LaLiga EA Sports 2023 – 2024
El francés, con un gol muy protestado por Osasuna, y el polaco, con un penalti también muy discutido, convirtieron el gran gol de Chimy Ávila en sólo una anécdota
Al Barça le bastó con dos chispazos, en un nuevo partido con muchos grises, para llevarse finalmente los tres puntos ante un Osasuna que dio muestras de estar más que recuperado del varapalo de su eliminación en la Conference League. Koundé, con un remate de cabeza en un córner servido por Gündogan, y Lewandowski, que aprovechó un penalti muy protestado por los locales para romper el momentáneo empate logrado por el Chimy Ávila, se encargaron de sellar el definitivo 1-2 para los de Xavi en Pamplona. El tanto del argentino, de bellísima factura, fue al final sólo un triste consuelo.
El primer tiempo tuvo un desenlace del todo inesperado. Aunque Osasuna hizo méritos más que suficientes para marcharse al descanso con ventaja en el marcador, fue el Barça, casi en el último suspiro, el que logró un 0-1 del todo liberador. Koundé, tras un medido centro de córner de Gündogan y en una acción que los locales protestaron sin éxito como falta, se encargó de materializar el primer tanto del duelo, a pesar de que el conjunto rojillo había sido hasta entonces el que había tenido las opciones más claras para lograrlo.
Por mucho que De Jong avisara primero con un remate al poste, fue Ter Stegen, de nuevo, quien se erigió en el gran baluarte de los barcelonistas tras frustrar dos remates, uno de Jose Arnaiz y uno de Aimar Oroz, que amenazaron muy seriamente con volver a amargarle la vida. Esos fueron los dos avisos más serios de un Osasuna que, tras ahogar la salida de balón de los azulgrana, se las arregló para estirar sus líneas e ir llegando cada vez con más frecuencia a las inmediaciones del área barcelonista. En ataque, mientras, los de Xavi volvían a mostrarse tremendamente espesos, con un Lewandowski más voluntarioso que efectivo y algunos destellos de Gündogan y De Jong como tímidas señales de vida.
El 0-1, con todo, no acabó con la combatividad de Osasuna. En la reanudación, el equipo de Arrasate no se arrugó en la búsqueda del contacto y mantuvo altas las espadas en busca de volver a meterse de lleno en el partido. Y lo logró, con un trallazo desde la frontal de Chimy Ávila, relevo en punta de Raúl García, que se coló pegado al poste derecho de la portería de Ter Stegen cumplida la media hora de la segunda parte. La alegría sólo les duraría diez minutos a los locales. Lewandowski, transformando un penalti que le costaría la expulsión a Catena tras revisión por parte del VAR, se encargó de marcar el tanto que valdría finalmente los tres puntos para los azulgrana. Toda una bocanada de oxígeno para un equipo que sigue aún buscando su versión más aseada.