La cinta en la nariz y el Vicks VapoRub en el pecho: ¿Remedios para Carlos Alcaraz o puro placebo?

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Desde el calentamiento, una cintilla rosa en la nariz, y en cada paso por el banquillo, ungüento de mentol, Vicks VapoRub, en el pecho. Los remedios de Carlos Alcaraz para combatir los problemas respiratorios del resfriado parece que funcionan. Al fin y al cabo con ellos venció a Andrey Rublev el miércoles y este viernes ante Alexander Zverev (14.00 horas, Movistar) puede clasificarse para las semifinales de las ATP Finals. Quizá acabe dependiendo de lo que ocurra en el encuentro posterior entre Rublev y Casper Ruud (20.30 h., Movistar), pero en principio con una victoria -más si es dos sets- tiene muchas opciones.

En todo caso, durante el partido, gracias al dilatador nasal y a su botecito mentolado no le faltará el aire y podrá correr y correr en los intercambios con el alemán. En teoría los dos productos le abren las vías respiratorias, de la nariz al pecho, y su cuerpo lo agradece, pero… ¿Y si son sólo placebos? Tanto en el caso del ungüento de mentol como en el cinta nasal no hay evidencia científica que respalde su uso en el deporte y menos que señale una mejora del rendimiento. Si ayudan es porque Alcaraz cree que ayudan y eso ya es importante.

«No hay estudios que respalden sus efectos fisiológicos, pero se pueden utilizar porque no tienen contraindicaciones y sirven como refuerzo moral. Cuando hablamos de efecto placebo, hablamos de placebo, pero también de efecto. Si a Alcaraz le ayuda, adelante», apunta Pedro L. Valenzuela, doctor en Ciencias de la Salud, investigador de la Universidad de Alcalá (UAH) y editor de la revista Fissac que ya recogió todos los papers referentes a ambos remedios.

“El dilatador no muestra incrementos”

En el caso de los dilatadores nasales, los primeros análisis que señalan que no aporta «beneficio alguno» en el rendimiento datan de 1995, pero en 2020 se cerró el debate sobre su funcionalidad. Entonces, seis investigadores de la brasileña Universidad Federal de Minas Gerais analizaron los 624 estudios completaron sobre la cinta en todo el mundo y llegaron a una conclusión inequívoca: «El dilatador nasal externo no muestra incremento de la cantidad máxima de oxígeno, ni de la frecuencia cardíaca ni del índice de esfuerzo percibido».

«En realidad en los últimos años esa cintilla nasal exterior se creía desfasada y todos los estudios se centraban en analizar el dilatador interno Turbine que se puso de moda entre los ciclistas. Lo utilizaba Chris Froome, por ejemplo. Se pensaba que éste sí tenía beneficios, pero tampoco se encontraron», señala Valenzuela con dudas también sobre el ungüento de mentol.

Un alivio subjetivo

Porque miles de personas -especialmente niños- han utilizado el VapoRub para aliviar el agobio que provoca la mucosidad propia de un constipado, pero su uso en competición no es muy científico. Como ocurre con los dilatadores nasales, Alcaraz no es el primer deportista que lo usa y de hecho el año pasado futbolistas del Real Madrid como Jude Bellingham o Vinicius aparecieron en varios partidos con un ungüento de mentol rociado por el pecho. Pero eso no quiere decir que sea efectivo. Un estudio de 2009 de la estadounidense Universidad de Wake Forest y otro de 2016 en el que incluso había un investigador de Procter & Gamble concluyeron que el alivio es subjetivo.

Antonio CalanniAP

El olor puede provocar una sensación de frescor, pero poco más. «El único beneficio que está realmente probado se da en circunstancias de calor extremo. Ese frescor que aporta el mentol reduce el sofoco y ayuda ligeramente a los deportistas», aporta Valenzuela que va más allá en la cuestión. El dilatador nasal y el Vicks VapoRub no ayudan a captar más oxígeno, pero es que aunque lo hicieran tampoco sería efectivo.

“Tienen capacidad pulmonar de sobra”

Lo importante para el rendimiento es la cantidad de oxígeno en los pulmones si no la capacidad para metabolizar ese oxígeno. «Lo normal es que los deportistas metan más aire del que pueden utilizar, tienen capacidad pulmonar de sobras. Son como coches con un depósito de más de 100 litros de gasolina, pero lo que realmente les define es el motor», concluye el investigador, que se reafirma en el efecto placebo.

Más de una semana lleva Alcaraz con el constipado a cuestas y ha mejorado su gestión. El lunes, en su debut en las ATP Finals ante Ruud, apareció agobiado, atenazado por tan incómodos mocos. El miércoles, ante Rublev, en cambio, se centró en su juego y ganó. Pese a la falta de evidencia científica, la cintilla en la nariz y el Vicks VapoRub le vinieron bien. Si ayudan es porque Alcaraz cree que ayudan.

kpd