No importa lo bueno que sea algo. Si se repite muchas veces en nuestra vida deja de ser sorprendente, nos acostumbramos a ello, lo devaluamos. Cuando arrancó esta temporada de Fórmula 1 hace dos meses, que Fernando Alonso hiciese un podio con Aston M
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El golf saca lo peor y lo mejor de Sergio García. Quizá sea una cuestión de momentos y circunstancias: las del fin de semana pasado en el Open de España no fueron las mejores para el de Borriol. Terminó frustrado y con ganas de desconectar, en las vacaciones más largas que García se va a tomar desde que empezara como profesional allá por el año 1999. En más de 25 años de carrera, el golf le ha dado todo a García, aunque el ganador del Masters de 2017 acaba de devolverle a este deporte un trocito de esa gloria: ha hecho con su primer diseño de un campo en Europa, La Torre, en Comporta, Portugal.
El diario EL MUNDO fue uno de los 88 privilegiados invitados venidos desde todos los rincones del mundo que pudieron 'jugar oficialmente 'el primer campo firmado por García, y la primera reacción fue sorpresa. La nueva faceta del golfista de Borriol no desmerece su inmenso palmarés, donde García brilla como el mejor jugador en la historia de la Ryder Cup.
Comporta va camino de ser el sitio de moda del sur de Europa, los 'Hamptons portugueses', como lo llaman, donde los hippies se entremezclan con familias de la realeza. En la kilométrica playa de arena blanca hay sitio para todos. Aquí todo lleva la palabra 'eco' por delante, y los paisajes transcurren entre inmensos pinares, arrozales y dunas. Su ubicación es estratégica: a una hora de Lisboa por carretera y a poco más de seis de Madrid.
La primera visión del campo teletransporta a otros escenarios. Podríamos estar en Escocia o Irlanda, o recordar a Brandon Dunes, según la crítica, uno de los mejores campos modernos del mundo ubicado en Oregón (Estados Unidos). Precisamente su diseñador, el escocés David McLay-Kidd, es autor del primer campo del complejo de Comporta, Las Dunas, que en solo dos años de vida se ha convertido en el mejor de Portugal. Eso, si cabe, añadía más presión al novato diseñador español, pero como en sus buenos momentos en los partidos más complicados de la Ryder, García dio también la cara creando una primera obra maestra. La Torre tiene 6.575 metros desde las barras de atrás y es par 72. El diseño es variado y competitivo y, según nos confirma el propio protagonista, tiene una cierta inspiración en Valderrama.
Imagen del campo de La Torre, en Comporta, Portugal.EM
«Obviamente Valderrama es mi campo favorito y es uno de los que más me fijo. No es fácil conseguir el tipo de árboles y movimiento que tienes allí, pero sí tiene algunas referencias. Los greenes no son grandes. Conseguir que haya movimiento, pero que tengas velocidades buenas, poder tenerlo a 12 y 13 pies de velocidad. Intento meter un par tres cortito que le da mucha personalidad al campo, un par cuatro que se pueda llegar de una, e intentar variar un poco».
La calidad de la tierra, la profusión de búnkeres y zonas arenosas le dan una estética única al recorrido, nada igual en el sur de Europa. Al día siguiente de la inauguración, un grupo de aficionados americanos ya esperaba ansioso su tee-time para estrenar el nuevo recorrido. «Sí, me han preguntado mucho en Estados Unidos», confesaba Sergio. Curiosamente, el primer diseño europeo del español será en nuestro país vecino y después vendrán otros en Mayakoba (Cancún, México) o Baréin.
García reconoce que le gusta esta nueva faceta, en la que se apoya gracias a un gran equipo, en concreto el que siempre ha trabajado con otro grande de nuestro golf, José María Olazábal, que también destaca en su faceta de arquitecto del golf. La primera experiencia de García fue al lado de Greg Norman cuando fue consultor en su diseño de uno de los campos de TPC San Antonio (Texas), en el año 2010. También pudo participar junto con IMG en otro campo cerca de Beijing (China).
A Torre, en Comporta, todavía le falta hacerse, completar servicios como la casa-club, pero el estándar apunta ya a miras muy altas, en poco tiempo será una referencia para los amantes de este deporte.
¿Cómo parar un tren de alta velocidad? Con esa pregunta se fueron los italianos del AufSchalke Arena después de ver cómo Nico Williams hundía a Di Lorenzo y le hacía pensar en lo que pesan 30 años cuando un descarado jovenzuelo se empeña una y otra vez en someterte a un calvario. No había ayuda posible que consiguiera que recuperara la cintura cada vez que el extremo del Athletic le encaraba. "Es lo que me pide el míster, que encare y sea yo mismo, y eso es hecho", contó el jugador tras recibir el galardón al mejor jugador del partido (MVP), sustituyendo a Fabián, que lo fue en el debu.
"Sabíamos que iba a ser difícil porque Italia se junta bien, pero hemos tirado mucho", añadía antes de confesar que encontró un socio inesperado en Cucurella. "Me entiendo a las mil maravillas con él".
En la primera fila, disfrutando de este baño a Italia, estaba el Rey Felipe VI, que viajó a Gelserkirchen para presidir el partido y fue recibido a pie de estadio por el presidente de la RFEF, Pedro Rocha. "Este equipo puede hacer grandes cosas", contó el monarca tras pasar por el vestuario, donde confesó que había "mucha fiesta" y se transmitía un mensaje: "Hay que seguir así".
"Ha sido un partido espectacular, con dominio del campo en todos los momentos, aunque el gol no haya sido posible, porque ha sido en propia puerta. Espero que haya muchos goles más de los nuestros", resumió. "Ha sido muy agradable", resumió el propio Pedro Rocha.
La presencia de Rocha no pudo ser evitada por el Gobierno, aunque lo intentó. La UEFA ampara al presidente federativo y en Gelsenkirchen quedó claro que los intentos por restarle protagonismo han sido en balde. Ni siquiera el presidente del CSD, Rodríguez Uribes, estuvo en la primera fila de autoridades, y no fue porque no lo intentó a través de todas las vías posibles. De Vicente del Bosque, presidente de la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación, nada se sabe.
El sentimiento de equipo
Uno que vivió con desesperación fue Spalleti. El técnico toscano se encaró con el banquillo español en una falta de Di Marco a Le Normand. "Tira para tu banquillo", le vino a gesticular De la Fuente, bien tranquilo porque su equipo bailaba a la todavía campeona de Europa. "Esto es gracias a los jugadores, que no se cansan de tener ambición. El sentimiento de equipo es la clave", dijo el seleccionador.
"Tenemos muchísimo talento, no me canso de decirlo. Yo no dormiría si fuese el míster por la cantidad de alineaciones que puede hacer", reflexionaba Morata. Ni siquiera se dio un respiro España en ataque y por eso vivió tranquilo Laporte pese a que tenía que encararse con Scamacca, un león al que convirtió en gatito.
Williams dribla a Di Lorenzo durante el partido.P-DE MELOAFP
Fue el central la única sorpresa del once de Luis de la Fuente, que recuperó la pareja con Le Normand porque Nacho, titular ante Croacia, arrastra molestias que le llevaron a llegar con retraso a la concentración en Essen porque se sometió a pruebas. Se lo guardó el seleccionador ante un partido exigente que acabó siendo más cómodo de lo esperado.
Nada más protegió el seleccionador. Apostó por Fabián, que se aprovechó de las ayudas de los centrocampistas italianos a las orillas, y se movió con tanta libertad que obligó a Donnarumma a sacar una mano decisiva para evitar el primer gol del partido. También maniobró Pedri a su antojo ante la mirada de Jorginho, otro al que la fecha de nacimiento se le notó, obligando a Calafiori a perseguirlo. Aseado estaba siendo el partido del central del Bolonia pretendido por la Juventus hasta que se convirtió en el protagonista involuntario del gol. Nunca habría imaginado sufrir tanto con esta España que, si bien huye de encasillarse en un estilo, está cada vez más claro a qué juega y la capacidad de dañar que tiene.
Susto y amarilla de Rodrigo
El único susto de la noche lo dio Rodrigo. Con una amarilla a la espalda del duelo ante Croacia, vio otra poco antes del descanso. Demasiado pronto para pensar que fue buscada porque el marcador aún marcaba el empate a cero, pero le obligará a descansar ante Albania el próximo lunes en Düsseldorf. No hay mal que por bien no venga, porque el capitán de España sufrió la entrada de Cristante en el arranque de la segunda mitad que le dañó la rodilla izquierda. Por un momento, la hinchada española enmudeció al ver cómo le hacían sobre el mismo césped pruebas en la articulación. Se alzó, correteó, se tocó pero aguantó todo el partido sin resentirse.
La lealtad debida a Aston Martin, el equipo que le impulsó ocho veces al podio en 2023, le hace guardar las formas ante los micrófonos, pero Fernando Alonso no ceja en su empeño de buscar nuevos horizontes. El jueves, el asturiano señaló a la escudería de Silverstone como primera opción de futuro, aunque su prioridad real siga siendo un equipo con el que acercarse a las victorias a partir de 2025. Así lo ha venido contando en privado Fernando durante las últimas semanas.
Con 21 temporadas de experiencia en la F1, Alonso pretende evitar cualquier paso en falso antes del verano. "No quiero precipitarme", adelantó durante su comparecencia ante los medios en Melbourne. "No dictarán mi destino", añadió, con una asertividad poco habitual en el paddock. Desde luego que Lawrence Stroll, propietario de Aston Martin, sigue empeñado en ampliar el contrato de su estrella, pero Alonso no va a hacer oídos sordos a los dos destinos más apetecibles. El problema para Fernando es que Red Bull y Mercedes, cada uno con sus argumentos, tampoco van a perder la razón por un piloto que el próximo 29 de julio cumplirá 43 años. De hecho, ambas escuderías, absolutas dominadoras durante la última década de Era Híbrida, cuentan con poderosos motivos para desestimar su fichaje.
El caso más evidente es el de las Flechas de Plata, con quienes Alonso mantiene una relación fluida, espoleada por Toto Wolff, su team principal. No obstante, el gigante alemán sigue muy dolido por aquella multa de 100 millones de dólares a propósito del Spygate y por la sentencia donde se la declaraba culpable de espionaje a Ferrari. Mercedes (y no McLaren) tuvo que abonar 100 millones de multa a la FIA por culpa de los dichosos correos electrónicos de Alonso y Pedro de la Rosa con información confidencial. Desde la sede central en Stuttgart, con el poderoso CEO Ola Kallenius al frente, aún no han podido olvidarse de aquel funesto episodio.
"GP2 engine!"
El desembarco en Red Bull, por su parte, también se oscurece para Alonso por distintas razones. En primer lugar porque, pese a la estruendosa crisis de las últimas semanas, los vigentes campeones aún mantienen en nómina a Max Verstappen. Esa mera continuidad ya hace inviable el fichaje, dado que nadie querría exponer a Mad Max a una feroz batalla ante el ovetense.
Pero si su asiento quedase libre, Alonso aún encontraría por delante un escollo llamado Honda, cuyo simple recuerdo ya le hace torcer el gesto. El aciago trienio 2015-2017, cuando los japoneses nunca supieron desarrollar un motor competitivo para McLaren, se saldó con apenas 123 puntos en 60 carreras y 825 posiciones de penalización. No sólo los aficionados recuerdan el lamento del español en Suzuka 2015. Tampoco los directivos de la marca nipona han olvidado aquel "GP2 engine!".
Honda apurará en 2025 su último año con Red Bull antes de embarcarse en una nueva alianza en solitario con Aston Martin. Por tanto, el hipotético desembarco de Alonso en el box energético debería contar también con el visto bueno de Koji Watanabe. Aunque nunca se pueda hablar de veto en sentido estricto, la opinión del jefe supremo de Honda Racing Corporation (HRC) dificultaría aún más la operación.
400 carreras en Las Vegas
La suma de estos factores pone de manifiesto una evidencia: el círculo de acción, cada día, se reduce un poco más para Alonso. Su amada Ferrari optó hace dos meses por Lewis Hamilton como compañero de Charles Leclerc. Y el resto de posibilidades, incluido el aterrizaje de Audi en 2026, se antojan menos ilusionantes que Aston Martin. Ahora mismo, la retirada representa la última opción para Fernando. Pero que sea la última no la convierte, desde luego, en descartable.
Por supuesto, Alonso aún se siente con fuerzas para seguir mejorando, pelear por los triunfos y llegar, en loor de multitudes, al GP de Madrid 2026. Un adiós en la capital representaría el epílogo perfecto. De momento, si nada se tuerce, el bicampeón se convertirá el próximo noviembre, durante el GP de Las Vegas, en el primer piloto de la historia con 400 grandes premios de F1 en su palmarés. Ahora queda por resolver si seguirá engordando esas cifras de leyenda a partir de 2025.