Si es admitida a trámite, el asunto seguiría el mismo camino que el ‘caso Rubiales’ y un juzgado asumiría la investigación que ahora mismo está en manos de la Fiscalía de Barcelona.
El árbitro de VAR Xavier Estrada Fernández se ha querellado contra el ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) José María Enríquez Negreira y contra su hijo, Javier Enríquez Romero, por presunta corrupción deportiva o fraude deportivo en pagos por asesorar al FC Barcelona.
Esta querella podría tener consecuencias inmediatas en el devenir del caso. Si es admitida a trámite, va a provocar la inmediata apertura de diligencias por parte de un juzgado de instrucción de Barcelona y la acumulación, en ese juzgado, de todas las investigaciones relacionadas con los mismos hechos. Es decir, la consecuencia inmediata va a ser que la Fiscalía de Cataluña, que tiene abiertas unas diligencias informativas, se va a tener que inhibir en favor del juzgado de Barcelona que abra la nueva causa.
Lo que establece la ley es que cuando un juez inicia una investigación, el Ministerio Público está obligado a poner en sus manos cualquier pesquisa que tenga en marcha relacionada con los mismos hechos. La situación que previsiblemente se va a dar en los próximos días es muy similar a la que aconteció con la investigación sobre el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales.
En su caso, la Fiscalía Anticorrupción abrió una investigación y cuando un juzgado madrileño inició una causa tras la interposición de una querella por parte de un particular, se tuvo que inhibir y enviar todas las diligencias practicadas al nuevo instructor. Una vez iniciado el nuevo sumario por parte de un juez, la Fiscalía se puede personar y solicitar las pruebas que considere oportunas, pero el máximo responsable del caso pasa a ser ya un magistrado, no un fiscal.
Así ocurrió con Rubiales, y si la Fiscalía no interpone en tiempo récord una querella que sea admitida a trámite antes que la de Estrada Fernández, lo cual se antoja prácticamente imposible, es lo que acontecerá en este caso. Y es que, sorprendentemente, y a pesar de las evidencias que obran en poder del Ministerio Público, éste no ha querido judicializar hasta el momento el caso tras desplegar una pasividad inusual en escándalos de esta envergadura.
La querella de Estrada Fernández se ha presentado en los juzgados de Barcelona este viernes y expone que Negreira prestó servicios de asesoramiento y seguimiento arbitral “con el objetivo de garantizar un arbitraje favorable a los intereses del FC Barcelona” mientras era vicepresidente del Comité Arbitral, en distintas temporadas desde 2003 hasta 2018. El documento detalla que el árbitro facturó estos trabajos a través de su empresa DASNIL 95 SL y añade que entre 2016 y 2018 facturó y cobró del Barça 1.392.680 euros.
La querella de Estrada también se dirige contra el hijo de Negreira, Javier Enríquez Romero, que era gerente de la mercantil y que “prestó servicios de ‘coaching’ a árbitros en activo, al tiempo que los acompañaba desde el hotel al estadio donde tenían que arbitrar”, y pide investigar el caso en defensa de la honorabilidad de los colegiados. Estrada ha ejercido como árbitro de fútbol en primera división y, desde finales de la temporada 2020-2021, no ejerce como árbitro de campo pero sí como VAR. Por su parte, la Fiscalía mantiene abierta una investigación por un presunto delito de corrupción entre particulares.
EL CLUB CONTRATÓ INFORMES TÉCNICOS
Tras conocerse la investigación de la Fiscalía, el club contó en un comunicado que “contrató en el pasado los servicios de un consultor técnico externo, quien suministraba, en formato vídeo, informes técnicos referidos a jugadores de categorías inferiores del Estado español para la secretaría técnica” del club.
El FC Barcelona añadió que la relación con este proveedor externo “se amplió con informes técnicos relacionados con el arbitraje profesional a fin de complementar información requerida por el cuerpo técnico del primer equipo y del filial”, algo que subraya como habitual en los clubes de fútbol profesionales. Agregó que actualmente estos servicios externalizados recaen en un trabajador adscrito al área de fútbol y ha lamentado que “esta información aparezca justamente en el mejor momento deportivo de la presente temporada”.