Diego López propulsa al Valencia y condena al Cádiz de Sergio

Diego López propulsa al Valencia y condena al Cádiz de Sergio

Cádiz 1 – Valencia 4

Actualizado

Un Valencia de canteranos suma la tercera victoria consecutiva en el Nuevo Mirandilla, donde se pidió la dimisión del entrenador (1-4).

Diego López y Hugo Duro celebran el primer gol del Valencia.EFE

Madurez y colmillo. El Valencia echó los dientes ante el Cádiz en el Nuevo Mirandilla y se metió en el bolsillo tres puntos que ya le impiden esquivar una pregunta que resuena entre las paredes del vestuario. ¿Hasta dónde puede llegar la Quinta del Pipo? El infierno queda cada vez más lejos y el descaro juvenil invita a levantar la cabeza, sin presión, sin miedo. [Narración y estadísticas (1-4)]

La amargura se la ha sacudido de manera tan veloz como encara a puerta en cuanto huele debilidad y, aunque condenado a que la cantera de Paterna sea su única fuente de energía, se resiste a no creer. No se rinde Diego López ni Canós ni Hugo Duro. No tiembla Mosquera ni Yarek. Ni se quiebra nunca Pepelu ni yerra Javi Guerra cuando pisa el área. No les bloquea un arbitraje polémico. Tres victorias consecutivas son una catapulta para un equipo que acabó con siete canteranos en el once obligados a una adultez en el campo que ahora empiezan a disfrutar.

No supo el Cádiz frenar esa inercia y se condenó a vivir al borde del alambre, con la grada harta de derrotas y focalizando en Sergio González su ira. Las grietas se las encontraron muy fácil. Propuso un Valencia hambriento un duelo al que los locales tardaron en entrar, y ya con el marcador en contra. Se escapó Diego López por la orilla derecha demostrándole a Fali que, aunque su mente siga siendo rápida, las piernas no siempre responden. El centro atrás que sacó el asturiano lo remató Hugo Duro con una dureza que dobló las manos de Ledesma. En ocho minutos se aclaró el equipo de Baraja el objetivo y en otros ocho vio cómo se le complicaba.

Decisión incomprensible del VAR

El VAR llamó a Díaz de Mera para que pitara unas manos incomprensibles de Pepelu cuando formaban barrera en el saque de una falta en la frontal. Imposible que los valencianistas pudieran haber evitado el golpeo del balón, a no ser que se hubieran transformado en muñecos de un futbolín. El penalti lo marcó Rubén Alcaraz para empatar y calmar al Valencia.

Lamentándose estaba de la decisión arbitral cuando llegó la segunda. El codazo de Luis Fernández a Hugo Duro que el colegiado castigó con la amarilla sin que el VAR le sacara del error. Hasta Sergio González buscaba en el banquillo alternativas para mantener el empate con diez. Pero le dieron una vida extra e intentó aprovecharla antes del descanso. Fueron los únicos minutos en los que los gaditanos sintieron que podían voltear el marcador. Creía el Cádiz aunque Fali salvó un disparo de Sergi Canós que iba camino de fondo de la red.

Fe para sufrir

Al regreso del vestuario, Alejo quiso aprovechar una duda en el saque de puerta de Mamardashvili, pero el Cádiz perdió el alma cuando Diego López cazó un extraordinario pase de Sergi Canós con el exterior desde la línea de banda, corrió 60 metros y ajustó el disparo allá donde Ledesma no podía estirarse. En 50 minutos, el duelo no estaba decidido, pero el Valencia tenía más fe hasta para sufrir y Baraja buscó las piernas de Jesús Vázquez y Thierry y el talento de Javi Guerra. Casi en el primer toque le sirvió un centro a Diego López que trató de rematar a la media vuelta.

A empujones, y todo lo peligroso que le quedaban en el banquillo a Sergio, quiso el Cádiz buscar el golpe de fortuna que le permitiera sumar. No pudo y se deshizo. Alberto Marí, pegado al palo, perdonó al no poder empujar el tercer gol, que lo marcó Javi Guerra a la carrera asistido por, otra vez, Diego López. Necesitaba este gol para volver a sonreír. Lo mismo le ocurría a Jesús Vázquez, que remató al segundo palo un centro de Alberto Marí para redondear una victoria que propulsa al Valencia y quiebra al Cádiz.

kpd