Filipe Luis o cómo superar a tu “padre” futbolístico: cuatro títulos en 14 meses, autoridad y tan competitivo como Simeone

Filipe Luis o cómo superar a tu "padre" futbolístico: cuatro títulos en 14 meses, autoridad y tan competitivo como Simeone

Resulta curioso que Diego Simeone no viera a Filipe Luis como técnico. El argentino le consideraba entusiasta, dicharachero “pero no entrenador”. Sin embargo, en apenas un año, el brasileño, que estuvo en sus filas durante siete temporadas como jugador, ha querido llevar la contraria al que considera un “mentor”. “Es como un padre para mí. Hoy estoy sentado aquí porque él me inspiró, cambió mi vida y le estoy muy agradecido. Le deseo lo mejor porque le quiero mucho”, respondió el de Flamengo que hoy, pese a la derrota en la Copa Intercontinental ante el PSG en los penaltis, dispone de mejores cifras que su maestro.

Es Filipe Luis un técnico que ha caído de pie. Desde su llegada a Flamengo en sustitución de Tite, despedido pese a que su porcentaje de victorias se elevaba en el conjunto brasileño hasta un 65%, su equipo ha sido una apisonadora. Y eso que llegó en un principio como interino ya que entrenaba al sub-20 y su posición parecía provisional. Pero el alumno ha superado a su maestro. Filipe Luis mantiene una media de 2,20 puntos por partido frente al 1,90 de Simeone. “No te hace mejor futbolista, te hace mejor competidor”, expresó el brasileño del argentino para luego añadir “eso es lo primero que quiero conseguir como entrenador”.

Pero estos números no son pura estadística, Filipe Luis ha conseguido generar un espíritu competitivo inigualable en su club y lo ha reflejado en títulos pese a las derrotas en el Mundial de Clubes y la Intercontinental, esta en los penaltis. En tan sólo 14 meses ha logrado todos los campeonatos posibles para un club brasileño. Comenzó con una Copa nada más llegar y luego llegó la Liga. La consiguió con 40 años el 3 de diciembre de 2025. La misma fecha en la que justo dos años antes se despidió como jugador profesional en Maracaná.

Para el recuerdo quedará el tuit del equipo rojinegro tras ganar la Libertadores ante el Palmeiras en el que el club escribía: “Gracias Atleti”, con las fotos del técnico y de Saúl, canterano rojiblanco que había llegado esta misma temporada al equipo carioca. Era el noveno entrenador que lograba el gran título sudamericano de clubes habiéndolo conseguido también como jugador. Además, ponía al Flamengo como único club brasileño con cuatro entorchados.

Las únicas derrotas de Filipe como inquilino del banquillo carioca se han producido en el Mundial de Clubes, donde se esperaba más del campeón brasileño, y la del miércoles en la Copa Intercontinental. Esta última no se puede considerar como tal puesto que el encuentro terminó en empate. Y, si no fuera por el desempeño heorico de Safonov, que paró cuatro penaltis, quizás no estaríamos hablando de esta derrota y sí de un título heroico ante el campeón europeo.

Pero, pese a que el Cholo no le viera en su momento, el jugador de Depor, Atlético, Chelsea y del propio Flamengo ya mostraba señales respecto al interés por las cuestiones tácticas del fútbol. El defensa siempre encargaba vídeos al equipo técnico de los partidos que jugaba para revisar su posicionamiento en el campo y sus respuestas ante las diversas fases del juego y también era de los primeros que reposicionaba a sus compañeros si veía que no estaban bien colocados. De hecho, se cuenta que en su última etapa, ya como veterano del Flamengo, se quedaba con los canteranos entrenando para enseñarles disposiciones tácticas, pero no de una manera autoritaria sino didáctica, para que aprendieran el porqué de las acciones.

Autoridad y competitividad

Pero la actitud en el banco del brasileño no es sólo didáctica, pese a su juventud Filipe Luis ya ha dado muestras de autoridad ante las pequeñas rebeliones que se le han podido formar en el vestuario. Primero en la final de Copa cuando sólo llevaba un mes en el cargo con el ídolo del equipo, Gabriel Barbosa, Gabigol, al que le dijo: “Me respetas, chaval”. Jugador que terminó por salir del club a la siguiente temporada. Y este curso tuvo otra cuita con Pedro al que acusó de “entrenar mal”. “La actitud de Pedro esta semana rozó lo deplorable”, llegó a decir en rueda de prensa.

Es esa combinación y sus conocimientos del juego, claro, que desarrolla a través de un 4-2-3-1 con gran presencia ofensiva de sus laterales, en recuerdo quizás a su desempeño en el campo, le convierten en uno de los futuribles al banquillo del Atlético cuando el Cholo decida poner fin a su etapa como rojiblanco. Gusta en el Metropolitano y gusta en Europa por sus números (66 victoria en 100 encuentros) su fútbol, por su personalidad y su capacidad de motivación de los jugadores. Partido a partido.

kpd