogacar es un fenómeno: «Le vi el pasado año en el Tour y me sorprendió. El ciclismo de ahora no da tregua. Las etapas son más cortas y todos van a toda hostia, no frena nadie. Los técnicos y auxiliares no tenemos tiempo para tomar un bocadillo. La tecnología ha mejorado mucho el rendimiento de los corredores».
Pocos en el deporte español empatizan tanto como este extrovertido asturiano. «Me dicen que soy el mejor masajista del mundo, pero yo respondo que tengo la suerte de trabajar con gente muy buena. Yo, por mi manera de ser, siempre genero buen rollo y caigo bien a la gente, y eso influye».
La depción del Málaga
Durante sus 37 años en el alto nivel han abundado los éxitos. Las decepciones fueron mínimas, pero dolorosas. Las heridas provocadas por el despido del Málaga ya cicatrizaron, aunque quedaron marcas: «En el Málaga me dejé media vida, medio corazón. Me tuve que marchar por unas diferencias económicas mínimas. Me di cuenta de que no me querían en un sitio donde trabajé más de 20 años. Salí noqueado. Estuve muerto, pero reviví. Después de irme se me abrieron muchas puertas».
En plena pandemia, Torron dice que se reinventó. Estudió podología, se doctoró en Fisioterapia y se incorporó a la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga: «Llegué para cubrir una baja, y ahí sigo, impartiendo clases. La docencia es una carrera de fondo. Me gusta, pero al principio me costó, porque yo hablaba con las manos, luego me he ido soltando. Ahora, hasta doy ponencias en el Master de Fisioterapia de la Escuela Universitaria UAX Rafa Nadal o el Máster de Fisioterapia del Real Madrid. Soy como una hormiguita. Cumplo mis sueños. Trabajo con chavales, eso me mantiene joven».
«Tengo la suerte de que la UMA apuesta por la transferencia del conocimiento de sus profesionales, lo que posibilita que pueda colaborar de forma activa con Movistar, con el que tengo un contrato Otri, y al mismo tiempo cumplir con mis obligaciones docentes e investigadoras en la Facultad de Ciencias de la Salud», añade.
JORGE PETEIRO
A sus 61 años, Torron quiere ser agradecido: «Cuando te vas haciendo mayor te acuerdas de la gente que te ayudó. Yo estoy muy complacido con Eusebio Unzúe. Un día necesité salir de casa y él estaba allí. Siempre tuve la fortuna de contar con la comprensión del Málaga, que me permitía ir a los Mundiales y a los Juegos Olímpicos. También estoy muy agradecido a Alejandro Blanco por la oportunidad de trabajar en el COE. Él me rescató de la crisis que tenía, lo pasé mal. Yo sé bien lo que supone estar en primera línea y de ponto el teléfono deje de sonar».
Hijo futbolista e hija nadadora
La genética y el entorno profesional indicaron, inevitablemente, el camino a seguir. La actividad deportiva domina el entorno familiar de Torrontegui. Los hijos del fisio asturiano se han criado entre balones, raquetas y bicis, por eso no extraña que Samuel y Carlota se hayan decantado por el deporte. Los tres, siempre mimados por Susana, la filóloga inglesa, la madre, la compañera, la que sostiene todo el edificio.
Samuel, que tiene 20 años, sobresale en las categorías inferiores del Sporting de Gijón, en el equipo C. El fútbol le atrapó desde niño. Comenzó en el Málaga y allí estuvo durante nueve temporadas, en las que coincidió con Dean Huijsen, el nuevo central de la selección española y del Real Madrid. «Estuvieron juntos en alevines, cadetes e infantiles. Son buenos amigos. Yo mantengo contacto con los padres de Huijsen, unos holandeses muy majos que abrieron negocio en Málaga», dice Marcelino, un padre encantado con los goles y el desempeño de su hijo: «Samuel juega de delantero, es bueno, pero a mí lo que gusta es su madurez. Entrena, juega, se cuida y estudia segundo de Ingeniería Mecánica. No es raro verle a las 12 de la noche con libros o estirando», recalca el fisio del Comité Olímpico Español.
El Almería quiso ficharle, pero él prefirió seguir en el Sporting. En su trayectoria ha mostrado sus excelentes dotes de goleador, con buen manejo de ambas piernas y juego de espalda. «Tiene futuro, pero es un poco pupas, siempre le pasa algo», dice el progenitor.
Carlota apostó por la natación, triunfando en los campeonatos autonómicos y nacionales. Se formó en el Club Natación Inacua de Málaga y en 2021 fichó por el CN Santa Olaya de Oviedo. En 2021, con 18 años, se proclamó campeona de España de 200 mariposa, lo que le sirvió para obtener plaza para el Europeo de Budapest, torneo en el que logró colarse en las semifinales, terminando en el puesto 14 del top-16.
Torrontegui destaca que Carlota, de 22 años y estudiante de Derecho, tiene mucha fuerza de voluntad: «Durante muchos años se levantaba a las cinco y media de la mañana para entrenar en el CETD de Málaga. Creo que venirnos a Asturias frenó su progresión. Uno de mis sueños era compartir unos Juegos Olímpicos con ella».
"Esta es la parte delantera de su coche, pero si compites contra él sólo verás la trasera". Así remataba Fox Sports su anuncio de presentación de la nueva temporada de IndyCar, con Alex Palou como protagonista. Emitido durante la previa de la Super Bowl para una audiencia media que rozó los 128 millones de aficionados, el spot presentaba al piloto barcelonés como El conquistador del hormigón, en referencia a los muros que rodean sus circuitos ovalados. Apenas seis semanas después, el tricampeón de la IndyCar (2021, 2023, 2024) ha superado las expectativas, con sendas victorias en las dos primeras carreras, consolidando su posición de privilegio en el deporte estadounidense.
La popularidad de Palou, el primer piloto capaz de defender su título desde Dario Franchitti (2011), se multiplica en una IndyCar que suspira, desde hace tiempo, por la irrupción de nuevos ídolos. De hecho, en el mercado estadounidense ya se considera a Alex como sucesor natural de Scott Dixon, gran referente de la última década con seis títulos, a sólo uno del récord de A.J. Foyt. Sin embargo, el neozelandés, de 44 años, se ve hoy sin recursos ante su compañero de garaje. Seguro que durante estas jornadas de descanso, previas a la cita en Long Beach, los ingenieros y mecánicos de Chip Ganassi preparan algo especial para Alex. El próximo martes cumple 28 años.
Otro factor que contribuye a la fama de Palou estriba en su polémico pulso con McLaren, que le reclama 30 millones de dólares por un presunto incumplimiento de contrato. Desde su aterrizaje en 2020 en Dale Coyne Racing, el barcelonés había privilegiado la IndyCar en detrimento de la F1. Sin embargo, todo cambió en octubre de 2022, cuando firmó por cuatro años con Arrow McLaren. Según su propio testimonio, Zak Brown, CEO de McLaren Racing, le había brindado la oportunidad de un asiento en la F1, algo que nunca cumplió, con la excepción de aquella tanda de entrenamientos libres en el GP de EEUU 2022.
"Debemos encontrar un modo de pararle"
A la espera de lo que suceda en las próximas semanas con los actos de mediación, que se vienen celebrando en Londres, Palou ya ha saboreado una particular revancha. En Thermal Club aguó la fiesta de un rival, liderado por Pato O'Ward y Christian Lundgaard, que se presentaba como favorito. Pocas horas después del doblete de Oscar Piastri y Lando Norris en el GP de China, aquello suponía una oportunidad histórica para la gente de Woking. A lo largo de sus más de seis décadas en la elite, McLaren sólo ha podido ganar una vez, al mismo tiempo, en suelo estadounidense y en la F1. Fue el 2 de mayo de 1976, cuando Johnny Rutherford se impuso en una cita de la Champ Car disputada en Trenton, mientras James Hunt descorchaba el champán en el podio del Jarama, escenario del GP de España.
"Es duro ver cómo Alex nos bate cada fin de semana. Tenemos que encontrar un modo de pararle", admitió Lundgaard el domingo en Thermal Club, un exclusivo complejo residencial situado a las afueras de la localidad californiana de Coachella. Rebosante de energía y vitalidad, con un control de la situación que empieza a desesperar a sus adversarios, Palou había cimentado su éxito en la estrategia, gracias a un aplastante último relevo con los neumáticos blandos. Al volante del coche 10 de Chip Ganassi, impulsado con un motor Honda, el barcelonés recortó 15 segundos de déficit y cruzó la meta con 10 de ventaja sobre O'Ward.
A lo largo de las 14 últimas temporadas, sólo Dixon había iniciado el año con dos triunfos y durante aquel 2020, trastocado por la pandemia, acabaría proclamándose campeón. Sin desmerecer el campeonato de la regularidad, el mayor desafío de Palou apunta al próximo 25 de mayo, cuando disputará, por sexta vez, las 500 Millas. Pese a no contar con un solo triunfo en ningún óvalo, el barcelonés ya firmó hace dos años la pole en el Indianapolis Motor Speedway y fue segundo en 2021, por detrás de Hélio Castroneves. Durante sus cinco participaciones previas ha liderado 119 vueltas.
Palou, al volante del '10' de Ganassi, el pasado domingo en Thermal Club.INDYCAR
En caso de cumplir su sueño en el legendario Brickyard, el prestigio de Palou se extenderá por todos los rincones del país. Porque una vez quebrada la dinastía de Penske, el equipo más laureado, sus éxitos podrán equipararse con los del ya citado Franchitti, ganador de cuatro títulos entre 2007 y 2011, incluidas tres victorias en Indianápolis con dos equipos diferentes (Andretti y Chip Ganassi).
En lo que respecta a impacto comercial, el español ejerce un poderoso atractivo sobre las marcas. Después de NTT Data (2020-2022) y American Legion (2023), el curso pasado rubricó un acuerdo multianual con DHL. Por supuesto, el gigante de la logística, con 395.000 empleados y 81.800 millones de euros en ingresos en 2023, tiñe su coche y su mono con los colores de las banderas española y catalana.
Los jóvenes y las mujeres
Con todas estas circunstancias sobre la mesa se entiende mejor el órdago de Fox, se ha comprometido a emitir las 17 carreras del calendario a cambio de 25 millones de euros anuales. El fin a 16 años de monopolio por parte de la NBC ha obtenido un refrendo inmediato del público. La cita inaugural en St. Petersburg (Florida) reunió, de media, a 1,42 millones de telespectadores, un 45% más que el curso anterior, duplicando su promedio de 2024 (637.000). Si dejamos a un lado las 500 Millas, fue la carrera más vista de la categoría desde Las Vegas 2011, el trágico evento donde Dan Wheldon perdió la vida a causa de un accidente.
La figura de Palou supuso uno de los mayores atractivos durante ese arranque en St Petersburg, hasta donde se acercaron, según los organizadores, 165.000 personas durante el día de la carrera. "Por todas partes podían sentirse vibraciones positivas", comentó Alex Damron, director de márketing de la IndyCar, exultante al comprobar cómo "nuevos aficionados" animaban a sus ídolos. El objetivo primordial de la IndyCar pasa por rejuvenecer la edad media de sus espectadores, con especial atención al rango entre los 18 y 34 años, así como expandirse entre el público femenino. Las mujeres serán esenciales para el futuro de la IndyCar. De sobra lo sabe Palou, acompañado por su pequeña hija Lucía, nacida en 2023, y su esposa Esther, en cada circuito.
En estos momentos, el respeto que concita Alex en suelo estadounidense no admite parangón con respecto a ningún otro español. Cabe recordar que, en la NBA,la amplia nómina de un pasado no muy lejano ha quedado reducida ahora a la solitaria figura de Santi Aldama, envuelto en problemas por la reciente destitución de Taylor Jenkins en el banquillo de los Grizzlies. Por su parte, el crecimiento de la MLS se ha traducido en la llegada de 14 futbolistas, entre ellos Sergio Busquets, Riqui Puig, Jordi Alba, Asier Illarramendi o Carles Gil. En cuanto al football, la retirada de Alejandro Villanueva y el paso de José Joaquín Arcega-Whiteside a Canadá, han dejado a la NFL huérfana de españoles.
En un estadio, el de Mestalla, que estará lleno y que recordará, con emoción, a las víctimas de la DANA del pasado 29 de octubre, la selección española busca esta noche acceder por tercera vez, de forma consecutiva, a la 'Final Four' de la Liga de Naciones, un torneo que arrancó en 2018 y en el que España es protagonista. En la primera edición se quedó en la fase de grupos. Pero después ha jugado todos esos cuadrangulares. En 2021 cayó ante Francia en la final. En 2023 ganó (el primer título de Luis de la Fuente) y ahora, ante Países Bajos, anhela otra semifinal, esta vez contra Francia o contra Croacia. Esa 'Final Four', por cierto, tiene pinta de disputarse en Alemania (los germanos llevan ventaja ante Italia en su cuarto de final y serían anfitriones). Si eso ocurre, el España-Francia serían en Stuttgart y es muy probable que la selección se concentre en Donaueschingen, en el que fue su cuartel general durante la Eurocopa.
Para saber más
Más allá de pasar o no pasar hoy ante el equipo de Koeman, que pudo rematar a España el jueves en Rotterdam y no lo hizo, Luis de la Fuente mira, aunque sea de reojo, al Mundial. Bueno, Luis de la Fuente y todos porque, se quiera o no, un equipo que es campeón de Europa, que tiene una media de edad de 25 años, que juega de memoria y que tiene la calidad que tiene, se quiera o no, conviene insistir, tiene en el Mundial del verano de 2026 su gran objetivo. "Pero aquí no podemos pensar tan lejos, porque cometeríamos un error. Estamos obligados a ganar todos los partidos que juguemos. No hay amistosos", suele decir el seleccionador. Pero es inevitable pensar en ganar la cita de México, Estados Unidos y Canadá.
En ese camino de 15 meses, De la Fuente sabe que debe poner el foco en dos posiciones muy concretas del campo. El lateral derecho y la delantera. Porque, mientras hay superpoblación en algunas demarcaciones, esos dos sitios no tienen dueño fijo, a priori. En el lateral derecho jugará hoy Pedro Porro, y esperará su turno Mingueza. El dueño, en condiciones normales, sería Carvajal, pero se está recuperando de una gravísima lesión de rodilla y en enero cumplirá 34 años. Si regresa y está en forma, el puesto es suyo, pero si no es así, el casting está abierto, y no se intuyen muchas más opciones que las que están aquí, pues Marcos Llorente, por ejemplo, no le llena el ojo al técnico, y Jesús Navas, es sabido, está retirado.
Algo similar ocurre en el puesto de delantero centro. A De la Fuente le gusta jugar con uno clásico, nada, si es posible, de falsos nueve y cosas así. Pero detrás de Álvaro Morata nadie está llamando a la puerta. El capitán tiene 32 años y se ha ido a jugar a una liga menor como la turca. De momento nadie duda de él, pero lo lógico es que pierda competitividad. Oyarzabal es su sustituto habitual, que no natural. El natural sería Samu Omorodion, pero es muy joven y hay que estar pendiente de su progresión. Olmo podría jugar ahí, pero el técnico prefiere algo más clásico. "Nuestro trabajo es buscar soluciones", dice De la Fuente, que de momento las ha encontrado todas.
Cuadro vuelta Nations League Marzo 2025
Son dos lugares, pues, donde al entrenador le gustaría tener el mismo 'problema' que tiene, por ejemplo, en la portería. Unai, Raya y Remiro, el tridente de la Eurocopa, se mantienen firmes, pero hay una lista larguísima que podría venir: Robert Sánchez (Chelsea), Joan García (Espanyol), David de Gea (Fiorentina), Kepa (Bournemouth), Josep Martínez (Inter)... Igual ocurre en el centro del campo. Cuando vuelva Rodri será un fijo, junto a Zubimendi, Pedri y Fabián, casi también Merino, pero a la espera de una baja por lesión o un mal momento de forma están futbolista de muchísimo nivel: Gavi, Isco, Casadó, Sancet, Ceballos...
En esas dos zonas de sequía (lateral y delantero) no tiene pinta de que suceda lo que está ocurriendo con los centrales. Con muchas dudas meses atrás sobre quién sería el relevo de Laporte y Le Normand si es que lo necesitan, las irrupciones de Cubarsí, Asencio o Huijsen han calmado las cosas. De hecho hoy De la Fuente dispondrá de una pareja inédita, pues a Le Normand, que parece fijo, le acompañará o Asencio o Huijsen, con más opciones para este último, que debutó el pasado jueves.