El compromiso firmado por Rafael Nadal con la Federación de Tenis de Arabia Saudí para convertirse en embajador de este deporte forma parte del progresivo aterrizaje del país en el tenis, como ya ha hecho en el golf, la Fórmula 1 o el fútbol. El ganador de 22 títulos del Grand Slam estuvo en Riad para cerrar un acuerdo que le reportará grandes beneficios económicos y promocionar el que será su nuevo cometido.
“Dondequiera que mires en Arabia Saudí puedes ver crecimiento y progreso, y estoy ilusionado de formar parte de este proyecto. Sigo jugando al tenis porque amo el juego y la competición, pero más allá de jugar y competir, quiero ayudar a que el deporte crezca en todo el mundo y Arabia Saudita tiene un verdadero potencial”, explicó a través de un comunicado emitido por la agencia Hill & Knowlton.
Arabia Saudí ya ha organizado este año la Copa de Maestros para jóvenes, conocida como NextGen ATP Finals y pretende contar con un Masters 1000 a principios de 2025, que se disputaría antes del Abierto de Australia. Nadal, lesionado en el ATP 250 de Brisbane, donde reapareció tras un año lejos de la competición, sienta también las bases de una nueva sede para su academia, que ya cuenta con una en Kuwait, donde el jugador realizó parte del trabajo final previo a su vuelta a las canchas.
“He podido observar que los niños de aquí tienen una verdadera pasión por todos los deportes. Si puedo ayudarles a coger una raqueta o simplemente a ponerse en forma y disfrutar de los beneficios de una vida saludable, entonces estaré feliz de haber contribuido a marcar una diferencia”, prosigue el ex número 1 del mundo en la nota.
Reservas de Swiatek
La decisión resulta impopular, dada la pésima reputación de Arabia Saudí en su respeto a los derechos humanos y la igualdad de género. Sin entrar a fondo en censurar a un tenista a quien siempre ha profesado una enorme admiración, Iga Swiatek, número 1 del mundo, valoró así el paso dado por Nadal. “Bueno, siento que no es blanco y negro todo lo que está pasando en el deporte. Es difícil para mí resumir en una frase. Hubo muchos rumores sobre la posibilidad de que las Finales de la WTA se trasladaran a Arabia Saudí. Todavía estamos esperando la decisión. Para mí siempre ha sido difícil decir si es bueno o no, porque no es fácil para las mujeres en estos ámbitos”.
Las reacciones en las redes sociales fueron duras. El que fuera alcalde de San Sebastián y diputado del PSOE, Odón Elorza, escribió en Twitter: “Pero … Nadal necesita más dinero como para blanquear un régimen autocrático contrario a los derechos humanos? Qué desilusión”. Edu Galán, escritor y columnista, fue más sarcástico: “Rafa Nadal, zambombero de Arabia Saudí: ¿no tienen suficiente güita?”.
Después del cisma abierto en el golf con el circuito paralelo al que se marchó Jon Rahm, Arabia Saudí también podría tener entre sus proyectos una idea análoga en el tenis, que supondría una revolución mayúscula en este deporte y pondría en jaque tanto a la ATP como a la WTA.