El niño Givanildo Vieira de Souza (Paraíba, 1986) recorría su casa de Campina Grande en Brasil levantando cosas para emular a su gran héroe. Un personaje del que se obsesionó tanto que pidió a sus padres que le bautizaran con su nombre. Sus progenitores, viendo las costumbres del pequeño, decidieron concederle su deseo. Pero a Givanildo, o Hulk, le ha faltado la fortaleza o la constancia en su carrera que su ídolo ha mostrado siempre en los cómics de Marvel o en la serie televisiva El Increíble Hulk que veía con fruición.
El delantero de 38 años afronta este sábado su última oportunidad de convertirse en el héroe que tanto ha elevado. No lo hará pintado de verde, sino con la camiseta del Atlético Mineiro, club brasileño al que llegó tras su aventura china en 2021. La Copa Libertadores, que le enfrentará al también carioca Botafogo, puede ser un broche de oro a una carrera extraña y con altibajos.
Ya es raro que un niño elija a Hulk como ídolo por delante de Superman, Batman o Spiderman, pero este brasileño nunca ha sido convencional, de hecho está casado con su sobrina política. Así, apenas jugó dos partidos en su país de origen antes de realizar una prueba con el Oporto, que le descartó “por gordito”. Así, el futbolista tuvo que emigrar a Japón donde comenzó a labrarse una gran fama de goleador. En el país del sol naciente jugó un total de 111 partidos en los que anotó 74 goles, 0,66 por partido.
El crecimiento del futbolista no fue sólo deportivo, en el que destacaba su velocidad y potente disparo, también físico. Givanildo transformó su cuerpo hasta asemejarlo al de su héroe. De ahí que compañeros suyos como Marcelo y David Luiz, compañeros de la canarinha en la que estuvo 9 años y con la que conquistó la Copa de Confederaciones en 2013, hayan dicho que “un codazo suyo te deja doblado” o que “hay que tener cuidado cuando toma carrera porque es como tratar de detener a una locomotora”. Recientemente se hizo viral un vídeo de un encontronazo con Franco de Paula Ferreira en el Brasileirao y del vuelo que dio el jugador del Uberlandia.
Sus números en Japón, le granjearon una nueva llamada del Oporto. Fue más una redención del presidente Pinto da Costa que del propio futbolista. Compraron sus derechos por 5,5 millones y en Portugal formaron una estrella mundial, que se compenetró a la perfección con otros grandes nombres como Falcao, pareja con la que marcó 74 goles en una temporada, o James Rodríguez.
En esos años, no sólo consiguió grandes títulos a nivel colectivo como varias ligas, copas y supercopas portuguesas así como una Europa League, sino que su rendimiento individual también le valió varias distinciones como su elección en el Top 10 Rising Stars de la UEFA. El futbolista estaba llamado a triunfar en un grande pero… nunca se dio o nunca quiso.
De su asombro futbolístico en Oporto, donde no todo fueron capítulos gloriosos y cabe recordar su mítica pelea en el túnel de vestuarios contra los jugadores del Benfica que le supuso una sanción de cuatro partidos, pasó al del mercado. Hulk eligió el Zenith de San Petesburgo como siguiente paso en su carrera, aunque toda Europa suspiraba por sus servicios.
Su fútbol se fue olvidando así como su gallarda figura y decidió convertirse en el fichaje más caro de la historia del fútbol chino. En aquellos años, antes de la burbuja económica futbolística que se formó a raíz del traspaso de Neymar al PSG, Hulk había sido uno de los jugadores que más dinero había movido en traspasos con 115 millones. Hoy está, por poco, entre los 50 primeros.
Con 35 años, Hulk decidió volver a Brasil, país en el que sólo había jugado 7 minutos como profesional en dos partidos. El delantero recaló en el Atlético Mineiro de Jorge Sampaoli y siguió haciendo lo que mejor sabe hacer que es marcar goles. Han sido 113 en 214 partidos, algo más de uno cada dos duelos y este año, junto con Deyverson, y con el mítico central de la liga española Gabi Milito a los mandos, es una de las grandes amenazas del equipo brasileño.
En la final de la Libertadores, Hulk deberá cambiar la historia, de los 50 duelos previos, el Botafogo ha ganado 24 por los 15 del Mineiro. En esta temporada, de hecho, ha vencido en un duelo y ha empatado el otro, pero en ambos partidos hubo expulsados, con lo que se prevé una final muy tensa. A fútbol y a golpes… Hulk tiene ventaja, pero deberá elegir su primera opción para honrar al héroe de su infancia.