En el cielo de Staples un español ya para siempre. En el techo de uno de los templos del baloncesto, el 16 de Pau Gasol ondea a partir de hoy, cuando en el descanso del duelo entre los Lakers y los Grizzlies -sus dos grandes equipos en la NBA, aunque también vistió las camisetas de los Bulls, los Spurs y los Bucks-, fue honrado: ya nadie jamás podrá usar ese número de púrpura y oro. Su ingreso en un olimpo único, pues junto a él, allá arriba, sólo caben leyendas.
Exactamente, en el ahora renombrado como Crypto.com Arena, Pau compartirá celebridad con 11 mitos de la franquicia angelina (ningún otro no estadounidense) la más laureada de la NBA junto a los Celtics (17 anillos). En el panteón también un locutor, Chick Hearn, más de cuatro décadas siendo la voz de los Lakers.
Para saber más
KOBE BRYANT (24/8)
Hay que empezar por Kobe, quien fue el epicentro emocional de la ceremonia que encumbró a Pau. El tipo que le ungió, el que le llamaba «hermano»: la grandeza de ambos se hizo recíproca cuando al fin coincidieron. Fallecido en un accidente de helicóptero hace ya más de tres años, el alero es el único que goza del privilegio de tener dos números retirados, los dos que vistió durante su 20 temporadas en los Lakers. En ellas, conquistó cinco anillos, dos junto a Gasol.
CHAMBERLAIN (13), BAYLOR (22), WEST (44)
El 13 del gigante fue la primera camiseta en colgar en el Staples junto a las de Elgin Baylor y Jerry West, todas en una ceremonia celebrada en noviembre de 1983. La tradición en el deporte americano se remonta a 1933 y en la NBA el primero fue Billy Gabor, en 1964 por los National Syracuse. El prolífico y excesivo Chamberlain -también fuera de la pista- acudió ya veterano a Los Ángeles y logró, en 1972, el primer anillo de la franquicia muchos años después de su mudanza desde Mineápolis. Ya no anotaba tanto (en 1962 promedió 50,4 puntos), pero seguía siendo dueño de los tableros. Fue el fin de un periodo de dolorosa frustración y derrotas contra los Celtics. El pívot, que ya tenía 36 años fue MVP de las Finales contra los Knicks.
Toda esa redención le fue esquiva a Elgin Baylor, quien se había retirado a mitad de esa temporada (el primer partido sin él comenzó la racha aún vigente de 33 victorias seguidas) a causa de una lesión y con el honor de haber perdido siete finales de la NBA (en una de ellas, la de 1962, ocurrió su legendario partido de los 61 puntos ante los Celtics). Sólo una menos que el logo. Aunque Jerry West, también veterano (es el máximo anotador en la historia de los Lakers con 25.192 puntos), se desquitó en ese 1972 que fue el inicio de tantas cosas para los Lakers: nadie como él padeció el dominio de los Celtics, hasta el punto de dejar de vestir prendas verdes porque sólo le traían frustración. West fue, en aquella sonrojante derrota en las finales de 1969 en la que los globos colgaban del Staples, el primer y único jugador de un equipo perdedor en ser nombrado MVP.
GAIL GOODRICH (25)
El base angelino, formado en UCLA, fue también protagonista de aquellos Lakers de Bill Sharman y el siguiente en ver su camiseta en el cielo del entonces Forum de Inglewood. Máximo anotador de la temporada 72, en su primera etapa en Los Ángeles había sido suplente de West para regresar como imprescindible. Todavía se mantiene en la franquicia su récord de más tiros libres anotados de carrerilla (40).
KAREM ABDUL JABBAR (33)
El señor de todos los récords, el mago del Sky Hook, se retiró con 42 años como el máximo anotador, taponador, reboteador defensivo y el que más partidos y minutos disputó de la historia de la NBA. Hace unas semanas, LeBron James pulverizó su marca de puntos. Nadie ha ganado más MVP (6) ni disputado más All Star (19). Como Lew Alcindor ya había ganado un anillo con los Bucks, pero sumó cinco más con los Lakers, parte imprescindible del Showtime de los 80. Su mítico 33 fue colgado del techo del Staples en 1989, poco después de disputar su partido 1098 con los angelinos.
MAGIC JOHNSON (32)
Precedido de un increíble aura tras su paso por Michigan State y sus duelos tempranos con Larry Bird, una rivalidad que iba a cambiar para siempre la NBA, Magic aterrizó en los Lakers haciendo honor a su apodo: con 20 años logró el primero de sus cinco anillos relevando a la estrella del equipo, Abdul Jabbar, lesionado, en la final. Él fue el Showtime, quien lideró las venganzas contra los Celtics y su leyenda aumentó cuando el sida precipitó su retirada de las canchas. Su 32 pasó a la eternidad en febrero de 1992 -en el descanso de un partido contra los Celtics, nada es casualidad-, en una ceremonia agridulce, pues no fue deseado. Ocurrió meses antes de los Juegos de Barcelona y ese adiós con el Dream Team. Aunque con ella encima, aún disputó 36 partidos en su efímero regreso en 1996.
JAMES WORTHY (42)
Otro imprescindible de los 80, ¿quién puede olvidar la elegancia y los coast to coast de aquel alero con gafas y rodillera? El 42 del MVP de las Finales de 1988 -ese tremendo triple doble en el séptimo partido: 36 puntos, 16 rebotes y 10 asistencias- fue retirado un año después de su adiós, en 1995. En 12 temporadas, todas con los Lakers, Worthy ganó tres anillos y fue siete veces All Star.
SHAQUILLE O’NEAL (34)
El pívot de Newark es un icono de los 90 y con los Lakers logró -junto a Kobe y su tormentosa relación, una lucha de egos que tuvo que encauzar Phil Jackson– el Three Peat (campeones en 2000, 2001 y 2002). Había llegado a Los Ángeles con 24 años, después de cuatro temporadas en los Magic, como una de las grandes adquisiciones de la historia de la agencia libre. Después, ganaría un anillo más con los Heat y se arrepentiría de no haber reconducido su relación con Bryant: «Debí haber llamado a Kobe, ya no le volveré a ver nunca».
JAMAAL WILKES (52)
Otro protagonista de los primeros 80, su camiseta fue retirada en 1992. Cuando llegó a Los Ángeles, ya había ganado un anillo con los Warriors. Después sumaría tres más en casi una década de púrpura y oro. Fue tres veces All Star y promedió 18,4 puntos en sus ocho campañas en el Staples.
GEORGE MIKAN (99)
El 99 del legendario pívot (miope, de padre croata y madre lituana, sus 208 centímetros eran toda una rareza en la época) es la única camiseta que cuelga en el Staples que nunca disputó un partido en Los Ángeles: sus siete temporadas Lakers transcurrieron en Mineápolis. Quizá la primera gran estrella de la NBA -legendario es aquel cartel que le anunciaba en el Madison Square Garden:«Tonight, George Mikan versus Knicks»-, ganó cinco anillos en seis años a finales de los 40 y principios de los 50. En sus siete temporadas, promedió 23,1 puntos y 13,4 rebotes en una época en la que las estadísticas no eran prioridad. Su camiseta no fuera retirada hasta hace unos meses.