Higgins hipnotiza a un Real Madrid sin respuesta

Higgins hipnotiza a un Real Madrid sin respuesta

Real Madrid 78 Barça 87

Actualizado

El alero del Barça resuelve el clásico ACB en un último cuarto (14 de sus 18 puntos ahí) en el que, junto a Laprovittola, resultó imparable

Higgins, ante Abalde.ACB PHOTO

Como en los viejos tiempos, Cory Higgins resultó demasiado para el Real Madrid. Sólo las lesiones han apagado el fuego de un alero sin igual en Europa. Llegó la hora de la verdad y el ahijado de Michael Jordan se apoderó del escenario, hipnotizando a un rival sin respuesta a sus talentos ofensivos. El tercer clásico de la temporada fue de nuevo para un Barça que empieza a olvidar las afrentas del final de la pasada temporada. [78-87: Narración y estadísticas]

La calidad decantó la balanza. La de Higgins y la de Nico Laprovittola, una pareja exterior que parece que acaricia el baloncesto. A ellos se entregó Jasikevicius -Mirotic, que regresó hace unas semanas de su larga lesión, no apareció esta vez en el final-, que volvió a saborear el triunfo en el territorio del eterno rival, al que iguala en lo alto de la Liga Endesa. 23 puntos de la pareja (todos los del último cuarto menos una canasta con todo ya decidido de Kalinic), penetraciones como dagas al corazón de un Madrid sin colmillo, que desapareció donde no solía, en la recta de meta. Dzanan Musa no estuvo a la altura en ese momento clave y mucho menos un Hezonja totalmente desenfocado toda la noche.

El clásico navideño, una tradición, es el primero de los muchos por venir, promesa de batallas que serán (en 24 días, la próxima, mismo escenario, pero en Euroliga; dentro de nada, la Copa), pero aún con una rivalidad con sordina. Si es que eso, en un Madrid-Barça, es posible. Más con el WiZink hasta la bandera. Quizá eso -o el agotamiento del calendario sin respiro- explique un amanecer sin defensas, 53 puntos entre ambos rivales que se encontraban con pasillos irreales. Sólo fue un espejismo inicial.

Vesely vs Tavares

Pero era el Barça el que ya parecía encontrarse más cómodo, con Vesely sólido en la pintura y los triples como buen aliado. Por un momento pareció incluso que amenazaba con romper (30-37), aunque un par de fallos en lanzamientos liberados y la irrupción de Sergio Rodríguez (que lo cambió todo sin necesidad de lanzar a canasta) y, sobre todo, Tavares lo frenaron en seco. Sigue siendo demasiado inescrutable el africano para Jasikevicius, lejos ya aquellas heridas que le producía con Sanli abierto. Al descanso la igualdad era la norma, pero siempre queda Llull. Por increíble que parezca, con menos de tres segundos y sacando de campo propio, volvió a acertar desde el medio del campo. Las mandarinas siguen en 2023; hasta a Jasikevicius se le escapó la media sonrisa de la impotencia.

Ese de Llull había sido el segundo triple del Madrid, que regresó con la energía renovada. La batalla era cuestión de pequeñas inercias, como si ninguno de los dos púgiles tuviera aún las herramientas listas para la consistencia total. Tavares era el elemento diferencial, pero falló hasta cinco tiros libres en el tercer acto, cosa rara en él. Laprovittola, por su parte, fue el que sostuvo ahora al Barça, que acudió a la recta de meta tras un esperanzador parcial de 0-10 (57-62).

El Madrid había llegado a ese entretiempo como un boxeador sonado a su rincón. Era como si de repente hubiera entrado en un laberinto y eso que Mirotic, con tres faltas, descansó en ese tramo y para los restos. Pero había aparecido un elemento inesperado, los rebotes ofensivos, tan silenciosos como dañinos, de Óscar da Silva. El alemán, ex del Alba, fue la primera de las claves.

Un triple de Higgins y otro de Laprovittola y varias penetraciones en una alfombra cómoda, encendieron definitivamente la alarma roja en el Madrid (69-77, min. 37). Antes había sido el Chacho el que rescató a Chus Mateo, pero ya no iba a haber rastro de él. Como si Higgins hubiera realizado un hechizo, todo se acabó en el Palacio. Chus Mateo no supo qué hacer y ni los legendarios ramalazos de amor propio de las remontadas aparecieron esta vez.

kpd