El conjunto blanco sigue con su racha de victorias en Euroliga ante el Alba (77-84)
El Real Madrid siguió con su inmaculada racha de victorias contra el Alba Berlín en la Euroliga (77-84), este jueves sufriendo ante un cuadro germano que le exigió ofrecer una gran versión.
Arrancó el duelo con alternancia anotadora pero pronto lo rompieron los de blanco gracias a un parcial de 0-7 en el que los cinco primeros puntos llevaron el sello de Causeur. No terminó ahí el momento de inspiración ante un rival que durante ese tramo solo anotaba desde el tiro libre.
Cinco aciertos insuficientes ante un conjunto español que siguió percutiendo por medio de Hezonja y Cornelie para ganar a su rival al final del primer cuarto por más del doble (12-25) y encarar con tranquilidad el resto del choque. O eso creía.
En el segundo acto, solo Cornelie con dos libres se coló en la fiesta del triple. Anotó dese fuera Smith, respondió Henzonja. Sumaron otros dos Musa y Sergio Rodríguez, los contrarrestaron Lo y de nuevo Smith. Una balacera constante a la que puso la guinda un 2+1 de Musa.
Salió el Real Madrid más herido de ella, pues acto seguido lo que vino fue un parcial de 9-0 que situó a los berlineses por debajo de la decena. Lo cortó en seco Hanga con un triple, pero la misma medicina la inoculó en el otro aro Blatt. Aún así, minimizaron daños los madridistas antes del descanso y se marcharon once arriba (35-46).
El mal momento del Madrid
En esa renta se movieron durante el inicio del tercer cuarto, ampliándola incluso hasta los quince puntos. Sin embargo, ahí se levantó de nuevo el Alba Berlín mediante un 8-1 coronado a través de un triple de Mattisseck que casi devolvía la igualdad al enfrentamiento (51-57).
Viendo que la receta le funcionaba, el anfitrión siguió castigando desde la lejanía ante un plantel de Chus Mateo que resistía como podía con la esperanza de que finalizase la tormenta. Así las cosas, encarar los diez minutos decisivos con siete puntos a favor fue un mal menor para el equipo blanco.
Lo que iba mal para el Real Madrid se puso peor. Un 5-0 de salida del Alba, con canasta de Thiemann y transformación perimetral de Blatt, acercó a los de amarillo. Y en ese instante, cuando más falta hacía, emergió Musa para convertirlo él solo en un 0-5.
El aviso se lo tomó el equipo español en serio, lo suficiente como para apretar en defensa y asegurar sus ataques. En ambas facetas resultó esencial Walter Tavares, que abrochó el partido junto a Llull para certificar el liderato en la tabla de los suyos.