Espanyol 3 Atlético 3
Los blanquiazules lograron arrancar un empate ante un Atlético que llegó a ponerse 0-3 en el marcador
El fútbol, muchas veces, es una cuestión de momentos. Momentos que, en un instante, pueden ir de un lado al otro. Así, quizás, se explica que el Espanyol, tras verse tres goles por debajo en el marcador, encontrara una remontada que le permite seguir soñando con evitar un nuevo descenso a los infiernos. [3-3: Narración y estadísticas]
Tal vez, donde no llegue nada más, tendrá que llegar la fe. Y eso es algo que los periquitos se resisten a perder. Con uñas y dientes. El 3-3 con el que terminó el duelo ante un Atlético que parecía encontrarse en un momento especialmente dulce así lo atestigua. Están a tres puntos de salvarse. Y aún quedan seis por disputarse.
La acuciante necesidad empujó en primera instancia a un Espanyol muy consciente de lo que podía significar una derrota: situarse a cuatro puntos de la salvación con sólo seis más en juego. Sus acercamientos al área rival, no obstante, se toparon con un Grbic más que dispuesto a ejercer de muro. Así lo demostraría nuevamente el arquero rojiblanco cuando los locales, ya por detrás en el marcador, redoblaron sus esfuerzos para volver a meterse en el partido. Porque al Atlético casi le bastó con un par de llegadas para poner el 0-1 en el luminoso. En este caso, por medio de un Saúl que, casi sin ángulo, transformó en oro un grandísimo pase de Carrasco justo cuando iba a arrancar ese minuto 21 siempre especial para Cornellà-El Prat.
Con semejante botín en el zurrón, el Atlético pudo aprovechar para ceder la iniciativa y esperar otra oportunidad para hacer aún más sangre. Y la encontró, aunque con suspense, después de que Grbic desbaratara dos nuevas buenas ocasiones del Espanyol y de que los locales pidieran sin éxito penalti por un balón que se estrelló en la entrepierna de Hermoso. Griezmann, al filo del descanso, con VAR de por medio y tras muchas revisiones de lo que se concedió inicialmente como parada de Pacheco, se erigió como el encargado de materializar un 0-2 que amenazaba con noquear ya del todo a los locales.
Un KO que pareció hacerse definitivo nada más arrancar el segundo tiempo, con el 0-3 marcado por Carrasco. Pero el Espanyol, lejos de quedarse en la lona, puso una rodilla en el suelo con el 1-3 marcado por César Montes. Con el 2-3, marcado por Joselu tras penalti de Grbic sobre Puado, se puso de pie. Y con el 3-3 de Vinicius Souza levantó de nuevo los puños para acabar el duelo en busca de un 4-3 que, finalmente, no se hizo realidad. La salvación, pese al tropiezo, con todo, es aún posible. El próximo partido, ante el Valencia, en Mestalla y el último, en casa, contra el Almería, deben ser decisivos.
