La puerta para el regreso de Ricky Rubio al baloncesto y al Barça que se entreabrió la semana pasada ya está abierta del todo. El club azulgrana hizo oficial el martes la inscripción del base para disputar la ACB y la Euroliga, en lo que supone su retorno a la entidad. Un regreso que se produce 12 años y siete meses después de que abandonara Europa para embarcarse en una aventura en la NBA a la que le puso punto y final el pasado 4 de enero tras pasar por las filas de los Timberwolves, los Jazz, los Suns y los Cavaliers.
Las cosas en Estados Unidos, a pesar de su incuestionable talento, no le fueron tan bien como le habría gustado. El hecho de que nunca llegara a jugar un All Star, a pesar de acumular unas estadísticas destacables, es, quizás, una gran prueba de ello.
Su carrera en la NBA llevaba además en pausa desde el pasado 5 de agosto, cuando decidió anunciar que paraba para cuidar de su salud mental y abandonó la concentración de una selección española que se preparaba para jugar el Mundial. Sobre todo, después de tocar fondo la noche del 30 de julio, tal y como no dudó en confesar él mismo. «Mi mente se fue a un lugar oscuro. Sabía que iba en esa dirección, pero nunca pensé que no podía controlar la situación», aseveró entonces.
Marcando los tiempos
Poco a poco, no obstante, ha ido recuperándose. Y, cómo parte de esa recuperación, pidió entrenarse con el Barça a partir del martes de la semana pasada. Sus sensaciones, sin duda, han ido siendo cada vez mejores. Hasta el punto de que se ve cada vez más cerca de volver a la competición. Un regreso que, eso sí, no será en principio inminente. Según señaló el club por medio de un comunicado, será el propio jugador quien marcará los tiempos. Su incorporación, además, se extiende inicialmente sólo hasta el final de la presente temporada.
Formado en las filas del Joventut, club con el que debutó en la élite y con el que logró la Eurocup de la ULEB, la FIBA EuroChallenge y una Copa del Rey en ocho temporadas, llegó al Barça en el verano de 2009 y jugó en el Palau únicamente durante dos temporadas. En ese espacio de tiempo, como azulgrana, consiguió sumar a su palmarés una Liga, dos Supercopas, dos Copas del Rey y, sobre todo, la segunda Euroliga de la historia del club.
Con la selección, finalmente, logró además dos oros, en 2009 y 2011, y dos bronces, en 2013 y 2017, en Eurobasket, la medalla de bronce en los Juegos de Río en 2016, la medalla de plata en los Juegos de Pekín en 2008 y la medalla de Oro en el Mundial de China de 2019. Su vuelta a la competición, con París en el horizonte, aunque sea aún muy pronto para hablar de ello, es sin duda también una grandísima noticia para las aspiraciones de la selección.