Álvaro Morata fue dueño de un partido oscuro, pero completísimo. Poco antes de que Luis de la Fuente lo sacara del campo, se tiró al suelo para cortar un contragolpe de Koundé que hubiera cogido en inferioridad a España. El capitán, uno de los jugadores que más kilómetros corre en cada partido, se fue al banquillo, derrengado, en el minuto 75.
El delantero vivió, pues, el último cuarto de hora en el banquillo, sin las espinilleras, y preso de los nervios, como todos. Cuando el árbitro pitó el final, comenzó la celebración y, en mitad de ella, uno de los miembros de seguridad del propio equipo español, que trataba de impedir que un espontáneo que había saltado al campo llegase a los jugadores, se le cayó encima. El hombre, que perseguía al espontáneo, se resbaló y dobló de mala manera la rodilla derecha del capitán de la selección.
Enseguida se llevó la mano a la pierna con evidentes gestos de dolor. Cojeando, David Raya se interesó por su estado, pero no parecía haber consuelo para Morata, cuyo estado de salud es de momento una incógnita. Los médicos le estaban haciendo una primera valoración en el propio vestuario del Allianz mientras sus compañeros se acercaban a preocuparse por él.
“Creemos que no es nada, pero vamos a esperar. Ha sido un golpe y creemos que no va a ser nada, pero mañana veremos”, dijo después el seleccionador, Luis de la Fuente.
Movistar Plus ha decidido despedir a Germán El Mono Burgos tras su comentario sobre Lamine Yamal en la previa del encuentro de la Liga de Campeones entre el PSG y el Barcelona. El ex asistente del Atlético de Madrid, colaborador del espacio que presentaba Susana Guasch, realizó el siguiente comentario cuando vio al joven atacante azulgrana dar toques a un balón: "Ojo, si no le va bien termina en un semáforo".
Tras analizar la situación, Movistar ha anunciado hoy que deja de colaborar con Burgos. "En cumplimiento del código interno de conducta de Movistar Plus+, que contempla una política de tolerancia cero con cualquier comportamiento discriminatorio, la plataforma ha tomado medidas tras el episodio vivido anoche. Movistar Plus+ y Germán 'El Mono' Burgos dejarán de colaborar con carácter inmediato en los programas de la plataforma", anunció la cadena, que además advirtió que "se apercibirá a los presentadores del espacio donde se produjeron estos comentarios", en referencia a Susana Guasch.
El comentario provocó la indignación de la afición culé y la negativa del Barcelona y el PSG a dar entrevistas a la cadena después del encuentro. El conjunto azulgrana, que salió vencedor por 2-3, se sintió "ofendido y enfadado".
Al término del partido, el periodista Ricardo Sierra informó desde el Parque de los Príncipes de que el Barça no atendería a los micrófonos de la cadena por el comentario del Mono Burgos, y pidió disculpas en nombre de Movistar Plus+ al Barça y al jugador.
"Entiendo que muchos espectadores esperaban que tuviésemos alguna conversación o entrevista con el Barça. Pero la UEFA, PSG y Barça nos han notificado que no nos iban a atender porque estaban tremendamente enfadados con un comentario que se ha vertido en nuestro plató durante la previa. Por tanto, no nos iban a hacer ninguna entrevista, no hemos estado afortunados. Pedir disculpas desde aquí. Lo debemos hacer también desde el plató".
También lo hizo desde el plató el ex jugador argentino. "Ojalá hubiera tenido yo la habilidad de este chico. Fue un comentario sin querer herir a nadie y pido disculpas. Haciendo una humorada te metes en problemas y, en estos tiempos, tienes que aceptarlo y pedir disculpas", aseguró.
Horas después, la propia plataforma envió un comunicado pidiendo disculpas: "Con motivo de los desafortunados comentarios de uno de los colaboradores de Movistar Plus+ en la previa del partido de la UEFA Champions League entre el PSG-FC Barcelona sobre el jugador azulgrana Lamine Yamal, la plataforma pide disculpas públicamente".
El lanzamiento de penaltis es una suerte que manejan los futbolistas con buen pie y a Inglaterra le sobran. Da igual que sean incapaces de encontrarse en 120 minutos, de generar desequilibrios incluso de mostrar su calidad. Cuando llega el momento de la vida extra, esa que da la tanda, aparecen. Inglaterra está en semifinales por no haber errado sin que Kane ni Foden estuvieran entre los lanzadores. Sí Bukayo Saka, quitándose la losa que ha arrastrado tres años después de ser el mejor de una seleción mediocre a la que, si no es porque Pickford, con su chuleta de lanzadores pegada en la botella, busca el error de Akanji, Suiza habría plantado cara como hizo durante todo el partido, sometiendo por momentos a los Three Lions. [Narración y estadísticas (1-1, 5-3)]
Ver jugar a los ingleses no te impide dar una cabezadita a la hora de la siesta. Sólo las carreras de veloz Saka pueden sobresaltar, porque el resto es sopor. Superó los sustos en la fase de grupos, jugó con fuego ante Eslovaquia y sólo en esa prórroga agónica volvieron a aparecer los galones de Bellingham y, por primera vez, los de Kane. Es como si en la locura del arrebato se desatara un desorden que libera el talento. Olvidarse de la música para bailar sólo a ritmo de tambores. Incluso eso tardó en ocurrir ante Suiza.
Southgate mantiene a su equipo bien atado, por más que vaya cediendo a algunos cambios para calmar las críticas y, sobre todo, buscar soluciones para no salir por la puerta de atrás. La apuesta por Mainoo ha aparcado los experimentos y dado equilibrio a la medular, pero mientras Bellingham sigue acostándose a la izquierda y buscando cómo encontrar su lugar para romper hacia el área. Foden fue durante todo el partido una sombra.
Juego lento y conservador
Suiza es un equipo ordenado que conoce al dedillo el plan de Murat. No se desespera y busca la velocidad que tiene en la bandas y en Embolo. Su única laguna fue la banda izquierda, donde Saka se colaba una y otra vez por el agujero que dejaba Ricardo Rodríguez sin que Aesbischer fuera capaz de taponarlo. Ese era el mayor peligro de los pross, que siguen atascados. Tanto que hasta Mainoo se animó a avanzar hacia el área hasta estrellarse contra el muro de Akanji. Poco a poco Suiza, a pesar de que Xhaka andaba a medio gas, fue cogiendo vuelo. Comenzaron a aparecer Freuler y Vargas para surtir a Embolo. Los suizos que llenaron el fondo del estadio, a quienes alienta su entrenador antes del arranque, son un reflejo de lo incansable que es su equipo en el campo.
Enredados los ingleses, sólo buscaba la punta de la madeja el jugador del Arsenal. Un juego lento y conservador provocó que los suizos volvieran tras el descanso dispuestos a dar un paso adelante. Se estiraba Ricardo Rodríguez para buscar a Embolo en el segundo palo en su batalla con el villano Konsa, nutría Akanji de balones en largo a Ndoye y Vargas se lanzaba al uno contra uno. Murat había metido piernas frescas en el campo y ese atrevimiento provocó que en el minuto 69, Kane tuviese que sacar un balón en su propia línea de fondo.
Antes de que Inglaterra intentara espabilar, se vio con un gol en contra. Schär buscó en profundidad a Ndoye para romper a Trippier y poner un balón al segundo palo que rebañó Embolo. Acababan de sonar las trompetas para los Three Lions.
Pickford consulta las anotaciones en su botella.Dean Mouhtaropoulos
Southgate movió el banquillo para intentar aguantar unos días más su trabajo. Por eso hizo debutar a Luke Shaw, y mandó al césped a Eze y a Cole Palmer para empujar a los suizos, que se dejaron de manera involuntaria. Antes de que alguno tocara la pelota, Saka se escapó, recortó para verse en el pico del área y armar un zurdazo que ni vio Sommer hasta que recogió del fondo de la red. Era el primer disparo de Inglaterra entre los tres palos de todo el partido. Sobrevivía en el minuto 80 para jugársela, otra vez, a cara o cruz.
Cantaban sus gradas al inicio de la prórroga, pero apenas sirvió. Un cañonazo de Declan Rice y un doble disparo de Bellingham que atrapó Sommer en la primera parte de la prórroga. Suiza quiso apretar a Pickford y lo hizo. Shaqiri buscó el gol olímpico que se estrelló en la escuadra, Amdouni armó un zurdazo que obligó al meta inglés a vestirse de salvador antes de tiempo y el rechazo a punto estuvo de aprovecharlo Widmer. Los penaltis no parecían un mala manera de intentar ganar vida.