Jorge Maqueda, el bromista que ahora es imagen de la España más seria: “No podía ser tan basto”

Jorge Maqueda, el bromista que ahora es imagen de la España más seria: "No podía ser tan basto"

Europeo de Balonmano

Actualizado

“Hubo un momento en el que vi que o cambiaba mi estilo o no seguiría al máximo nivel”, admite el lateral, que representa la transformación de la selección.

Maqueda, en el pasado Mundial.Michael CampanellaGETTY

Hace una década, Jorge Maqueda era un torrente de energía que se llevaba por delante a tres rivales en cada jugada, encendía al público, gritaba a los árbitros, contaba cuatro chistes a los micrófonos en zona mixta y acababa celebrando un Mundial dando una vuelta en calzoncillos por el Palau Sant Jordi.

Ahora Jorge Maqueda es el estilista que siempre busca el pase de más, que atempera los ánimos de sus compañeros y que ante los micrófonos se muestra formal, incluso serio, flequillo hacia un lado. Ha cambiado él, claro, ya tiene 35 años, pero es que ha cambiado todo.

La transformación de Maqueda representa la transformación de la España de balonmano masculino. En los últimos años, una selección sobria, firme, incapaz de fallar. De aquella histórica ausencia en los Juegos de Río 2016 no queda nada. Ahora toca asegurar la plaza para los Juegos de París 2024 y no hay dudas. Quizá gane el Europeo que empieza este viernes ante Croacia (20.30 horas, Teledeporte) y logre el billete directo o quizá gane en el Preolímpico de marzo. No parece que haya lugar para otra cosa.

Los motivos del cambio

«Ese es nuestro espíritu ahora. La selección ha cambiado. Siempre hemos intentado jugar en equipo, pero ahora más que nunca. Es muy raro que alguien marque 10 goles en un partido, que alguien haga la guerra por su cuenta y, por eso, también es muy raro que fallemos a lo grande», analiza Maqueda con un autor del cambio en la cabeza: el seleccionador Jordi Ribera. «Sí, sí, él marca mucho el rol de cada uno dentro del equipo y cómo debe asumirlo», dice.

Con el entrenador que llegó en 2016 -ahora ha renovado hasta 2028-, España acumula cinco torneos consecutivos entre Juegos, Mundiales y Europeos alcanzando las semifinales y todos saben lo que tienen que hacer. Aunque a algunos, como a Maqueda, les costó alcanzar ese punto.

Estuvo casi tres años sin jugar los grandes torneos con la selección.
Hubo un momento en el que vi que o cambiaba mi forma de jugar o no seguiría al máximo nivel. No sólo en la selección, también en mi club. No podía ser tan basto. El jugador que era antes no cuadraba en el estilo de ahora y además acumulaba mucha fatiga. Tenía que reinventarme , que adaptarme sí o sí.

De aquellas ausencias entre 2016 y 2020, esta templanza. «Ahora intento ser la voz de la experiencia, aunque nadie se lo cree», comenta entre risas. Con Alex Dujshebaev como referente para todos los compañeros, Maqueda ha aceptado su rol de veterano, como Joan Cañellas o Ángel Fernández.

El papel de España

Como siempre, por su falta de estrellas internacionales, España aparece en el Europeo fuera de las favoritas, pero ya sabe de qué va ese papel. «Nunca nos hemos creído superiores y así nos ha ido bien», recuerda Maqueda que sabe, además, del difícil camino de la selección. Al debut ante Croacia, una cita clave, le seguirán partidos ante Rumanía y Austria y después, en la segunda fase, deberá jugarse dos plazas para semifinales con Francia, la anfitriona Alemania o Islandia. En el otro lado del cuadro, a Dinamarca, Suecia o Noruega les esperan enfrentamientos más asequibles, a priori. El campeón del torneo va directo a los Juegos Olímpicos de París 2024, lo que marcará la exigencia de todos los encuentros.

«Todos tenemos presente el tema de la clasificación para los Juegos Olímpicos, no te voy a engañar. Yo he ganado un Mundial y un Europeo. ¿Qué me queda? El oro olímpico. Es la esencia del deporte, siempre quieres más. En los Juegos de Tokio todos acabamos muy contentos con el bronce, pero nos vimos tan cerca de ganar, tan cerca, que ahora no nos quitamos de la cabeza ir más allá», finaliza Maqueda, el ejemplo de un cambio.

Cuando llegó España era como es él: impulsiva, tan pronto podía ganar el Mundial que perderse unos Juegos Olímpicos. Ahora España sigue siendo como es él: tan fiable que cuesta mucho imaginarla fuera de la lucha por las medallas en el Europeo que empieza hoy.

kpd