Júlia Strappato y una historia de amor entre España e Italia: “Jugaba al fútbol, pedí el cambio y dije: ‘Quiero el stick'”

Júlia Strappato y una historia de amor entre España e Italia: "Jugaba al fútbol, pedí el cambio y dije: 'Quiero el stick'"

Su padre, Daniele Strappato, era campeón de Italia de remo y apuntaba a olímpico. Su madre, Anna Garreta, jugaba al hockey hierba en Terrassa. Gracias al trabajo de ella, la pareja se conoció en el pueblo de él, Ispra, cerca de Varese, a orillas de Lago Maggiore, pero el trabajo se acabó, ella regresó, se enviaron cartas y, meses después, quedaron «a medio camino más o menos», en Cadaqués. Había que decidir qué hacer, si seguir juntos o no, dónde vivir y, de alguna manera, qué país se llevaría una medalla en los Juegos de París 2024. ¿Cómo?

Si hubieran optado por formar una familia en el norte de Italia, posiblemente hoy su hija Júlia sería remera y candidata al podio olímpico con la azzurra. Pero decidieron instalarse en Terrassa y por eso hoy su hija Júlia es referencia de la selección española de hockey hierba que apunta a sorpresa este verano. De momento, ya tienen plaza, conseguida hace 15 días, este enero, gracias a un gol en los penaltis de Strappato.

Gorka LoinazAraba

«Veraneo mucho en Italia, con la familia de mi padre, pero nunca me ha dado por el remo. De pequeña combiné el hockey con el fútbol, estuve cuatro años, pero al final en un partido de fútbol pedí el cambio y dije: ‘Quiero el stick’. El hockey me parece más complejo, un mayor desafío, más divertido», explica Júlia Strappato en conversación con EL MUNDO en Terrassa donde no hay casas sin sticks. Strappato, de hecho, tiene un tío, Xavi Ribas, que fue plata en los Juegos de Tokio 2008; una tía, Maite Garreta, que también fue internacional; y primos en las categorías inferiores de la selección.

Tenía ocho años entonces. ¿Recuerda ver la final olímpica que jugó su tío?
No, no recuerdo la final, pero sí el recibimiento que le hicieron. Mi tío me puso la medalla, que pesaba muchísimo y yo pensaba: ‘Qué guay tiene que ser ganar en unos Juegos’.

Y en ello está. Desde el cambio de seleccionador el pasado verano, con la llegada del actual, Carlos Cuesta, Strappato se ha asentado como la mediapunta titular, la que distribuye la bola. A sus 24 años, con la selección desde los 19, París será el lugar para brillar y buscar la segunda medalla de la selección española femenina en hockey hierba tras el oro de Barcelona 1992. Por eso tanto ella como sus compañeras han sacrificado trabajos y años de carrera: vienen concentraciones, muchas concentraciones.

De Biomedicina a Diseño de interiores

«El año olímpico hay que vivir el hockey las 24 horas del día. Todas nos hemos organizado para no fallar en la selección, además de seguir en nuestros clubes. El hockey es un deporte amateur, a veces me he planteado salir a jugar fuera, pero no ahora. Me he dejado asignaturas de las carreras y me he guardado el máximo tiempo posible para estar lista», explicaba la jugadora del Junior de Sant Cugat, el vigente campeón de la Liga Iberdrola.

Strappato empezó Biomedicina en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), pero el futuro en un laboratorio le agobiaba y por eso decidió el cambio: ahora se prepara para ser interiorista en la Escola Municipal d’Art i Disseny de Terrassa. «Era mi hobbie, leía mucho sobre diseño de interiores, veía muchos programas y al final pensé: ¿Por qué no»”, comenta sobre el reciente cambio.

Y una curiosidad para acabar: ¿Por qué no le dejan nunca escoger la música en el vestuario?
[Ríe] Es que en eso soy la rara de la selección. No me gusta el reguetón. Prefiero la música de los años 70, escucho Barry White, Gloria Gaynor, Bruce Springsteen… Es lo que escuchaba mi madre. Cuando yo era pequeña, ella siempre me decía que las canciones de antes contaban historias y las de ahora no y la verdad es que tiene razón. Ahora compartimos la música que nos gusta.

kpd