Hasta los más incrédulos, como uno mismo, ya no podemos subestimar más al líder Girona. En el Camp Nou se condecoró como el mejor de la Liga. Y con diferencia. Por el lado tenebroso, Xavi hizo el mayor ridículo táctico que he visto en años en un técn
Hazte Premium desde 1€ el primer mes
Aprovecha esta oferta por tiempo limitado y accede a todo el contenido web
El Barça revivió los peores recuerdos de la etapa de Xavi. Un error defensivo de Koundé, en la recta final del partido, acabó por salirle carísimo. Los azulgrana se plantaron en los últimos minutos de su duelo con el Celta con un 0-2 en el zurrón gracias a los tantos marcados por Raphinha y Lewandowski, reconciliado con el gol tras dos jornadas sin sumar más muescas a su revólver, pero acabaron viendo cómo el conjunto local ponía la igualada en el marcador y amenazaba con hacerse finalmente con los tres puntos después de que el ímpetu de Casadó le obligara a marcharse a la caseta antes de tiempo por doble amonestación. Los locales, no obstante, a pesar de su toque de corneta final, tuvieron que conformarse finalmente sumar solo un punto. [Narración y estadísticas, 2-2]
El Barça, de hecho, aprovechó un latigazo de Raphinha, cuando apenas se había jugado el primer cuarto de hora del partido, para marcharse al descanso con ventaja frente a un Celta que tuvo más llegada al área contraria, pero que estuvo terriblemente falto de puntería a lo largo de los primeros 45 minutos. Y, cuando logró que alguno de sus remates encontrara el camino de los tres palos, chocó o bien con la ordenada zaga barcelonista o bien con un Iñaki Peña que, poco a poco, sigue afianzándose bajo los palos del conjunto azulgrana.
Los locales, además, se marcharon a la caseta tremendamente enfadados por dos acciones que podrían haber cambiado muchísimo las cosas. Por un lado, un posible penalti de Gerard Martín sobre Iago Aspas que podría haber supuesto la segunda cartulina para el zaguero formado en La Masia, no concedido ni por Soto Grado ni por el VAR, y, por el otro, una contundente entrada de este mismo lateral izquierdo sobre el capitán celtista que, para el de Moaña, debería haber sido sí o sí merecedora de una nueva amonestación y su consiguiente expulsión. Amonestación que, en cambio, si vio el propio Aspas por sus reiteradas protestas.
De nuevo sin Lamine Yamal, aún con molestias en el tobillo, Flick sorprendió concediéndole a Gavi su primera titularidad desde la gravísima lesión de rodilla que lo tuvo prácticamente un año en el dique seco. El centrocampista azulgrana, cómo no, hizo gala de su habitual garra en la presión, mientras que Dani Olmo debía encargarse inicialmente de labores ofensivas desde la banda izquierda y Raphinha le tomaba el relevo al joven crack barcelonista en la derecha.
Raphinha celebra el tanto contra el Celta.Emilio LavandeiraEFE
El ex del Leipzig, por su parte, tuvo una buena opción para ampliar las distancias con un disparo seco bien abortado por Guaita, mientras que Lewandowski, titular tras superar las molestias en la espalda que le impidieron jugar con Polonia y otra vez más trabajador que brillante en la primera mitad del duelo, vio cómo le anulaban un gol por un claro fuera de juego.
Flick, para ahorrarse nuevos sustos, decidió dejar en la caseta a Gerard Martín con vistas a una segunda parte en la que el Celta salió con todo dispuesto a, por lo menos, igualar las cosas en el marcador. Y a punto estuvo de lograrlo muy pronto, con un remate cargado de picardía de Aspas, casi desde el centro del campo, con el que trató de sorprender a un Iñaki Peña acostumbrado a vivir lejos de su portería.
No obstante, sería el Barça el que volvería a golpear de nuevo. En esta ocasión, por medio de Robert Lewandowski. El polaco aprovechó a la perfección una asistencia tras recuperación de Raphinha para marcharse con algo de fortuna de la zaga local y llevar el 0-2 al marcador de Balaídos. Alfon, casi acto seguido, obligaría a Iñaki Peña a ir al suelo para evitar un remate con más intención que peligro. El alicantino, poco después, frustraría también un remate de un Hugo Álvarez que se plantó en sus dominios tras romper el fuera de juego azulgrana.
Los azulgrana, con una ventaja más que clara en el zurrón, apostaron por ir bajando paulatinamente el ritmo del juego. La expulsión de Casadó por doble amarilla, en los instantes finales y un error de Koundé que propició el 1-2 de Alfon pusieron picante a una recta final en la que Hugo Álvarez, a cinco minutos de llegar al 90, acabó por materializar un 2-2 que los locales trataron hasta el final de convertir en el 3-2, con más corazón, en este caso, que puntería.
La Champions ya ha encarado su fase decisiva. Y, a pesar del traspiés ante el Betis del pasado sábado en Montjuïc, el Barça parece estar más que dispuesto a darle la razón a la omnipresente IA y levantar el trofeo por sexta vez en la final que se jugará en Münich el próximo 31 de mayo.
Hansi Flick, eso sí, como buen alemán, no es de los que vende la piel del oso antes de cazarlo. Por eso, insiste en que lo más importante es mantener la serenidad. Al fin y al cabo, el Liverpool, un equipo que parecía absolutamente intratable en la fase de liguilla, fue eliminado en octavos por un PSG al que le costó lo indecible seguir adelante en la competición. Y esa, en gran parte, es la gracia del fútbol.
«Podemos soñar, pero los jugadores y técnicos debemos tener los pies en el suelo. Hay que ver lo que hemos conseguido hasta ahora, a base de trabajo duro, y esto no debe ser el final. Hay que poner toda la carne en el asador para seguir. Queremos mantener la racha de partidos sin perder que llevamos este año, pero para lograrlo habrá que rendir al máximo ante un rival muy fuerte», advirtió el entrenador azulgrana en la rueda de prensa previa al partido.
En la primera fase de la competición, los suyos, con un gol de Raphinha y dos tantos de Ferran Torres, ya fueron capaces de imponerse a los germanos por 2-3 en el Signal Iduna Park. Y el alemán, por supuesto, confía plenamente en que su equipo sea capaz de mantener la buena trayectoria que ha atesorado hasta ahora en una Champions en la que únicamente el Mónaco, en el primer partido del torneo y tras la expulsión de Eric García, fue capaz de batir a su equipo.
El entrenador del Barcelona, Hansi Flick.Alejandro GarcíaEFE
«Pienso que en la Champions hemos trabajado bien, tanto en Montjuïc como fuera de casa. Sabemos cómo ganar un partido a domicilio, cómo seguir y tengo plena confianza en el equipo. Lo veo bien y creo que hemos mejorado en muchos aspectos. Damos la respuesta adecuada en los partidos y estamos preparados para este cruce», recalcó un Flick que prefiere aislarse de una actualidad del club que se ve a menudo zarandeada por la polémica. Como, por ejemplo, las nuevas acciones emprendidas por LaLiga para que ni Pau Víctor ni Dani Olmo puedan acabar la temporada sobre el césped. «Hay un partido importante, y en los demás temas confío en el club. No pienso en ello», se limitó a señalar el técnico, quien insiste además en mirar hacia adelante, por mucho que tenga un pasado triunfal en el banquillo del Bayern.
«No me interesan las estadísticas ni el pasado. Vivo al día, lo que cuenta es el aquí y el ahora. Este es el mayor torneo europeo y queremos alcanzar el mayor éxito posible», recalcó un Flick que sabe muy bien que debe ir dosificando a sus futbolistas en una campaña en la que algunos acumulan ya muchos minutos de juego. «Dedicamos mucho tiempo a analizar el estado de forma de cada uno, sus cargas y creo que lo gestionamos bien, miramos si hay que hacer cambios. Tenemos un fondo de armario con jugadores polivalentes y no tengo miedo. No podemos cambiar el calendario, lo deciden otros, y tratamos de sacar el mejor once para ganar. No hay excusas. Aceptamos las cosas como son y, juegue quien juegue, pondremos a un buen equipo», aseguró.
RAPHINHA
Ante el Betis, uno de los jugadores que tuvo algo de descanso fue un Raphinha que parece haber perdido la efervescencia mostrada en lo que llevamos de temporada. Flick, a pesar de todo, está convencido de que su mejor versión volverá pronto. Puede, incluso, que en este mismo duelo frente al Dortmund. «Tras el parón por las selecciones, hemos intentado que se recupere. Lo que veo en los entrenamientos es lo mismo que veía antes: está muy activo, despierto, con buena dinámica... Demuestra que está preparado para afrontar este partido», sentenció.
También podría tener continuidad ante el Dortmund un Gavi que ha ganado presencia con la lesión de Dani Olmo y que tiene gran sintonía con el técnico. «El entrenador me ayuda en muchos conceptos de fútbol, y en mi lado más humano. No estoy jugando todos los partidos y en mi cabeza debo entender que no siempre puedo ser titular. Hay que entender todo. Míster Flick es espectacular y estamos felices de tenerlo», recalcó el sevillano, quien fue a su vez contundente a la hora de contestas a algunas críticas que ha recibido por su estilo contundente en el césped. «Mucha gente se cree que no sé jugar al fútbol y no tiene ni puta idea. Es entendible, cada uno piensa lo que quiere, y está bien», apostilló el centrocampista.