El Barça se pasea por el desierto y arrolla al Madrid con otra goleada sonrojante para levantar la Supercopa

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El Barça se subió a su propia alfombra mágica y pasó por encima de un Madrid desastroso, sin ideas ni ritmo para contrarrestar el gran partido azulgrana. El desierto fue culé tras un primer tiempo exultante, con cuatro goles, y un tramo final en el que, con un futbolista más, los blancos, hundidos moralmente tras el descanso, fueron incapaces de acercarse en el marcador. La manita se suma al doloroso 0-4 de octubre y deja dos noches para el olvido madridista, con Ancelotti señalado y Flick vencedor. [Narración y estadísticas (2-5)]

La noticia estadística en la previa de la final de Yeda era que Ancelotti no había ganado el mismo título dos años seguidos en sus más de tres décadas como entrenador. Levantada la Supercopa de España en 2024, el técnico italiano mantuvo su racha y vio cómo el Barcelona le pasó por encima en el torneo saudí de 2025.

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En la previa, Flick admitía que el 0-4 del Bernabéu era «el equipo que querían ser». Atrevido, físico y vertical. Parecía imposible repetir una actuación como la de Chamartín, pero sucedió en 45 minutos colosales. Los dos entrenadores repitieron las alineaciones de la semifinal. Dos plantillas estelares, con dos ataques superlativos y dos defensas que han sufrido durante algunos momentos de la temporada. «Los clásicos están siendo partidos locos. La clave estará en la defensa», avisaba Ancelotti en las horas previas. Y ahí estuvo.

superados y sin ayuda

Mbappé adelantó al Madrid en su primer disparo a puerta, apenas en el minuto 4, al aprovechar un contraataque después de un córner del Barça. El equipo azulgrana falló en la transición defensiva y permitió espacios a Vinicius y Mbappé, y el francés, con una bicicleta sobre Balde, terminó anotando cruzado ante Szczesny. La alegría inicial del Madrid fue un oasis en el desierto de Arabia Saudí. Una ilusión que duró 15 minutos, los que tardó el Barça en reaccionar y subirse a su propia alfombra mágica camino de la Supercopa.

El conjunto azulgrana, que había obligado a Courtois durante los primeros minutos, se asentó bien sobre el césped saudí. Ocupó espacios, se movió con y sin balón, creó superioridades en las zonas más débiles del Madrid (Lucas y Tchouaméni) y aprovechó el escaso trabajo defensivo de los blancos, con Valverde y Camavinga totalmente superados y sin ayuda.

En el 21, Lamine se plantó en el área en apenas tres toques. Una jugada que se repitió durante todo el partido. Koundé encontró a Lewandowski detrás de los mediocentros y el español buscó el espacio a la espalda de los centrales para que el polaco le encontrara. Simple y efectivo, Yamal amagó y batió con calma a Courtois.

La acción de Szczesny ante Mbappé que le valió la roja.AP

La lesión muscular de Iñigo provocó la entrada de Araujo, un extra para la defensa ante Vinicius y Mbappé. El Madrid no encontró fútbol, desaparecidas sus estrellas, Valverde y Camavinga no tuvieron ideas, a Bellingham lo opacaron Casadó y Gavi y el Barça, con más ritmo, voló en Yeda.

El 1-2, clave

Los de Ancelotti aguantaron la marcha culé durante 15 minutos, hasta que Camavinga cometió penalti sobreGavi en el 35 con un planchazo a la altura del muslo. Lewandowski batió a Courtois desde los once metros y el tanto hundió al Madrid, en caída libre hasta el descanso.

Raphinha, aprovechando de nuevo los errores posicionales de Lucas y Tchouaméni, marcó el tercero en el 39. Vio un hueco por delante del gallego y por detrás del francés y remató de cabeza un envío de Koundé. El Madrid estaba noqueado.

La solución de los blancos ante sus problemas fue el balón largo. Éxito en otras ocasiones y absolutamente ineficaz contra los de Flick, regalando una y otra vez las posesiones. En el tiempo añadido, Balde anotó el cuarto en una contra tras un calamitoso córner madridista. Rodrygo entregó mal atrás y el lateral arrancó hasta el área para definir ante Courtois.

Vinicius, cabizbajo durante la final en Yeda.AFP

El descanso parecía reiniciar ideas, pero fue un espejismo. Rodrygo mandó al palo una volea que podía meter otra vez al Madrid en el partido tras una buena jugada de Vinicius y a la contra, Raphinha encontró oro a la espalda de Tchouaméni, recortó al francés y batió a Courtois. Cinco goles en 50 minutos para destrozar las sensaciones del Madrid y elevar de nuevo al Barça, empujado en otoño con el 0-4 y exaltado en Arabia Saudí tras la manita.

La roja a Szczesny por una falta sobre Mbappé cuando ya le había regateado y el golazo de Rodrygo en la falta posterior pusieron el partido cuesta abajo hacia la portería de Iñaki Peña. Era el minuto 59 y el Madrid, experto en gestas, compraba billetes para una muy complicada, pero ni su cabeza ni su fútbol respondieron. No creó ocasiones y vio cómo el Barça, superior y contundente, levantó su 15ª Supercopa de España.

kpd