Resulta complejo establecer el punto exacto de inflexión en el que el Atlético de Madrid se convirtió en un grande de Europa. Resulta aún más difícil determinar quién fue el responsable de que eso ocurriera. Y muchos clubes querrían adivinar cómo el equipo colchonero ha conseguido duplicar su volumen en apenas 10 años. Ahora el club está en otro nuevo proceso, más digital, más ambicioso y más internacional.
Para saber más
Esta última década prodigiosa tiene a un protagonista en el banquillo y a otro en los despachos. Ambos se juntaban en un emotivo vídeo que el club publicaba para anunciar la renovación del primero hasta 2027. Si cumpliera ese contrato, Diego Simeone alcanzaría los 15 años al frente del vestuario rojiblanco, el que más de LaLiga en el mismo club superando al madridista Miguel Muñoz. El doble suma Miguel Ángel Gil Marín en la punta de la pirámide.
“Tenemos un plan para saber a dónde queremos ir”, expresaba Gil Marín en la comida de navidad del club. Ese plan pasa por continuar un modelo que les ha permitido pasar de tener un volumen de negocio de 479 millones en 2010 a los 1.025 millones de 2022. Ese plan, a nivel financiero, pasa por incorporar a Óscar Mayo, mano derecha de Javier Tebas en LaLiga y Director General de la competición doméstica. Por realizar el paralelismo, en el mismo periodo, LaLiga también ha duplicado su volumen. Si antes representaba el 0,75% del PIB, a día de hoy supone un 1,44%. A nivel deportivo, el que llega es Carlos Bucero, será la persona que coordine todos lo referente al fútbol en el Atlético.
Si hubiera que poner una fecha al despegue del plan del Atlético habría que volver a 2010. Y el responsable, por raro que parezca, no fue el Cholo. “A la gente le gusta mucho decir que fue Simeone, pero la realidad es que con Quique Sánchez Flores se vuelve a la senda europea, se vuelve a competir”, explican fuentes del club. El 12 de mayo de ese año el Atlético de Madrid se proclamó campeón de la Europa League por primera vez en su historia. El 27 de agosto, consiguió también la Supercopa de Europa ante el Inter de Milán, ambas con Quique.
Sin embargo, en liga no se afianza hasta la 2012-13, la primera temporada completa del Cholo y, ahí sí, el argentino consigue una regularidad deportiva que el club no había tenido en su historia. “No siempre el rendimiento económico va de la mano del deportivo, el pago de primas, por ejemplo, puede contribuir a que el balance no sea tan alto”, explica Jorge López, profesor de Gestión Deportiva de la Universidad Europea y del Máster de Marketing Deportivo.
“Se inicia una etapa con una estabilidad brutal que permite ir compitiendo año a año en Champions. Sólo Real Madrid, FC Barcelona, PSG, Bayern, City y nosotros lo hemos conseguido”, cuentan desde un club que en 2005 tenía unos ingresos de explotación de apenas 50 millones y, a día de hoy, estos superan los 350 en las últimas temporadas.
Ese asentamiento en la aristocracia europea permite el crecimiento de un club apoyado principalmente en el aumento de los emolumentos por competiciones europeas y en el incremento de los ingresos por los derechos de televisión. Ambos conceptos, claro, intensamente relacionados entre sí.
Frenazo pandémico
Si nos centramos en los primeros. Estamos hablando de 70,6 millones de euros de media cada temporada por su presencia en Champions. Logro que ha sido ininterrumpido la última década. Siendo la temporada 2021/22 la más lucrativa con 98,07 millones de euros. El problema es que los rojiblancos fueron uno de los clubes más golpeados por la pandemia lo que les obligó a aumentar la deuda hasta niveles preocupantes. A día de hoy, esta se sitúa en 514 millones de euros.
Los ingresos televisivos se han duplicado desde 2010. Si aquel año se ingresaron algo más de 62 millones de euros, en 2022 fueron 130, el máximo que ha recibido el club en su historia, pero aún lejos de los 160 que reciben blancos o culés. “Hace cinco años Real Madrid y Barça eran el triple que nosotros y ahora son el doble”, explican fuentes rojiblancas.
La idea ahora es depender menos de la televisión y crecer en el ámbito comercial. Al Atlético de Madrid, los ingresos por derechos audiovisuales le suponían un 60% del total, según un informe de la auditora Deloitte de 2021. Para el Real Madrid y para el Barcelona representan, en cambio, un 32% y un 35%, respectivamente. Los comerciales son en los rojiblancos un 25% mientras que en los dos grandes se acercan al 50%. “Lo que más apretaba el zapato de Miguel Ángel era el área de ingresos porque es donde de verdad tenía esa necesidad”, cuentan fuentes rojiblancas.
Óscar Mayo viene para intentar cambiar esa balanza a raíz de una pregunta que se hizo Miguel Ángel Gil tras situar al club en el puesto 13 a nivel europeo: “¿Puede el Atlético de Madrid subir más?”. La idea que tuvo el CEO colchonero, cada vez más ocupado en sus funciones en la ECA y en la FIFA, fue crear una Dirección General a la que reporten todas las áreas de ingresos manteniendo el área financiera y la deportiva independientes. “Un proyecto muy ilusionante en todos los aspectos, desde lo deportivo a lo social y lo internacional”, destacó el propio Mayo.
“Para Miguel Ángel el fútbol no es tan prioritario porque funciona de manera muy autónoma”, aseguran fuentes internas. Pero, tras unos breves escarceos con Mateu Alemany el pasado verano para que coordinara toda el área deportiva, el CEO rojiblanco pareció que no iba a ocupar esa posición, que podría haber entrado en conflicto con Andrea Berta, hasta que se anunció por sorpresa la incorporación de Carlos Bucero, quien a nivel del primer equipo está al mismo nivel que el italiano. “El Atlético de Madrid es, en este momento, el mayor reto de la industria del fútbol en Europa por todo lo que ha conseguido hasta ahora y por todo lo que puede seguir creciendo”, expresó el nuevo director de Fútbol.
La nueva dirección de Ingresos y Operaciones deberá asumir y potenciar el proyecto más ambicioso del club rojiblanco hasta la fecha como es la Ciudad del Deporte: un complejo que pretende crear un entorno de ocio y deportivo alrededor del Cívitas Metropolitano con un coste superior a los 130 millones de euros. “Un ejemplo claro de la visión y futuro del club”, según Mayo. No son los 330 del Metropolitano, pero suponen un cambio radical en la experiencia de acudir al fútbol. “Es una llamada a decir ya no soy solo fútbol, soy mucho más. Además de los ingresos, ayuda a la capacidad de atracción de marca”, explica López.
También deberá afianzar el crecimiento social e internacional de la entidad, multiplicado en los últimos años. Si el número de socios rojiblancos ha crecido de los 55.000 de la temporada 2010 a los 137.631 de la actual, el club cuenta con equipos y colaboraciones deportivas y financieras en México, Canadá, India, Israel y China. “El crecimiento deportivo te permite estrategias de penetración en otros mercados”, apunta López sobre el nuevo gigante rojiblanco tan digital como internacional.