El jugador malagueño relata en una entrevista en Marca cómo fue su abrupta salida del Sevilla en diciembre de 2022.
Sin equipo desde su abrupta salida del Sevilla en diciembre de 2022, Isco Alarcón (31 años) rompe un silencio de cinco años en una entrevista al diario Marca en el que desvela algunos episodios desagradables que vivió la temporada pasada. El centrocampista destaca por encima de todo el enfrentamiento con Monchi, que era director deportivo del conjunto hispalense, que llegó a la violencia física.
En el primer capítulo de la entrevista, el futbolista malagueño cuenta cómo fue su llegada a Sevilla el verano pasado de la mano de Lopetegui: “Me llamaba y me decía que me quería… Al final Lopetegui es uno de los entrenadores con los que mejor he estado y mejor rendimiento he tenido. Yo tenía otras ofertas de Italia, pero consideré que era un paso bueno en mi carrera…”.
Pero todo se torció en octubre cuando despiden al entrenador y se aproximaba el mercado de invierno. “Llamaron a mi representante para buscarme una salida, sin hablar nada previamente conmigo, así que, en cuanto me enteré fui a hablar directamente con Monchi”, relata Isco. “Le dije: “Oye, me ha llegado esto, no sé qué pasa, no sé si me queréis, si no me queréis… Sé sincero conmigo y lo arreglamos sin problemas. Estoy a vuestra disposición”, continúa. “Tras esa conversación, Monchi fue diciendo que yo me quería ir, algo que no era cierto”, explica.
Enfrentamiento
Entonces llegó el durísimo choque entre ambos. Isco volvió a hablar con el director deportivo: “Le dije que era la persona más mentirosa que me había encontrado en el mundo del fútbol y me agredió. Vino hacia mí, me cogió del cuello, nos apartamos y ya nos tuvieron que separar del todo. Como comprenderás, tras eso, yo no quería seguir ahí bajo ningún concepto”, relata el ex jugador del Real Madrid.
En ese momento la frustración se apodera de Isco, que rompió su contrato con el Sevilla en diciembre: “Llevaba cuatro meses en Sevilla, después de una mudanza con tres niños… Y entonces te ves de repente con las dudas de ver qué va a pasar, a dónde vamos a ir, los colegios… Es complicado, pero hay que ser fuerte y mirar hacia adelante”. Luego llegó un intento frustrado de fichaje por el Unión Berlín en el mercado de invierno y diversas ofertas sin concretarse.
Ahora Isco se entrena en solitario a la espera de “un proyecto en el que pueda tener una continuidad, un equipo que quiera jugar al fútbol con un estilo asociativo, divertido… Estoy en un momento de mi carrera en el que, tras ganarlo todo, lo que quiero ahora es disfrutar”. Para el malagueño el dinero no es prioritario: “Tengo y tuve muchas ofertas de Qatar y Arabia, con grandes cantidades, pero yo quiero jugar, competir y divertirme”.