La competición entre ambas ha sido muy ajustada:reñida pero amable, con Simone Biles siempre a la cabeza y Rebeca Andrade a la sombra. Aunque ayer, en el cierre de las pruebas de gimnasia artística, la segunda consiguió abrirse paso. Biles cierra estos Juegos de París (no está claro si también su etapa olímpica)habiéndose redimido de los de Tokio, cuando tuvo que retirarse por problemas de salud mental. Se va con tres oros, pero sin los dos que pensaba añadir ayer: fue plata en el ejercicio de suelo, superada por Andrade, y quedó quinta en el de barra tras caerse.
La brasileña Andrade (Sao Paulo, 25 años) se va con su logro particular:el de haber conseguido superar a Biles al menos en una de las pruebas. La competición ha sido muy reñida entre ambas durante todo el evento deportivo. Fue en la final de suelo de ayer donde logró mejorar a la americana, aunque por unas décimas. Obtuvo una puntuación de 14. 166, frente a los 14.133 de Biles, que penalizó 0,6 por poner los pies fuera del tapiz en dos diagonales. El bronce fue para la norteamericana Jordan Chiles. Al recoger la medalla, las dos americanas se agacharon, en un bonito gesto de reconocimiento Andrade.
El ejercicio de barra de equilibrio, que precedió al de suelo, se les atragantó a casi todas las atletas. Fueron pocas las que no se deslizaron de la viga o tropezaron. Incluida Biles, que se cayó de la barra cuando llevaba la mitad de su prueba. Quedó quinta. Andrade, cuarta.
El podio excluyó a las favoritas. Fue la italiana Alice D’Amato la que ganó el oro, con una nota de 14.366. La plata fue para la china Zhou Yaquin, con 14.100, y el bronce para la italiana Manila Esposito (14.000). Es el primer oro en este aparato para Italia.
«Obviamente, no fue mi mejor ejecución», dijo Biles después de las pruebas. «Pero al final del día, quien obtuvo una medalla, obtuvo una medalla, y eso es lo que es tan emocionante, porque nunca se sabe, es gimnasia». «He logrado mucho más que en mis sueños más locos, no sólo en estos Juegos, sino en el deporte, así que no puedo disgustarme con lo que hago. Hace un par de años, ni lo pensaba», añadió la gimnasta a la prensa.
Hubo cierta polémica porque alguna delegación se quejó de que, durante el ejercicio en la barra de equilibrio, había un excesivo silencio, que las desconcentraba. La propia D’Amato reconoció sin decirlo que había sido «una final un poco extraña, porque competir con gimnastas como Simone o Rebeca y ganar…».
“Estoy emocionado por ella”
De estos Juegos de París se concluye que Rebeca Andrade sería la mejor gimnasta actual si Simone Biles no hubiera vuelto. Pero ha vuelto. Ambas comparten trayectoria: Andrade es una más de siete hermanos. Su madre limpiaba casas y, a falta de tiempo para poder cuidarla, la mandaba al gimnasio. Los padres de Biles eran adictos y ella se crio con sus abuelos. La gimnasia para ellas ha sido una bendición. «Rebeca es increíble. Ella ha hecho que mi rendimiento en estos Juegos fuera mejor, estoy muy contenta de ver lo que ha logrado. Estoy emocionada por ella», dijo sobre el oro de su rival.
“Es asombrosa, era un podio completamente de raza negra, así que fue muy emocionante para nosotras y luego Jordan dijo ‘¿deberíamos inclinarnos ante ella?’ y yo dije ‘por supuesto’, por eso lo hicimos”, explicó Biles, sobre el gesto de arrodillarse ante Andrade.
Esta sufrió tres lesiones de rodilla, rotura del ligamento cruzado anterior. Ha contado que en su peor momento, una tal Simone Biles se acercó y le animó a continuar.
A pesar de que no se fue ayer con dos doradas más, París ha confirmado a Biles como la gimnasta más laureada de todos los tiempos. Llegó sin saber cómo le iría, tras su retirada en Tokio por problemas de salud mental. Y se va de París con tres oros (por equipos, el individual y el de salto)y una plata. Un periodista le preguntó sobre uno de los legados que deja:el de haber normalizado hablar de la salud mental en el deporte. Ella contestó: «Creo que poner tu salud mental por delante y dedicarte tiempo, practiques deporte o no, crea longevidad. Es muy importante que lo pongamos por delante», dijo.
Biles no ha dejado claro si estos serán sus últimos Juegos Olímpicos o irá a Los Ángeles, próxima sede en el año 2028: «Nunca digas nunca, pero me estoy haciendo mayor», respondió el sábado, tras haber ganado el oro en salto. Tiene 27 años y es la gimnasta de mayor edad de la competición. Sumará 31 para la próxima cita. «Tenéis que dejar de preguntarnos qué viene después de ganar una medalla. Dejadnos disfrutar del momento por el que hemos trabajado toda una vida».