El maniquí apareció a finales de enero colocado en los alrededores de la Ciudad Deportiva junto a una pancarta con el lema ‘Madrid odia al Real’
La Policía Nacional ha detenido este martes en Madrid a cuatro personas en relación con el muñeco vestido con la camiseta de Vinicius que apareció colgado de un puente frente a la Ciudad deportiva del Valdebebas antes del derbi de Copa del Rey del pasado mes de enero. El cuerpo armado ha informado de la detención mediante un tuit en el que ha añadido el hashtag STOP #delitosdeodio.
Según la Policía, se les considera presuntos responsables de un delito de odio y tres de ellos son miembros activos de un grupo radical de aficionados de un club madrileño, lo que hace sospechar debido a darse en la previa de una Real Madrid-Atlético, que son ultras rojiblancos.
El maniquí, por el que se abrió una investigación, apareció a finales de enero colocado en los alrededores de la Ciudad Deportiva de Valdebebas junto a una pancarta con el lema ‘Madrid odia al Real’ en la previa del derbi Real Madrid-Atlético de Madrid de Copa del Rey.
LaLiga presentó tras el suceso una denuncia ante el Juzgado de Instrucción nº 28 de Madrid, a la que se acompañaba un informe de su departamento de integridad y seguridad, en el que ya se apuntaba indiciariamente la responsabilidad de algún individuo concreto. La organización sabía que la Justicia estaba trabajando en la identificación de los responsables.
Esta actuación se produce después de la polémica mundial que estalló el pasado domingo en torno a Vinicius y el racismo en el fútbol español. Durante el partido de Liga entre Real Madrid y Valencia, varios aficionados llamaron “mono” al delantero del Real Madrid, que paró el encuentro para señalar a los culpables.
Para saber más
Tras el encuentro, en el que Vinicius acabó expulsado, el brasileño publicó un duro mensaje contra LaLiga y el fútbol español. “No fue la primera vez, ni la segunda ni la tercera. El racismo es algo normal en LaLiga. Lo lamento”, aseguró en la publicación que subió a todas sus redes sociales.
Vinícius, apuntan fuentes cercanas al jugador, está “muy preocupado y afectado” por la deriva que han tomado los acontecimientos. Esta temporada se han ido endureciendo los sucesos racistas en su contra. El brasileño no entiende como los cánticos de odio que se realizaron a puertas del Metropolitano antes de ese mismo derbi fueron archivados por la Justicia. Entiende que no se castiga al racista como debería.
Precisamente en un vídeo subido ayer a sus redes sociales, alentado por su entorno, el brasileño mostró todos los insultos y acciones racistas que ha recibido en los últimos meses, entre ellos la pancarta en el puente de Valdebebas.
El entorno del brasileño esperaba un paso firme también del club y llegó con el anuncio de la denuncia ante Fiscalía. Se lo explicó en persona el propio presidente, Florentino Pérez, que le aseguró que irán hasta última instancia para que se castigue a los culpables y con penas duras se consiga poner freno a la ola de racismo que está sufriendo. Vinícius ya conoce cada paso que va a dar el Real Madrid fuera de los terrenos de juego para buscar soluciones inmediatas.
El Real Madrid niega que todo lo que está sufriendo Vinícius en el fútbol español provoque que se alimente un deseo de abandonar el club e irse a jugar a una liga como la inglesa. En Brasil se apunta a que su entorno se lo ha puesto sobre la mesa. En el club lo descartan con rotundidad, con un acuerdo cerrado con el jugador que se anunciará antes de que se vaya de vacaciones y que según ha podido saber EL MUNDO será con un sueldo de 10 millones netos hasta 2027.
A la espera de la sanción, lo que es seguro es que Vinícius no estará el miércoles ante el Rayo Vallecano y podría perderse también la visita al Sevilla antes de cerrar la temporada frente al Athletic. Se espera que todo quede en un partido y el jugador ya trabaja en su recuperación física. La anímica llevará unos días, apuntan desde el vestuario, que ven al joven jugador superado por los acontecimientos.
LaLiga solicitará tener más competencias sancionadoras, con el objetivo de poder ser “más ágiles y eficaces en la lucha contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, donde LaLiga lleva años liderando la detección y denuncia de estos comportamientos en los estadios de fútbol”. La organización admite sentirse “impotente al observar cómo terminan sus denuncias”: “LaLiga siente una tremenda frustración por la falta de sanciones y condenas por parte de los órganos disciplinarios deportivos, las administraciones públicas y los órganos jurisdiccionales a los que se denuncia”.