El Atlético Paso, de la desgracia del volcán a la ilusión de la Copa: “Hace un año estábamos casi desahuciados”

El Atlético Paso, de la desgracia del volcán a la ilusión de la Copa: "Hace un año estábamos casi desahuciados"

Copa del Rey

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El conjunto del municipio de El Paso, pegado a Cumbre Vieja, “revoluciona” la isla de La Palma con su partido de esta noche ante el Espanyol. “Es el partido de nuestras vidas”, cuentan a EL MUNDO.

Jugadores del Atlético Paso, durante un entrenamiento.Atlético Paso

A las 15:10 del 19 de septiembre de 2021, la vida se paró en la isla de La Palma. La erupción del volcán de Cumbre Vieja mantuvo en vilo a todo el país durante 85 eternos días, destruyó los pueblos de sus alrededores y coloreó el cielo de gris oscuro hasta el 13 de diciembre. Hoy, 372 días después del final de la pesadilla, la vida se detendrá de nuevo en La Palma, aunque esta vez por una razón festiva: el fútbol.

El destino del balón ha querido que el equipo más feliz de esta temporada sea el Atlético Paso, club de la Segunda RFEF cuyo estadio está a un par de kilómetros del volcán. El Municipal de El Paso, que durante el desastre fue utilizado como centro logístico para distribuir comida, bebida y atender a los damnificados, celebró el ascenso de categoría desde la Tercera RFEF en mayo y esta noche (22:00) será el escenario del partido más importante en la historia del club, la eliminatoria de segunda ronda de la Copa del Rey contra el Espanyol. Todo un Primera.

“Una película con final feliz”

«En diciembre de 2021 estábamos casi desahuciados, no podíamos seguir pagando a los jugadores y muchos patrocinadores se habían quedado debajo de la lava, la situación anímica era terrible, y ahora estamos viviendo esto… Es como una película de miedo con final feliz», reflexiona en EL MUNDO William Nazco, presidente del club. «Poder jugar una eliminatoria de Copa fue la culminación de un sueño, y al ganar al Murcia y jugar ahora contra el Espanyol revolucionamos la isla de La Palma», añade, emocionado.

El Paso se salvó del camino de las coladas por un par de kilómetros, una suerte divina que le libró de la desgracia directa y le permitió a su equipo de fútbol, el Atlético, seguir activo en la Tercera RFEF. «La gente al principio no veía bien que siguiéramos entrenando y jugando», recuerda Nazco. «Pero les explicábamos que los jugadores vivían de eso y que aunque en sus horas libres colaboraban con la ciudadanía recogiendo ropa o dando comida, al final también hace falta aislarse del día día y despejar la cabeza».

Y el tiempo le dio la razón. Los meses ayudaron a recuperar parte de la normalidad de la isla y a acumular puntos en el casillero del Atlético Paso, que terminó logrando un histórico ascenso. «El fútbol se convirtió en una vía de escape para todo lo que estábamos viviendo. Es la luz que ilumina el alma. Nos sirvió para despejarnos y para abrazar a nuestros amigos en las gradas», señala Nazco, que detalla cómo ha evolucionado la economía del club y del municipio: «El estado anímico se ha ido levantando poco a poco. Algunos de los que perdieron todo han montado la empresa en otro lugar y nosotros, gracias al eco que ha tenido el equipo y a la solidaridad de la gente, hemos logrado abrir nuestro mercado. Pedimos ayuda a la Federación, algunos socios nos dejaron dinero… Poco a poco hemos recuperado la normalidad».

“El fútbol ha sido nuestra desconexión”

El ascenso a la Segunda RFEF provocó varios cambios en la dirección deportiva del club. El entrenador, Jorge Muñoz, pasó a ser director deportivo, y llegó al banquillo Yurguen Hernández, de 34 años, nacido en Tazacorte, pegado a El Paso y ex del Mensajero. «Durante la erupción estaba en el Mensajero, pero vivía en El Paso. Y como aficionado al fútbol de la isla teníamos la vista puesta en el Atlético Paso. Es un caramelo estar aquí, en el tercer equipo de Canarias», admite a EL MUNDO. En el vestuario que lidera Hernández los sueldos van de 1.000 a 3.000 euros mensuales y todos los futbolistas son profesionales. Todo, eso sí, lejos de los cientos de miles de euros que cobran los jugadores del Espanyol. «Un jugador de ellos puede cobrar más que todo nuestro presupuesto. El fútbol tiene estas cosas».

La fiebre por el balón ha inundado la isla gracias al Club del Volcán, como se le conoce. «Es el partido de nuestras vidas. Algo muy especial por las desgracias que hemos vivido. El fútbol ha sido nuestra desconexión del volcán, una vía de ilusión. El palmero, que como ha demostrado es muy fuerte de mente, también es muy futbolero. Va a costar ir hacia el futuro sin olvidar lo que ha pasado, pero estamos volviendo a vivir y a ilusionarnos», finaliza el técnico.

kpd