Sólo existe en el mundo un equipo como el Real Madrid. Nadie es capaz de lograr el cielo de las semifinales, con serena paciencia, con el culo apostado en la raya de la portería. Resistir y resistir y en el subterfugio de los penaltis cargarse al que se creía que era el mejor del mundo.
Estoy feliz de que me haya equivocado en el pronóstico, porque a veces se me olvida el invencible Real Madrid en la Champions. Es como si quisieras atrapar a un mi
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web
1-0 en Estambul
FRANCISCO CABEZAS
@FCabezas78
Actualizado Domingo,
11
junio
2023
-
00:20El entrenador de Santpedor consigue la ansiada Champions para el City...
Siempre que se lo preguntan, responde con contundencia. Incluso con un cierto deje de hastío. Y, siempre lo mismo: Xavi Hernández piensa dejar el Barcelona al final de la temporada. Así lo aseguró tras la dolorosa derrota en casa frente al Villarreal del pasado 27 de enero y así lo sigue asegurando desde entonces. En sus trece. Eso sí, casi siempre suele dejar una coletilla final que invita a pensar en otras cosas: «A día de hoy». Una fórmula con la que, quizás, sólo pretende plasmar la incertidumbre que rodea a un mundo, el del fútbol, en el que pasas de héroe a villano en un suspiro. Pero que también parece dejar la puerta entreabierta a una continuidad que, por ahora, insiste en cada rueda de prensa en dar por descartada.
Lograr el pase a cuartos de final de la Champions, eso sí, no parece suficiente para cambiar de idea. Al menos en público. «A día de hoy, todo sigue igual. Vosotros decíais que me iban a echar si perdía», aseveró el entrenador azulgrana ante las cámaras de Movistar nada más acabar el partido. Una afirmación que, a su vez, fue un poco la antesala de una respuesta a un titular crítico con el juego del equipo, a raíz de la derrota ante el Shakhtar Donetsk del pasado mes de noviembre, que el técnico tenía casi guardada en el congelador.
«Se presiona mucho a los jugadores, que si a vida o muerte, que si ultimátum... Les he dicho que tranquilos, que hoy no moría nadie. Ha habido mucha crítica injusta. Se dijo que éramos el bufón de la Champions... Jugar con esa presión... De periodistas que cubren y son del Barça. ¿Qué hacemos con el bufón de la Champions? ¿Qué hacemos? Estoy contento, feliz... Es uno de los mejores momentos como entrenador y esperamos el sorteo, pero hay cosas innecesarias», desgranó el técnico en la sala de prensa de Montjuïc.
25 periodistas 'guardiolistas'
Las reacciones a sus palabras, cómo no, no tardaron en llegar. Entre ellas, hubo una que destapó que Xavi estaría molesto con hasta 25 periodistas a los que consideraría próximos a un Pep Guardiola cuya sombra sigue siendo muy alargada en el entorno barcelonista y que esa proximidad, precisamente, sería el detonante de una serie de informaciones que consideraría poco menos como ataques.
«Veo negatividad. Es una guerra perdida. Estamos ante una situación en la que no se explica la realidad. Estamos en cuartos, volvemos a respirar. Si hasta este momento el ambiente es irrespirable, lo mejor es no pasar. Calma y dejar trabajar. Hay mucho interés. Es el entorno que tenemos», lamentó.
Los jóvenes, la mejor noticia
Más allá de su continuidad en el club y de su desencanto por las críticas recibidas, hay también una cosa muy clara acerca de Xavi. Ni en un partido con tanto en juego como el disputado ante el Nápoles, le ha temblado en absoluto el pulso a la hora de apostar abiertamente por el talento, sin tener en cuenta la edad. Así se explica que Lamine Yamal, un jugador capaz de desbordar como pocos en ataque, Fermín López, centrocampista incansable siempre dispuesto a dar el máximo por el equipo y Pau Cubarsí, un central que, a sus 17 años, tiene un aplomo y un desplazamiento de balón muy superior al de jugadores de Primera mucho más veteranos, tuvieran un papel decididamente protagonista.
Cubarsí se doctoró en su debut en la Champions. No en vano, el defensa acabó siendo reconocido como el MVP del partido, su nombre fue coreado tanto por la grada como por sus propios compañeros, dentro y fuera del vestuario, y todo invita a pensar que será un fijo en los esquemas del ex centrocampista azulgrana, sea quien sea el rival que vaya a tener delante. «Cuando tiene la pelota, mis pulsaciones no suben. Es una maravilla. Tiene el cerebro muy bien amueblado y su interés por mejorar le hace cada día mejor. Estamos delante de una irrupción maravillosa para el Barcelona y para el fútbol español», sentenció el propio Xavi tras el duelo con el Nápoles.
Este viernes por la mañana se conocerán las convocatorias de la selección española absoluta y de la sub'21. Y el central, que no ha sido convocado ni por la sub'17 ni por la sub'19, podría continuar con su progresión entrando directamente en la lista de Luis de la Fuente.
Mikel Arteta ha cambiado la realidad del Arsenal. El conjunto gunner no gana la Premier League desde 2004, pero con el técnico donostiarra en el banquillo ha conseguido volver a pelear por ella: segundo en 2023 y 2024 y segundo este año, a 11 puntos de un Liverpool casi inalcanzable. El Emirates disfruta también de la Champions y busca este curso superar la barrera de los cuartos de final por primera vez desde 2009. Enfrente está el Real Madrid, pero en el norte de Londres se confía más que nunca en el liderazgo de Arteta, en sus «juegos mentales», a cada cual más loco que el anterior, en su influencia de la NFL, en lo aprendido con Pep Guardiola y en cómo ha convertido a su equipo en el mejor a balón parado en Europa.
A los 15 años, Arteta dejó el Antiguoko de San Sebastián, donde jugaba con Xabi Alonso, para fichar por el Barcelona. Llegó al filial, coincidiendo con Puyol, Xavi o Iniesta, pero su carrera cogió un camino diferente al de los héroes de Sudáfrica: PSG, Rangers, Everton y Arsenal. Siempre en el filo de las convocatorias de la selección y siempre en suelo británico. Era el raro de su generación y la puerta a la gloria se le cerró constantemente. En los banquillos la tarea no era más fácil: aceptó el reto del Arsenal y si antes tenía a Xavi, Iniesta, Alonso o Fábregas por delante, ahora el destino le ponía al City de Guardiola y al Liverpool de Klopp como dominadores de la Premier.
Quizás por lo aprendido en su carrera como jugador y en las puertas que se le cerraron en su momento, lo que define ahora al Arteta entrenador es la «exigencia». «Es muy exigente en todo lo que hace, con el cuerpo técnico, con el club y consigo mismo. Es la persona que más horas trabaja en la ciudad deportiva, su pasión es constante y te la transmite», admite a EL MUNDO el español Miguel Molina, uno de sus asistentes en el cuerpo técnico del Arsenal, donde ha mezclado al núcleo local con varios españoles que actúan como su mano derecha en el club: el propio Molina, Carlos Cuesta, otro de sus asistentes principales, e Iñaki Caña, entrenador de porteros. Los dos primeros, con pasado en las categorías inferiores del Atlético.
El no a Pochettino
En 2016, justo después de retirarse, esa exigencia le llevó a tomar una decisión clave en su carrera como entrenador. Había colgado las botas como uno de los capitanes del Arsenal, así que el club londinense le ofreció un puesto como uno de los jefes de la cantera, pero lo rechazó. También dijo «no» a Mauricio Pochettino, su «hermano mayor» en sus dos años de cesión en el PSG a comienzos de los 2000. El argentino le quería como parte de su staff en el Tottenham, enemigo íntimo del Arsenal, pero Arteta lo rechazó, convencido del tipo de máster que quería.
El entrenador español se convirtió en asistente de Guardiola en el Manchester City. Máxima exigencia y un curso acelerado en la elite para su gran objetivo: ser uno de los mejores entrenadores del mundo. Estuvo varios años a la sombra del catalán y en cuanto surgió la oportunidad del Arsenal no lo dudó. Los gunners despidieron a Unai Emery en diciembre de 2019 y Arteta lo tenía todo claro. Casi diez años después de esa decisión entre Pochettino, el Arsenal y Guardiola, Arteta está ante su sexta temporada como técnico de un club donde ha conseguido tres títulos (una FA Cup y dos Community Shield), pero lo más importante: compite de tú a tú con City y Liverpool.
De Guardiola mascó la obsesión por la perfección y la innovación táctica, pero lo que ha convertido a Arteta en un entrenador diferente son los «juegos mentales». «Es muy creativo, muy innovador, y te hace estar alerta, mejorando y creciendo constantemente. Entiende muy bien el proceso de los entrenamientos, el análisis de datos... Está capacitado a todos los niveles. Y con el trato con el jugador es muy empático y cercano, sabe gestionar muy bien el vestuario y la relación con los jugadores», asegura Molina.
Arteta y Saka, el sábado, durante el partido ante el Everton.EFE
Esa parte creativa en la gestión del vestuario tiene que ver con poner a sus futbolistas ante el Pictionary (un juego de mesa en el que hay adivinar una palabra haciendo un dibujo), con contratar carteristas para robar a sus jugadores en plena cena «para que estuvieran atentos a los detalles», con realizar presentaciones utilizando colores o dibujos concretos para que los jugadores aprendieran bien la lección (un carril liberado en la defensa rival era un Fórmula 1), con dibujar frases en las paredes de la ciudad deportiva, con pedir a sus jugadores que expriman la mayor cantidad de jugo de limón que puedan en un bote común, con contratar a un freestyler profesional para que hiciera de camarero y les humillara cuando intentaran dar toques al balón durante una cena...
«Todo eso pasa muy a menudo. Cada reunión de Mikel con el vestuario es especial. Está en un nivel similar a Pep y veremos si algún día le pasa. Te das cuenta de la cantidad de cosas que hace más allá de los focos. Siempre nos repite que tenemos que hacer todo a tope. El fútbol, la fiesta e incluso en la habitación con nuestras mujeres», explicaba en su momento Oleksandr Zinchenko, jugador del Arsenal y ex del City. La prensa inglesa los denomina «juegos mentales».
La parte psicológica es clave para Arteta, que no deja de usar símbolos para tratar de mantener a su vestuario alerta. Uno de sus momentos más famosos es un discurso a la plantilla comparándoles con la luz, bombilla en mano y mencionando a Thomas Edison, para que fueran capaces de «compartir la energía y conectar». Incluso contrató a un artista para que creara la canción North London Forever, que el donostiarra quiere que se convierta en el nuevo himno del club.
El mejor equipo a balón parado
La obsesión de Arteta es ganar un gran título y no deja nada al azar para conseguirlo, tratando de extrapolar las virtudes de otros deportes al fútbol. Por ejemplo, de la NFL ha sacado la idea de tener diferentes entrenadores tácticos para diferentes situaciones, como la presión alta o la transición defensiva, pero sin duda algo diferencial y que tiene mucho que ver con el rugby y el fútbol americano y la revolución que ha logrado a través del balón parado.
Uno de sus grandes fichajes es Nicolas Jover, el gurú del balón parado gunner. El asistente francés trabajaba para Guardiola, pero Arteta coincidió con él unos meses en el Etihad y se lo llevó a Londres. Con 10 goles este curso, es el equipo que más tantos anota a balón parado en las cinco grandes ligas europeas.
Es su gran fuerte y aunque no puede contar con Gabriel, uno de sus centrales titulares junto a Saliba, el poderío aéreo del Arsenal es de lo que más preocupa a Carlo Ancelotti. El Madrid, débil en ese aspecto, ha encajado cinco goles a balón parado este curso, el segundo peor dato de la Liga tras el Leganés. El Emirates le espera esta misma noche.