Vuelta a España
El australiano logró la victoria en la cuarta etapa, que unió la montaña de Andorra La Vella con la costa mediterránea de Tarragona, un trayecto que mantuvo a Evenepoel como líder
Día marcado para el esprint y pronóstico cumplido. Kaden Groves (Gympie, 24 años), se llevó el primer esprint en la cuarta jornada, que unió la montaña de Andorra La Vella con la costa mediterránea de Tarragona, un trayecto de 184,6 km . El ciclista “aussie” batió en un interesante duelo al colombiano Juan Sebastián Molano (UAE).
La tercera plaza fue para el belga Edward Theuns (Lidl Trek), todos con un tiempo de 4h.05.41, a una media de 45,1 km/hora. No faltaron las caídas. Una a 4 km de meta que afectó al portugués del Movistar Ruben Guerreiro y al colombiano Santiago Buitrago (Bahrain), y otra a 800 metros de meta que cortó el grupo delantero.
Los favoritos entraron en el mismo paquete, pasando página en una jornada que esta vez no tuvo acontecimientos “extraños”. Evenepoel guardó la roja sin problemas, aunque su idea es cederla cuanto antes para no castigar a su equipo y evitar los trámites propios de un líder: ceremonia del podio, atención a la prensa, etcétera, etcétera.
El campeón del Mundo de crono, quien recibió disculpas en Andorra por parte de la organización por su caída en la meta de Arinsal, mantuvo las diferencias: 5 segundos a Enric Mas (Movistar), 11 al francés Lenny Martínez (Groupama), 31 a Vingegaard (Jumbo), 37 a Roglic y 38 a Juan Ayuso (UAE).
ESCAPADA SENTENCIADA DE ANTEMANO
Después de las tempestades, meteorológicas y de otros aspectos organizativos, por fin llegó la tranquilidad a la Vuelta con la primera cita de esprinters. Desde la montaña andorrana hasta Tarragona, un trayecto que cumplió el habitual esquema de escapada consentida y controlada, persecución, neutralización y desenlace por velocidad.
La fuga la protagonizaron los españoles Ander Okamika (Burgos-BH), habitual en este tipo de aventuras, y David González (Caja Rural-Seguros RGA), ambos “obligados” a dejarse ver, recurso necesario para los equipos invitados para participar en la Vuelta. Ambos se marcharon de inicio junto al argentino Sepúlveda (Lotto Dstny), ataviado con su flamante jersey de lunares azules que distingue al líder de la montaña.
De la persecución se encargaron los equipos con aspirantes a una victoria al esprint, como el Alpecin de Kaden Groves, el UAE de Molano o el DSM de Alberto Dainise. Todos ellos con “un plan establecido” para no dejar escapar una de las 5 oportunidades que van a tener los esprinters en esta edición.
No se puso nervioso el pelotón ante la llegada de las dos únicas dificultades del día. Los 171 corredores que perseguían a los 3 fugitivos con viento favorable, se dieron tregua hasta el momento de activar el protocolo del esprint.
Un paseo programado. Sepúlveda sumó puntos en el Alto de Belltall (3a, 9,3 km al 3,7) y Coll de LIlla (3a, 5,2 km 4,9) y consolidó sus lunares. Relax para el argentino, quien se dejó cazar antes que sus dos compañeros de fatigas. A 19 km el bloque rodada en perfecta unión.
MOLANO LANZA EL ESPRINT
Otra etapa comenzaba en ese momento, la que debía otorgar la gloria al mejor velocista. La anchura de la carretera permitió que muchos equipos colocaran a encargados de la aproximación. Comenzaron los nervios habituales, la pelea por la mejor posición de los “guepardos”.
En plena refriega llegó la primera caída a 4 km de meta. Quedó eliminado para la victoria uno de los favoritos, el francés Bryan Coquard, y tocados Buitrago y Guerreiro. No se detuvo la maquinaria, ya imparable hasta Tarragona.
El UAE trabajó para colocar a Molano, y el colombiano fue el primero en mostrar sus cartas atacando de lejos en la recta de llegada. Pero se pegó a su rueda Kaden Groves, quien dijo en la salida que había preparado “un plan” para ganar. El “aussie” remontó metro a metro y alzó los brazos como primer emperador del esprint en la Vuelta 2023.
Y lo hizo en su tierra talismán, pues Groves tiene en su palmarés 3 etapas en la Volta a Cataluña, 2 de ellas logradas esta temporada. También hizo doblete en la Vuelta. Venció en el Cabo de Gata en 2022, y en el Giro abrió su palmarés este año en Salerno. El plan le salió a la perfección.
Este miércoles la quinta etapa unirá las localidades de Morella y Burriana a través de 186,2 km de recorrido. Una única dificultad, el Collado de Ibola (2a, 11,4 km al 3,9), con la cima a más de 50 km de meta. Otra oportunidad para una fuga o esprint.