Tras pasar por las sedes de Doha, Miami Beach, México DF y Shanghai, la edición de 2024 del circuito hípico de saltos más importante del mundo toca por primera vez suelo europeo en su única sede española: Madrid.
El fin de semana del 17 al 19 de mayo, el Longines Global Champions Tour traerá todo el espectáculo de la ‘Champions de la hípica’ a la icónica pista verde del Club de Campo Villa de Madrid, que envolverá todo el glamur de los saltos de clase mundial con la excelente propuesta de ocio, comercial y gastronómica que ya ha convertido la cita en un imprescindible de la primavera madrileña.
En este Gran Premio se darán cita algunos de los mejores binomios del mundo en la disciplina de salto. La competición reunirá un año más en la capital de España a la élite del panorama ecuestre internacional, con el jinete Eduardo Álvarez Aznar como principal estrella, ya que, tras la celebración de las tres primeras pruebas, y a falta de la de la sede de Shanghai -el próximo 3 de mayo-, se encuentra situado en el primer puesto de la clasificación del LGCT con 97 puntos, cinco por delante del austriaco Max Kühner y 31 por delante del francés Simon Delestre.
Longines Global Champions TourEL MUNDO
En el Club de Campo Villa de Madrid también se citarán otros posibles candidatos para representar a nuestro país en los JJ.OO de París 2024, como Mariano Martínez Bastida, que este fin de semana compite en la FEI World Cup Finals de Riyadh, Sergio Álvarez Moya y Manuel Fernández Saro, entre otros.
Durante los tres días de competición, los mejor clasificados del ranking mundial y varios campeones olímpicos y de copas del mundo lucharán por la victoria en la hierba de la pista verde del Club, que, entre todas las pruebas del fin de semana, ofrecerá una dotación económica de cerca de 1.000.000€ en premios.
El Champions Tour Gran Premio de Madrid del domingo por la tarde, puntuable para la clasificación general del campeonato, será uno de los platos fuertes, ya que cuenta con obstáculos a 1.60 m sólo aptos para los jinetes más experimentados y los caballos más en forma. Pero, además, en la pista verde aguardan otras citas imperdibles para los amantes de este deporte, como la centenaria Copa S.M. del Rey Trofeo Caser Grupo Helvetia, con los obstáculos a 1.50 m, que se celebrará el sábado por la tarde, la Global Champions League, que en la jornada del viernes reunirá a los 14 equipos privados más potentes del planeta -entre los que se encuentra el equipo anfitrión Madrid In Motion, patrocinado por Marqués de Riscal y Massimo Dutti- y más de una decena de apasionantes trofeos que convertirán este campeonato internacional madrileño en el epicentro de los saltos hípicos mundiales durante todo el fin de semana.
El mundo del motociclismo se encuentra de luto tras conocerse la muerte del pequeño Sid Veijer, con sólo siete años tras no poder superar las heridas que se produjo durante un accidente el pasado 22 de diciembre. Era una de las promesas del motociclismo de Países Bajos, donde se había proclamado campeón júnior en octubre.
El pequeño sufrió un caída con una minimoto en el karting cubierto de Swalmen y se produjo graves heridas en la cabeza y en la cara. Sid ha permanecido en estado crítico en el hospital hasta que este domingo 5 de enero, su padre ha anunciado su fallecimiento.
"El lunes pasado hubo una pequeña luz sobre la situación de Sid. Al final de la semana, este foco se convirtió en el escenario más oscuro y se convirtió en una pelea justa que Sid no pudo ganar", escribió Reinold Veijer en su cuenta de Instagram.
"Sid se resistió como un león. Nosotros - Reinold y Rianne, Boyd, Muck y Loek - luchamos con él hasta el último minuto con todo lo que teníamos en nosotros. Los médicos y las enfermeras hicieron lo que pudieron.... Sid falleció esta tarde rodeado de su cálida familia", concluye el post.
Sid era primo de Collin Veijer, que terminó la temporada pasada tercero en el Mundial de Moto3 y que esta temporada dará el salto a Moto2. Collin también ha querido despedirse de su familiar en sus redes sociales. "Luchaste todo lo que pudiste con todo lo que había pasado, pero esta lucha tan dura y difícil no pudiste ganarla. Estoy muy orgulloso de ser tu primo y nunca olvidaré los momentos tan divertidos que pasamos juntos a pesar de no estar mucho en casa. Nunca te olvidare como persona. Siempre estarás en mi mente. Haces que me motive más para luchar tan duro como lo hiciste tú. Te quiero Sid", ha escrito en Instagram.
Llegaba el Inter en octavos de Champions, último finalista de la competición, sin perder desde septiembre, salvo un duelo en Coppa ante el Bolonia. Con una riqueza táctica y técnica que impresionaba en Europa. El partido de San Siro para el Atlético de Madrid fue como una visita al dentista salvada por Oblak, como anestesista, y por una gran falta de acierto italiano. Entonces, el éxtasis en la vuelta en el Metropolitano, de nuevo con el esloveno como héroe.
El Atlético de Madrid volvía a hacerlo. Como ante el Chelsea en 2014, el Bayernde Múnich en 2016 y el Liverpool en el 2020, el equipo rojiblanco se sobreponía a una presunta inferioridad sobre el papel para salir victorioso, aunque fuera en la agonía de la tanda de penaltis. "Gran parte de los logros del Atlético son mentales, ante los grandes se motivan", explica a EL MUNDO el ex guardameta rojiblanco, Abel Resino.
Una de las primeras gestas futbolísticas fue la remontada ante el Chelsea de Mourinho en Stamford Bridge en 2014. Era el acceso a la primera final de la Champions del Cholo y la segunda en la historia del club. Los pupilos del argentino tuvieron que sobreponerse no sólo al empate a cero del Calderón en la ida, sino a que 'su Niño', Fernando Torres, adelantara a los blues en la primera media hora del encuentro.
"Sentíamos que podíamos con cualquiera. Habíamos ganado todo y nos faltaba la Champions. Fuimos muy superiores, a pesar de que ellos se adelantaran", cuenta Mario Suárez, uno de los mediocentros titulares del conjunto rojiblanco. Adrián y Diego Costa de penalti darían la vuelta al marcador, Arda Turán remataría al Chelsea y encargaría el ticket para la final de Lisboa, que se terminaría perdiendo con el Madrid.
Adrián tras marcar al Chelsea.
El viaje a la segunda final del Cholo conllevaría otra semifinal que asombraría al mundo y daría cuenta de la capacidad de resiliencia del conjunto rojiblanco. Sería, además, frente al Bayern de Guardiola en 2016. Saúl hizo en la ida en el Calderón uno de los goles más bonitos de la historia de la Champions y, probablemente, el más importante de su carrera. Con esa exigua ventaja llegaba el Atlético a Múnich a sufrir uno de los mayores asedios de la historia de la competición.
"Fue un ejercicio de fe", apunta Suárez, "saber que para ganar y conseguir el objetivo hay que sufrir", añade. El Bayern tuvo un 73% de posesión y realizó 33 remates, pero sólo consiguió vencer por dos goles a uno con Griezmann y Oblak como héroes de la noche y se hizo bueno el valor doble de los goles fuera de casa. "El equipo ante los grandes tiene que saber en todo momento lo que tiene que hacer. No puede salir a tumba abierta. Hay que realizar un juego defensivo sin fisuras", apunta Resino.
Saúl tras su gol al Bayern.MARCA
De nuevo, la alegría que lleva a la decepción de perder la segunda final consecutiva ante el Real Madrid. En un club en el que, tras otro palo, entraron las dudas desde la cúpula hasta el banquillo pero, como dice Abel Resino, solo había que tener un poco de memoria. "El cambio que produce la llegada de Simeone es como el día y la noche. La gente que dice que ya ha pasado no se acuerdan de cómo era el club antes de él. No se entraba en Europa, se quedaba décimotercero...", apunta.
Y es cierto que desde la llegada del argentino hay más Chelseas, Bayerns y otras gestas; como la del Liverpool en el año de la pandemia, con esa remontada épica en Anfield por dos goles a tres con aquel doblete de Llorente in extremis y el gol de la victoria de Morata; que decepciones. "A nivel emocional estos partidos de Champions te sacan lo mejor", comenta el ex futbolista rojiblanco Filipe Luis, presente en Stamford Bridge, pero apunta también el bajón mental que se produce tras estas grandes exigencias.
Las decepciones
Filipe se refiere a los partidos ligueros entre eliminatorias europeas, pero esa relajación quizás también afecte al equipo ante retos más sencillos en Europa. De hecho, todos los equipos querían el pasado 15 de marzo que le tocase la bola del Borussia de Dortmund en el sorteo de los cuartos en Nyon. Era, a priori, el rival más asequible. Le cayó al Atlético y, a juzgar por la primera media hora en el partido de ida, parecía que iba a ser un paseo. Entonces, se relajó la tensión y, lo que iba a ser un partido de 3-0 terminó dos a uno, y gracias.
"No fue relajación, a lo mejor ese día con ese equipo no juegas bien. Tan fácil como que no metes las que tienes", explica Mario Suárez. Una explicación y una relajación que se extiende a otras sombras europeas como aquella fase de grupos en 2017 en la que el equipo rojiblanco no consiguió ganarle un partido al desconocido Qarabag y quedó tercero de grupo. Aunque luego se alzara ese mismo año con la Europa League ante el Olympique de Marsella.
Tampoco podemos olvidar la derrota ante el Leipzig en aquella Champions de la pandemia cuya fase final se jugó a partido único en Portugal. Y, por último, la mayor decepción europea del Cholo hasta la fecha cuando el equipo, el año pasado, no consiguió pasar de la primera fase de la máxima competición en un grupo en el que coincidió con el Brujas, el Oporto y el Leverkusen. "No es que el entrenador no consiga mentalizar, es que el propio técnico cree que ante ese tipo de partidos no hace falta hacerlo. No es lo mismo un partido ante un City que ante un Almería o Villarreal", apunta Resino.
Esta noche en Alemania el equipo deberá elegir qué cara poner, si la de las grandes noches europeas o la de las grandes decepciones. "El Atlético de Madrid tiene plantilla como para ganar la Champions y a eso se suma que los jugadores se lo llegan a creer", apunta Abel. Como dice el eslogan rojiblanco: "Nunca dejes de creer".
Su ligamento cruzado de la rodilla derecha se quebró como, de algún modo, había advertido el propio Rodri, víctima involuntaria de una profecía autocumplida. En apenas unos días, el mediocentro del Manchester City pasó de cabecilla de la revuelta a víctima de una lesión que le apartará durante el resto de la temporada. Otro ejemplo de la preocupante deriva del fútbol profesional, donde, día a día, aumenta el descontento ante la saturación del cal
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