Nations League
La selección está en la Final Four, pero la derrota y error de jugar con 10 en Pontevedra eclipsó la clasificación. Francia tiene plaza y Alemania e Inglaterra o Países Bajos la buscan hoy.
Ni una mancha más. Ni dentro ni fuera del campo. España cierra esta tarde la fase de grupos ante Suecia en Málaga con los deberes hechos, clasificada la fase final de la Nations League, pero una sensación agridulce que vuelve a nublar el logro deportivo. Junto a Francia es el único equipo que llega a este último duelo con plaza asegurada en semifinales, sin embargo, el partido ante Italia reabrió heridas, y no sólo por la derrota en el campo.
El error que llevó a España a jugar con diez al inicio de la segunda parte sigue generando polémica. Montse Tomé justificó que Aitana Bonmatí le transmitió su indisposición tarde, y por eso costó activar su cambio por Esther, pero hay más versiones. Una de Athenea del Castillo, y no hablada de la indisposición de última hora de su compañera. Otra apunta a una discusión en el vestuario que la propia Balón de Oro ha negado y sobre la que Tomé ha preferido no hablar. «Al final el vestuario es lo importante y lo que ocurre dentro es importante que lo cuidemos, que lo protejamos y sea nuestro. Aquí somos muy profesionales y muy exigentes, ya estamos pensando en Suecia y nuestra mente tiene que estar solo en eso, pensar en la palabra equipo que somos todos y todas», advirtió.
Tomé se enfoca en Suecia porque la dolorosa derrota ante Italia ha empañado una clasificación que iba camino de ser perfecta y se esfuerza en que nada reste valor al trabajo hecho desde septiembre y que comenzó con una victoria en Göteborg. Lejos de barajar rotaciones, aseguró que no piensa «darle ventaja a Suecia». Para el once recupera a Aitana, que arrastraba problemas estomacales pero que participó en el último entrenamiento con normalidad.
Récord de asistencia
Sin embargo, aún no se olvidan los dos errores encadenados que, aunque no tuvieron consecuencias graves, pudieron haber salido caros. El primero, al subir tarde la convocatoria ante Suiza a la plataforma de la UEFA, que impidió a la seleccionadora hacer gestionar el esfuerzo de las jugadoras. Y la segunda en Pontevedra. «A nadie le gusta que ocurran estas cosas, pero los imprevistos no se pueden controlar. Por eso debemos centrarnos en lo que controlamos: disfrutar del partido y de un estadio lleno», dijo Tomé.
Las jugadoras, con parte de responsabilidad por no haber intentado retrasar el inicio del partido ante las italianas, también lanzan su mensaje. «La palabra equipo no se pone en duda, pero la exigencia es máxima para todos y todas y esto no puede volver a suceder», advirtió Laia Aleixandri.
Lejos de polémicas, La Rosaleda se prepara para batir el récord de asistencia a un partido de la selección que marcaron los 14.194 espectadores que asistieron a la goleada de España a Suiza en el estadio Nuevo Arcángel de Córdoba en septiembre.
Dos semifinalistas sin definir
A pesar de los contratiempos, España logró el primer objetivo sin sufrir, algo en lo que sólo le iguala Francia, que ha liderado de manera firme el grupo 2 . Alemania tiene en su mano la clasificación si vence a Gales, porque Dinamarca no podrá alcanzarla en el liderato del grupo 3. La emoción está en la plaza que tienen en juego Países Bajos e Inglaterra, igualadas con 9 puntos, y Bélgica con 8. Las neerlandesas se medirán a las belgas pero Inglaterra parte con ventaja al enfrentarse a Escocia, colista, sin ningún interés en que las inglesas queden fuera porque a los Juegos irían como Gran Bretaña.