Hay personas que nacen con el viento a favor y otras con el viento en contra. Charles Oliveira (Sao Paulo, 1989), el próximo rival de Ilia Topuria en el UFC 317 de Las Vegas, se encontró con un huracán desde la cuna. Do Bronx ha tenido que pelear cada oportunidad en su vida desde la favela Vicente Carvalho de Guarujá en la que nació en una casa de una sola habitación que compartía con seis personas.
“No teníamos nada, pero nunca pasé hambre, ni nos faltó un plato en la mesa”, ha contado el luchador sobre unos padres que tenían dos trabajos para sacar la familia adelante y que a duras penas sabían leer y escribir. Entonces, con siete años, llega el palo para la familia: el pequeño Charles sufre fiebre reumática y un soplo en el corazón que le debía impedir hacer deporte a nivel intenso y quizás le terminara dejando parapléjico.
“Si no tengo una juventud normal, prefiero morir”, le llegó a decir a su padre tras el varapalo del diagnóstico. Pero la fe la ayudó a salir del hoyo, le ayudó a creer y le ayudó quizás no a destacar en el fútbol, su deporte preferido de pequeño, pero sí para comenzar en otras disciplinas como el jiujiutsu, en la que se inició con 11 años dejando atrás sus problemas de salud. “Dios es el número uno del todo”, comenta el brasileño que abrazó esa disciplina desde que la probó especialmente para salir de la peligrosidad que vivía día a día en la favela.
Al principio las cosas fueron despacio para Oliveira que tenía que hacer múltiples trabajos para sobrevivir y aportar a su familia. “Vendía ajos, cebollas. Trabajé en un mercadillo. Trabajé en un matadero. Sacaba latas y cartones de la calle. Lavé camiones. Y, luego, peleé”, revela el luchador sobre sus actividades para intentar que sus padres “trabajaran menos”.
Luego llegaron los campeonatos de Brasil con 15 y el mundial con 17. Parecía que Oliveira, un niño que pudo quedarse parapléjico por su enfermedad, iba a tener futuro en el deporte después de todo. El joven viró su interés hacia las MMA, una disciplina en crecimiento y mejor pagada que el jiujiutsu y fue ganando combates hasta que firmó en 2010 por la UFC. El sueño se iba cumpliendo.
Pero, pese a debutar con dos victorias ante Darren Elkins y Efrain Escudero, su rendimiento fue muy irregular en las peleas posteriores ganando algunas y perdiendo otras. Hasta el punto de que llegó a peligrar su contrato en la promotora. Quizás influyó un gran problema de visión que le impedía ver con claridad a sus rivales. “Nnca me ha molestado durante la pelea, creo que Dios me ayuda, si me quito los lentes en la calle creo soy prácticamente ciego”, ha contado en alguna ocasión. También pudo ser que su cuerpo no respondía a las llamadas de urgencia para pelear sin estar bien preparado o los cambios de división.
Entonces, en 2017 nació su hija Tayla y aquello cambió su mentalidad para siempre. El brasileño encadenó una serie de victorias, nueve, hasta convertirse en el primer contendiente para el cinturón del peso ligero. Lo conseguiría en 2021 en una épica pelea ante Michael Chandler al que derrotó por nocaut en el segundo asalto. Su finalización menos habitual ya que su pasado como peleador de jiujitsu, hace que su especialidad sea la sumisión.
Récord en UFC
De hecho, el brasileño es el luchador con el récord de finalizaciones de la UFC con 20, 16 por sumisión y cuatro por nocaut, de los 46 combates que ha disputado con 35 victorias, 10 derrotas y un no contest. Este número le ha brindado más de un millón de dólares en bonus hasta convertirle en uno de los luchadores mejor pagados de la promotora con un patrimonio aproximado de 2 millones de dólares. “El dinero te ayuda a tener una mejor casa a ayudar a tu familia, pero no cambia quien eres”, dice Oliveira.
El brasileño es uno de los luchadores más respetados de la UFC y por eso era una de las opciones predilectas de Ilia Topuria para aterrizar en la división del ligero tras el no de Islam Makhachev, precisamente el rival con el que perdió Oliveira para retomar el cinturón después de que la promotora se lo retirara por no dar el peso en la báscula ante Justin Gaethe, en su segunda defensa del título conseguido ante Chandler. “Golpeo más fuerte que él con seguridad”, amenazaba hace unas semanas al hispanogeorgiano. Se verá el domingo alrededor de las 6.00 am españolas.