El laberinto de Willy Hernangómez, de MVP del Eurobasket a otro año sin jugar en la NBA

El laberinto de Willy Hernangómez, de MVP del Eurobasket a otro año sin jugar en la NBA

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Pese a su gran verano con la selección, el pívot sigue atrapado en la buena temporada de los Pelicans y busca un traspaso: “Está descontento, necesita jugar”.

Willy Hernangómez, en el calentamiento de un partido reciente.RHONA WISEEFE

El escenario no es nuevo para Willy Hernangómez, pues son ya siete temporadas en la NBA y, salvo momentos puntuales, nunca logró derribar las murallas de la mejor liga del mundo y convertirse en titular o, al menos, en una importante pieza de rotación. Pero esta vez había un elemento diferenciador: acudía a su tercer curso en los Pelicans con el, supuestamente, mejor de los avales, el del MVP de un Eurobasket en el que partían de salida tipos como Jokic, Antetokounmpo y Doncic.

Seis meses después, el olvido. Poco parece importar aquel galardón que le igualaba con nombres mayúsculos como Goran Dragic, Pau Gasol, Tony Parker o Juan Carlos Navarro: el panorama para el mayor de los Hernangómez es desolador. «Está descontento, necesita jugar», deslizan desde su entorno, mientras se desatan los rumores: el último le acercaría a los Celtics. Willie Green, su entrenador, ha arrinconado al español, quien apenas ha participado en 23 partidos en lo que va de curso y en sólo dos de ellos superó los 20 minutos en pista.

Al fondo del banquillo, igual da que la estrella Zion Williamson siga de baja, la expresión de Willy no puede ser más depresiva. Sabe que se encuentra en una tela de araña de la que es difícil escapar. El traspaso en un mercado invernal que se cierra el próximo 10 de febrero sería la mejor de las salidas al laberinto. Así lo desea él y «hay interés de otros equipos», confirman fuentes cercanas al jugador. Pero hay muchos elementos que juegan en su contra.

Para saber más

El primero, aunque parezca un sinsentido, es su rendimiento. Willy aprovecha como pocos cada resquicio que tiene en cancha, casi siempre por la lesión o descanso de alguno de los que están por delante de él en la rotación de los de Louisiana. Que son, por este orden, Jonas Valanciunas -al que, curiosamente, superó claramente en el reciente Europeo, como a otros pívots con más oportunidades en la NBA como Alperen Sengun, Daniel Theis, Domantas Sabonis o Rudy Gobert-, Larry Nance Jr. y Jaxon Hayes. Por ejemplo, en su última oportunidad, le hizo a los Nuggets 12 puntos, además de seis rebotes. En 23 minutos. Si se proyectaran sus estadísticas por 36 minutos, sus números estarían por encima de los 20 y los 13 rebotes. En lo poco que juega, promedia 7,1 tantos y 4,7 rechaces.

Eso hace que para los Pelicans sean una garantía en caso de necesidad. Y un lujo al fondo del banquillo, pero un lujo barato. Porque Willy, que a finales de mayo cumple 29 años, firmó una temporada por 2,4 millones de dólares (hay 11 jugadores en el equipo que cobran más que él), con lo que un traspaso no les aportaría demasiado ni liberaría su masa salarial. Teniendo en cuenta, además, que los de Nueva Orleans son un contender y estarán sí o sí en los playoffs: aunque acumulan cinco derrotas consecutivas, son el cuarto mejor equipo de la Conferencia Oeste.

«No me esperaba para nada esta situación personal en la que estoy. No está siendo el inicio de temporada que quisiera, pero entiendo que el equipo va muy bien», reconocía el madrileño a Efe hace unas semanas. «Me gustaría tener un papel más grande en mi equipo. Pero bueno, es un deporte de equipo. Toca asumir mi rol, lo acepto. Y cuando el entrenador dice mi nombre, doy el 100%», comentaba este verano en una entrevista con este periódico, tras una temporada en la que finalmente acabó disputando 50 partidos.

Willy Hernangómez, con unos aficionados en un partido reciente.DAVID MAXWELLEFE

Pero el descontento de Willy tiene también que ver con lo que él considera que es una falta de respeto de los Pelicans. «Estoy un poco molesto por el poco reconocimiento», dijo hace unos días a MARCA, admitiendo lo insólito de que otras franquicias habían mostrado mayor entusiasmo por su MVP que su propio equipo.

Como le aconsejó Scariolo, quien se empeñó este verano en hacer de Willy el líder de su equipo, al pívot sólo le queda tener paciencia. Él está preparado para lo que pueda pasar, porque, si no sale en esta ventana invernal, el próximo verano será agente libre y podrá volver a empezar en la NBA. Y, además, le aguarda el patio de su recreo. «El Mundial es lo que le mantiene con ilusión», cuentan. Junto al recuperado Ricky Rubio, a su hermano Juancho (quien tiene algo más de espacio y minutos en los Raptors), Lorenzo Brown, Garuba y seguramente Aldama, entre otros, buscará en Filipinas el más difícil todavía, renovar el oro mundial que en 2019 lograron en Pekín.

kpd