España destroza a Hungría en el último cuarto y se proclama campeona del mundo en la despedida de Felipe Perrone

España destroza a Hungría en el último cuarto y se proclama campeona del mundo en la despedida de Felipe Perrone

Actualizado Jueves, 24 julio 2025 - 17:43

Como si fuera el guion de una película. Felipe Perrone, quien llegó al que ha sido su último Mundial de natación casi de puntillas y que únicamente había podido marcar un gol hasta la final, tuvo la ocasión de firmar la despedida que soñaba. De nuevo, bañada en oro. Tras un tercer cuarto que fue otra vez toda una pesadilla para el equipo que dirige David Martín, se encargó de ponerle el broche prácticamente final a una victoria que, tras su gol, el momentáneo 15-12, no se les podía escapar de entre los dedos a los españoles. Rubricó ese tanto el título mundial de España, el cuarto.

Porque, con los suyos dos goles arriba, agarró el balón y se fue nadando buscando que los húngaros le hicieran falta para apurar al máximo el cronómetro. Y, una vez logrado ese primer objetivo, se encontró con una opción inmejorable de anotar con la que, desde luego, acabó por cerrar el partido. De nada importó que Hungría recortara distancias hasta el 15-13 final. La historia ya estaba escrita.

Perrone tuvo el protagonismo que, dada su trayectoria, merecía a todas luces. Pero, a decir verdad, quienes más brillaron por parte de los españoles fueron unos Bernat Sanahuja y Álvaro Granados, implacables ante la portería contraria, capaces de anotar cada uno de ellos cinco goles en un partido vibrante. Y si ellos brillaron con luz propia en tareas ofensivas, no les fue a la zaga desde su puesto bajo los palos un Unai Aguirre capaz de frustrar una y otra vez los lanzamientos de una Hungría que es, con mucho, la potencia más demoledora en la faceta anotadora.

Por eso, tal vez, no fue demasiado extraño que el primer cuarto se cerrara con una igualdad absoluta, con un 5-5 en el marcador que lo invitaba tal vez a pensar en un desenlace incierto. En el segundo, no obstante, España dio un paso adelante en tareas destructivas y únicamente permitió que Hungría sumara un tanto a los cinco conseguidos inicialmente, mientras que Bernat Sanahuja, cómo no, y Alberto Munárriz se encargaban de marcar los dos que les daban una tímida ventaja a los españoles (7-6).

Álvaro Granados lanza a portería durante la final.

Álvaro Granados lanza a portería durante la final.EFE

El tercer cuarto, con todo, fue toda una pesadilla para los de David Martín. Algo que, de hecho, se ha convertido casi en una costumbre. Con Gergely Burian arrancando una reacción confirmada por Vince Vigvari, Hungría logró ponerse por primera vez por delante en el marcador y marcar una distancia de dos goles que, al término del periodo, tras goles de Álvaro Granados, Akos Nagy por parte húngara y Felipe Perrone, con una gran intervención final del propio Granados para bloquear un pase peligrosísimo, acabó por propiciar que España se plantara en el último cuarto únicamente un gol por detrás en el luminoso.

Y, a partir de ahí, los españoles le dieron la vuelta al duelo. De nuevo, Bernat Sanahuja y Álvaro Granados marcaron en una primera reacción para volver a ponerse por delante (11-10). Después de que Burian pusiera un momentáneo 11-11, Alberto Munárriz, Granados y Unai Biel se encargaron de llevar las cosas hasta un 14-11 que, después de que Adam Nagy volviera a recortar distancias en el ocaso, Perrone transformó en un 15-12 ya casi definitivo, solo maquillado por Vendel Vigvari hasta el 15-13 final.

El triunfo en Singapur no solo es el cuarto oro en un Campeonato del Mundo para una selección española de Waterpolo que no para de sumar éxitos. Perrone, quien se estrenó con España tras haber jugado previamente con Brasil y que tuvo un breve paréntesis por jugar con la canarinha tanto el Mundial de 2015, en el que España estuvo ausente, como los Juegos de Río, ha sumado formando parte de sus filas dos oros más, uno en en los Juegos del Mediterráneo de 2005 y otro en el Mundial de 2022 de Budapest, tres platas y tres bronces. Toda una retahíla de éxitos en la que solo le ha faltado colgarse una medalla olímpica. El grupo que ha disputado este Mundial, de hecho, solo tiene una novedad con respecto a los Juegos de París (donde perdió el partido por el bronce) y su cohesión y compenetración ha ido a más. Todo invita a pensar que las medallas van a seguir cayendo. Para no perder la costumbre.

Anni Espar conduce a la nueva España de Jordi Valls hasta el bronce mundial de waterpolo

Anni Espar conduce a la nueva España de Jordi Valls hasta el bronce mundial de waterpolo

Actualizado Miércoles, 23 julio 2025 - 14:02

España se ha impuesto a Estados Unidos (13-12), en el torneo femenino de waterpolo, para llevarse el bronce en el Mundial de Singapur, la sexta medalla en una competición de este tipo con la aportación destacada de Anni Espar, autora de cuatro goles y de una recuperación final.

La etapa de Jordi Valls, sustituto del mítico Miki Oca, al frente del equipo nacional, se ha solventado con una medalla, y eso que ha tenido que lidiar con cambios en su escuadra, un equipo que, además, venía de ganar el título olímpico en París, todo un reto.

Después del varapalo de la contundente derrota ante Hungría (15-9) en semifinales, España se rehízo. No era un partido fácil para ninguno de los dos equipos que, acostumbrados a luchar por los títulos, se encontraban en una final de consolación. Dos equipos, además, en plena reconstrucción generacional.

Y España dominó desde el principio, desde el 0-1 anotado por Espar, que exhibió galones y fue la punta de lanza del nuevo equipo español, hasta el 2-4 con el que concluyó el primer cuarto, en el que las jóvenes como Daniela Moreno o Paula Prats también anotaron.

La potencia de Estados Unidos en la boya provocó múltiples superioridades para el equipo de Adam Krikorian, pero España seguía arriba en el marcador con hasta tres goles de máxima diferencia y un nuevo tanto de Espar para cerrar el primer tiempo (4-7).

Anni Espar, la gran estrella de España

Anni Espar, la gran estrella de EspañaEFE

Con otro más, la capitana llevó a España a su máxima diferencia al anotar un penalti (4-8). Eran momentos con una buena defensa y la aportación de Martina Terré en la portería. Pero de tanto cargar en la boya, las estadounidenses empezaron a obtener rédito en las superioridades y su máxima goleadora, Emily Ausmus, anotó tres goles consecutivos, aunque España a dos minutos del final del tercer cuarto seguía cuatro arriba (7-11).

Todo se empezó a complicar cuando la zurda Emma Lineback anotó tres goles en superioridad para cerrar un parcial 3-0 y situar a su equipo 10-11 a cinco minutos del final. A la hora de la verdad, Paula Camus exhibió calidad en el 10-12, Con cuatro minutos por delante, Roemer descontó en otra superioridad (11-12) a 3:28 del final; y Bea Ortiz acertó en mujer de más para el 11-13.

Lineback, a 1:21, puso de nuevo la emoción (12-13) y, a partir de entonces, muchos nervios. Krikorian pidió un tiempo muerto a 49 segundos, pero España recuperó la posesión, por medio de Anni Espar con 30 segundos para el final y las estadounidenses jugando con portera-jugadora. Al final agotó el tiempo el equipo de Jordi Valls y sumó su sexta medalla en el Mundial, una demostración de que, a pesar del cambio generacional, y del nuevo técnico, sigue por el buen camino.

España tira de épica y jugará la final del Mundial de waterpolo

España tira de épica y jugará la final del Mundial de waterpolo

Actualizado Martes, 22 julio 2025 - 16:20

Un gol de Alberto Munárriz, a dos segundos de la conclusión, abrió las puertas a España a la tanda de penaltis (7-7) ante Grecia, donde los de David Martín resolvieron su pase a la final del Mundial con dos paradas de Unai Aguirre (11-9) y lucharán por su cuarto título mundial.

Fue un partido con muchos partidos dentro. El primero, España lo ganó por 3-6 al descanso. En el segundo estuvo a punto de perderlo, porque a poco del final, Grecia ganaba 7-6 y casi celebraba el pase a la final.

Es cuando apareció el brazo de Munárriz, errático hasta entonces, que no había acertado en los primeros cinco lanzamientos, pero sí en el decisivo. Desde el punto de penalti, en el tercer partido, España volvió a ganar.

El partido fue muy táctico, con poco ritmo, lo cual no favorecía a los intereses de España. Sin embargo, una circunstancia marcó el desarrollo del primer tiempo: la expulsión de Aristeidis Chalyvopoulos por agresión a Álvaro Granados, que obligó a su equipo a jugar con uno menos durante cuatro minutos.

España no desaprovechó la ocasión y consiguió un parcial 0-3 que le dio aire. Hasta entonces, nuevamente el brazo de Bernat Sanahuja, como había ocurrido en cuartos de final, había sujetado a los de David Martín.

Los griegos descontaron antes del descanso (3-6) y es cuando empezó el giro dramático del partido para España. Sin acierto en ataque, nulos en la superioridades, los de David Martín sobrevivieron gracias a su defensa y al enorme partido, nuevamente, del meta Unai Aguirre.

Encajó un parcial 1-0 y, a ocho minutos del final, España aun tenía ventaja (4-6). Pero en el inicio del cuarto final, Granados fue expulsado con roja directa y ya no volvió a jugar más, lo cual lastró aún más el ataque.

Mientras, los griegos anotaban. Gkillas puso el 5-6, Pouros el 6-6 y nuevamente Gkillas culminó la remontada y un parcial 5-0 para el 7:6 a 1:48 para el final.

Dio igual el tiempo muerto de Martín para preparar una nueva superioridad, que Felipe Perrone rematara al palo a 35 segundos del final. Todo se decidió cuando Munárriz, a dos segundos del final, acertó con un tiro supersónico para mandar el partido a los penaltis, y poner fin a casi veinte minutos en los que España se quedó seca.

Allí, no hubo color. Perrone anotó el primero (8-7), Genidounias empató (8-8), Sanahuja puso el 9-8 y Kalogeropoulos no falló (9-9). Munárriz marcó el 10-9 y Aguirre detuvo el penalti a Skoumpakis. Larumbe no erró y 11-9 y Unai Aguirre paró la pena máxima decisiva.

España colapsa ante Hungría y jugará por el bronce del Mundial

España colapsa ante Hungría y jugará por el bronce del Mundial

Actualizado Lunes, 21 julio 2025 - 18:10

España, actual campeona olímpica de waterpolo, cayó ayer con estrépito ante Hungría (15-9) y quedó apeada de la final del Mundial de Singapur. El equipo dirigido por Jordi Valls protagonizó una de sus peores actuaciones de los últimos tiempos, aunque el miércoles peleará por el bronce ante Estados Unidos (11:35 horas), en busca de su sexta medalla mundialista en 12 años.

Hungría, doble campeona mundial (1994, 2005) y plata en las dos últimas ediciones (2022, 2024), dominó desde el inicio a las españolas, que nunca supieron controlar a Rita Keszthelyi-Nagy. La jugadora del CN Sabadell, una de las grandes estrellas de la última década, comandó el ataque magiar con tres goles, los mismos que Dorottya Szilágyi.

El aprovechamiento en las superioridades (7/9 en los primeros dos cuartos), el rendimiento de Boglarka Neszmely bajo palos y la intensidad húngara en cada zona de la piscina resultó determinante desde el pitido inicial. Y eso que España anotó en su primer ataque, un gran gol de revés de Paula Leitón. Un mero espejismo. Hasta seis goles de una tacada anotaron las húngaras, cinco en superioridad y un sexto como metáfora del partido. Una falta de entendimiento en el saque, sorprendió a Martina Terré fuera de la portería y Kamilla Farago, desde muy lejos, elevó el 6-1 al marcador.

Cambio en la portería

Dos goles dieron algo de oxígeno a España al inicio del segundo tiempo (6-3), pero la inercia no cambió. Un parcial 4-0 colocó la máxima diferencia (10-3), que se mantuvo al descanso (11-4), cuando ya había aparecido en escena Keszthelyi-Nagy, con dos tantos. Ni el cambio de portería, con la entrada de Mariona Terré en sustitución de su hermana Martina, giró las cosas, aunque al menos cerró la sangría en defensa y en el tercer cuarto el parcial fue 3-2, con una máxima de nueve goles (14-5).

A España no le salió nada y se le hizo muy largo el partido. Al menos, su rival bajó el ritmo y permitió un 1-3 en los últimos ocho minutos. Sólo de este modo, las campeonas olímpicas maquillaron la derrota hasta el 15-9.

Muere el exwaterpolista Óscar Rey, bronce en el Europeo de 2006 con la selección española, a los 45 años

Muere el exwaterpolista Óscar Rey, bronce en el Europeo de 2006 con la selección española, a los 45 años

Actualizado Sábado, 8 marzo 2025 - 13:31

El exwaterpolista Oscar Rey (Manresa, 13 de abril de 1980), mundialista con la selección española en Montreal 2005 y bronce en el Europeo del año siguiente en Belgrado, ha fallecido, según ha anunciado este sábado la Real Federación Española de Natación (RFEN).

Rey se formó en las filas del CN Manresa y en 1996 pasó a formar parte del CN Sabadell, club con el que conquistó la Copa del Rey (1998, 2005) y la Supercopa de España (2003, 2006). En 2009 regresó al CN Manresa.

Como internacional jugó 51 partidos entre 2003 y 2007 y además del bronce en el Europeo de 2006, también consiguió la misma medalla en la Liga Mundial y la Copa del Mundo.

Un paseo con una campeona olímpica: "Si alguien me reconoce, pienso que se ha confundido. Nos exigen la medalla y nos olvidan"

Un paseo con una campeona olímpica: “Si alguien me reconoce, pienso que se ha confundido. Nos exigen la medalla y nos olvidan”

Laura Ester (Barcelona, 1990) se sienta en la escalinata del monumento a Alfonso XII y saca del bolso su oro olímpico recién ganado en París. A su alrededor, turistas y chavalería disfrutan del estanque de El Retiro en una soleada tarde madrileña. La medalla y el fotógrafo despiertan cierta curiosidad en un grupo de adolescentes que flirtean, sin visos de avanzar demasiado, mientras comen cheetos. Dos de ellos se aproximan: "¿Quién es?". Respondo que es la portera histórica del waterpolo español, campeona de todo con la selección y con sus clubes, mejor jugadora de Europa hace unos años... A mitad de explicación ya sólo les interesa volver al tonteo. Ella observa la escena con total normalidad: "En realidad, cuando alguien me reconoce, me sorprende. Pienso que se ha equivocado y fijo que me confunde con otra".

Hace justo dos meses todo el país celebraba su último éxito, el mayor y el único que le faltaba, tras ganar a Australia en la final de París. Hoy paseamos media hora por un parque repleto de gente, nos sentamos en una terraza concurrida y nadie la mira. Es la realidad de la mayoría de héroes olímpicos en este país: dos semanas de atención (y presión) y cuatro años de anonimato. Ester sonríe resignada: "Suena mal decirlo, pero te acabas acostumbrando a que nadie te reconozca. Del waterpolo, como de casi todo lo que no es fútbol, se habla en los Juegos, nos exigen la medalla y luego se olvidan de que existimos. Asumimos que es así, lo injusto es que esa única vez que nos recuerdan nos presionan como si les importara este deporte. ¿No habéis estado en cuatro años y ahora, si somos cuartas, somos unas fracasadas? Eso es un poco fuerte. Desde casa se ve todo muy fácil".

La guardameta, presente de principio a fin en la época dorada de la selección, ha completado su palmarés con su tercera medalla olímpica, esta vez sí de oro tras dos platas. Ya era campeona del Mundo y de Europa con España. También de cinco Champions e innumerables títulos nacionales con el Sabadell, club que no le ha dado este verano la salida que merecía. Ahora vuelve al Mediterrani, donde empezó, para la que puede ser su última temporada. "Ahora ya sí soy campeona de todo. Con el oro y esta vuelta a casa, se puede decir que cierro el círculo, pero ya sabes cómo somos los deportistas, luego nos liamos fácil", reflexiona.

"He podido ahorrar algo"

A sus 34 años, la retirada acecha y le toca reinventarse. Lleva años preparándose para ello, es licenciada en Bioquímica y tiene un máster en Dermofarmacia, pero nada de eso ahuyenta al vértigo de quien se dedica desde la adolescencia a un deporte que exige mucho y no da demasiado económicamente. "Una jugadora del máximo nivel gana para vivir día a día como cualquier ciudadano de clase media. Yo he podido ahorrar algo porque, al estar tanto tiempo en la selección, he tenido la beca, pero si me retiro el año que viene más me vale encontrar pronto en qué trabajar porque de los ahorros vivo un año. El día que esto acabe, tienes que espabilarte".

Laura espera aclararse durante esta temporada que le queda (ya veremos si finalmente es sólo una). Se mueve entre dos aguas. Sus estudios le llaman, pero también sabe que la salida más sencilla, esa que acaba seduciendo a tantos atletas, es seguir vinculada al deporte, en su caso en el mundo organizativo y federativo. No esconde el miedo. "Empezar de cero, inevitablemente, asusta. Cualquier deportista que te diga que no tiene miedo a la retirada, al vacío del día después, miente. Puede ser más o menos en función de tu situación, pero siempre está ahí. Es un momento difícil que a muchos deportistas les afecta psicológicamente. Yo me he ido preparando, pero cuando llevas 20 años dedicándote exclusivamente a algo que te apasiona y en lo que eres de las mejores del mundo... De repente, pasas a ser una más y vienen las frustraciones y las dudas. ¿Sabré hacer algo más? Yo creo que sí, pero tengo que volver a demostrarlo todo".

Y añade una denuncia que cualquier ex deportista ratificaría: "Para la sociedad, somos un producto con fecha de caducidad. Por mucho que nos duela, es así. Hoy todo el país te aplaude y en cuanto te retiras, ya no eres nadie. Tienes que ser consciente de ello y prepararte para el golpe de realidad".

"Ganaríamos lo mismo entrenando menos"

Nos sentamos a tomar algo y, aprovechando ese anonimato ya comprobado, Ester bromea con pedirse una cerveza, pero la atleta de élite a punto de volver a la piscina aplasta el conato de rebeldía y acaba bebiendo un agua con gas: "Con la selección entrenamos siete horas diarias. Voy a echar muchas cosas de menos, pero eso te garantizo que no. Ganaríamos lo mismo entrenando menos. Pero los partidos, el vestuario... Eso es la leche".

El vestuario. Como una de las capitanas, corrió a llamar a Paula Leitón, su compañera tanto en la selección como en el Sabadell, cuando fue víctima de una campaña de odio en redes por su físico. "Nosotras tenemos doble hándicap en esta sociedad machista y futbolera: mujeres y en un deporte minoritario, pero hemos ido contra todo y hemos ganado. A veces se hace difícil. Paula es un sol de niña. Todo lo que tiene de grande lo tiene de buena persona y de valiente. Me dijo que estaba bien, que no le afectaba, que era consciente del cuerpo que tiene, se quiere así y al que no le guste, que no me mire. Es una reina, pero esos comentarios a una chica joven le pueden destrozar la vida. Es asqueroso".

Laura Ester, con su oro, junto al estanque.

Laura Ester, con su oro, junto al estanque.Ángel Navarrete

La conversación nos devuelve al tema inicial, el rápido olvido de los olímpicos, desde un prisma distinto, esa sociedad futbolera de la que habla la waterpolista. Cada cuatro años, España se lleva las manos a la cabeza cuando gana muchas menos medallas de las esperadas (18 en París) y se compara con los países más similares al nuestro: las 39 de Francia, las 33 de Italia... Según el PIB de cada nación, un indicador que falla poco a la hora de aventurar los éxitos, nuestro país debería haber ganado 27. La falta de cultura polideportiva es evidente.

Incluso un boom tan positivo, analizado de modo independiente, como el del fútbol femenino despierta muchas dudas en el resto de disciplinas pues ahonda la brecha. "Se dice que gracias a ellas ahora se habla de deporte femenino y no es cierto: ahora se sigue hablando de fútbol, sólo que aún más. Ellas se lo merecen, pero más que ayudar a visibilizar el deporte femenino quitan aún más espacio a otros deportes que llevamos muchos y muchos años luchando para que se haga un poco de caso a las mujeres. Al final es muy difícil saber si España no tiene cultura polideportiva porque no se habla de ello o no se habla de ello porque no se consume", zanja.

Pedimos la cuenta, nos despedimos y Laura Ester, campeona olímpica hace dos meses, se va dando un paseo hasta el metro. Nadie la mira, pero al menos deberían escucharla: "He logrado todo lo que podía soñar, pero ahora viene la vida de verdad. Con que me salga la mitad de bien, firmo".

La waterpolista Paula Leitón se defiende de las críticas a su físico: "Sé cómo es mi cuerpo y lo quiero muchísimo. Acabo de ganar un oro y no me afectan"

La waterpolista Paula Leitón se defiende de las críticas a su físico: “Sé cómo es mi cuerpo y lo quiero muchísimo. Acabo de ganar un oro y no me afectan”

Actualizado Martes, 13 agosto 2024 - 10:00

A la tercera fue la vencida y la selección femenina española consiguió el anhelado oro olímpico con una victoria ante Australia (9-11), con la que el equipo de Miki Oca cierra un círculo después de conquistarlo todo en el mundo del waterpolo: un Mundial, un Europeo y ahora un título olímpico.

Una de las goleadoras del equipo en la final fue Paula Leitón, de 24 años, que juega en la posición de boya. Es una mujer corpulenta y muy alta -casi 1,90-. Características que le permitieron sobreponerse a las defensas rivales durante todo el torneo, ya que el waterpolo es un deporte de contacto y muy físico, aunque no veamos en la tele los agarrones bajo el agua.

Sin embargo, hay quien ve que esas medidas no se corresponden con un cuerpo trabajado y así lo han expresado en redes sociales. Comentarios desafortunados a los que la propia jugadora ha querido contestar para dejar clara su opinión.

"Igual piensan que me van a hacer daño. Sé cómo es mi cuerpo y lo quiero muchísimo. Lo trabajo para un deporte que es mi vida. Me dan absolutamente igual los comentarios. Acabo de ganar un oro olímpico, que es el sueño que tenía desde que era una enana".

Ella debutó en unos JJOO en Río 2016 y era casi una niña. Y es a las más pequeñas a quien quiere defender poniendo en su sitio a los bocazas.

"Estoy cero preocupada, pero si tienen que seguir con esos comentarios que piensen en las personas a las que pueden hacer daño. A mí no me afecta, pero igual a alguna niña, sí".

Para Leitón, esta medalla significa mucho: "Para el waterpolo español esta medalla es futuro, futuro el que tiene el equipo y futuro para que todas las niñas vean que es posible que con trabajo se llega y se puede soñar siempre", explicó tras ganar la final.

Waterpolo: España cae ante Grecia por el quinto puesto para terminar su aventura en París

Waterpolo: España cae ante Grecia por el quinto puesto para terminar su aventura en París

Actualizado Domingo, 11 agosto 2024 - 12:42

Poco se jugaba la selección española después de haber caído en los cuartos de final ante Croacia. Sólo quedaba luchar por el quinto puesto en la última jornada de estos Juegos Olímpicos ante Grecia, pero España se volvió a quedar en la orilla (15-13).

Los helenos, que también quedaron líderes de su grupo y que cayeron en la misma ronda ante Serbia, se han impuesto a la selección en un partido con poca tensión, pero con mucho intercambio de golpes.

Después de un primer cuarto de tanteo, que finalizó con empate a dos y un gol de Álvaro Granados al inicio del segundo, España se olvidó prácticamente de la faceta defensiva y terminó cediendo ante los ataques de su rival.

Sin reacción

Los griegos, liderados por Konstantinos Genidounias, impusieron poco a poco su juego y lograron marcharse al descanso con dos goles de ventaja después de que Bustos igualara el marcador a seis pocos minutos antes.

En el tercer parcial, el equipo de David Martín no reaccionó y aprovechando una superioridad numérica, los griegos aumentaron su ventaja con un tanto de Gkillas y un penalti transformado por Fontoulis. Solo un gol de Bernat Sanahuja recortó tímidamente la distancia después de másseis minutos sin encontrar portería (10-7).

Dos goles más de los helenos ahondaron todavía más en la herida de una selección sin juego interior, sin acierto y con pocas esperanzas. A pesar de ello, el intercambio de golpes favoreció a España, que llegó a creer por un momento en la remontada al verse solo dos goles abajo (13-11) en la recta final, pero un tanto de Kakaris, en una acción que precisó de VAR, terminó por sentenciar el encuentro.

Felipe Perrone

A sus 38 años, el capitán de la selección Felipe Perrone y su compañero Martín Famera pudieron haber disputado su último partido como internacionales en este último día de competición.

Martina Terré, 15 paradas para un oro y el secreto de su voz perdida

Actualizado Domingo, 11 agosto 2024 - 01:20

Por las que llevan años aguardando y por las jóvenes que llegan. Miki Oca no se dio ni un gramo de importancia en un oro para la historia del deporte español. Para desesperación de los periodistas, el seleccionador, en el cargo desde 2010, sólo hablaba de ellas. "¿Pero no habéis visto el partido, quién lo ha ganado?", despejaba. Ellas, un grupo tan cohesionado que ríen y celebran juntas, que bailan al ritmo de la DJ, la boya Paula Leitón, Hay Lupita y Potra Salvaje son sus himnos en el autobús.

Para saber más

Desde la concentración, ya en junio, en el CAR de Sant Cugat. Después en la altura de Sierra Nevada, un éxito a fuego lento. "Desde entonces ellas sólo me repetían que querían ganar el oro", admite Oca. Que mira a su lado a Bea Ortiz y sus cuatro goles, tres decisivos a la vuelta de vestuarios, y Martina Terré, y tampoco quiere personalizar. Porque "lo llamativo son sus paradas, pero sin el trabajo del resto..." Pero la protagonista es la portera, sin duda.

Una chica de 21 años con la timidez lógica de su edad. Que arruinó a los Países Bajos con una espectacular parada a su lado derecho en la tanda de penaltis. Y que en la finalísima fue una absoluta pesadilla para Australia: 15 intervenciones nada menos, un asombroso un 83% de acierto bajo los palos. Y todavía se lamentaba de las que no atajó. "Me estudio a todas a las rivales. Y mira, estoy pensando que hay algún gol que podría haber parado, que iba al sitio donde sabíamos y no lo he parado", se lamentaba con su afonía.

"Les entraba el ansia de chutar"

Ahí, en su voz rota, está otro de los grandes secretos de este oro logrado en el inmejorable marco de La Défense, repleto de banderas rojigualdas. Una de las grandes novedades introducidas por Miki Oca y su cuerpo técnico es la de contar en voz alta los 10 últimos segundos de cada posesión. Y esa tarea recae en Martina. "A la primera posesión ya pierdo la voz: 10, 9, 8, 7, 6... que me tiene la garganta...", admite la catalana, a la que cuesta hacerse oír en el estruendo del pabellón. "Antes sólo hacíamos el 10 y el cinco y les entraba un poco el ansia de chutar cuando decías el cinco. Esto gasta la voz, pero sirve. Porque hoy hemos hecho algún gol al final del tiempo. Así que estoy contenta", reconocía.

Terré irrumpió en la portería de la selección en el último Europeo, del que fue MVP. Fue desplazando poco a poco a una mítica como Laura Ester. Y esa convivencia es la que emociona a la joven de Barcelona, a la que se le saltan las lágrimas en zona mixta. "Laura, para mí, es algo muy grande. Tenerla a mi lado, como compañera de equipo, una mujer con tanto palmarés, tantos partidos jugados...", enumera la guardameta del Sant Andreu.

Martina Terré, en acción.

Martina Terré, en acción.Luca BrunoAP

Terré fue, junto con Elena Ruiz -otra perla que con 16 años debutó en Tokio 2020- campeona del mundo júnior en 2021, en Netanya. Allí estaban también Nona Pérez y Marta Camus, el relevo generacional. Y esa sangre nueva es, para ella, la que ha posibilitado el éxito, ese maleficio olímpico después de dos finales perdidas (Londres y Tokio, fueron quintas en Río), el colofón a un equipo de leyenda.

"Las jóvenes aportamos la inocencia de no haber jugador finales, de no tener dolores de cabeza, de saber que hemos perdido. Intentamos aportar ese momento de disfrutar, de jugar como sabemos, sin que nos tiemble nada. A veces se hace como un muro delante a las más veteranas. Nos dan la tranquilidad de saber que es una final y nosotras el empuje para ir a por todas", razonaba Martina, que estudia en la Universidad Pompeu Fabra y desde ayer es leyenda del waterpolo. Y que quita mérito a sus intervenciones felinas, porque "con lo bien que defiende mis compañeras es fácil encontrar los huecos para parar. Me dejan mi lado y ya está". Y ya está.

La España siempre joven del waterpolo femenino: “Es genial ver su ilusión”

Actualizado Miércoles, 7 agosto 2024 - 21:53

¿Saben cuando uno habla con un hijo, con un sobrino o incluso con un nieto y se da cuenta que ya, ahora sí, se ha quedado fuera de juego? Los jóvenes son otros, hay cosas que ya no se entienden. Pues admite Laura Ester, a sus 34 años, que mira a su alrededor y le pasa un poco eso. «Es genial ver la ilusión y la inocencia de las que disputan sus primeros Juegos», comenta, veterana, pero también reconoce que en otras materias, como en las redes sociales, le superan de largo. En la España de waterpolo femenino que hoy disputa las semifinales de los Juegos Olímpicos de París contra Países Bajos (14.35 horas) sigue la renovación, pese a los éxitos, pese al palmarés.

Ahí están la capitana Pili Peña (37), la propia Ester, Maica García (34) o Anni Espar (31) que ya han vivido de todo, como las platas de los Juegos de Londres 2012 y Tokio 2020, pero igualmente van entrando jóvenes que prometen el relevo. En lugar de mantener el bloque hasta que se agote, el seleccionador, Miki Oca, quiere que la rueda siga girando y girando y girando.

«España debe seguir teniendo un equipo competitivo en el futuro. Con las que ya están con nosotros y con las que vienen detrás se puede hacer, aunque veremos si somos capaces de seguir arriba del todo. En las selecciones juvenil y júnior hemos ganado campeonatos del mundo y de Europa y las jugadoras de esos equipos se tienen que ir adaptando a la élite», analiza el técnico, al que no le tiembla el pulso a la hora de dar paso a las menos expertas.

La hija de su ayudante

Ya lo hizo hace mucho, en los Juegos de Río 2016, cuando decidió no convocar a una referente como Jennifer Pareja para dar más balones a otras. O en los Juegos de Tokio 2020 cuando convocó a Elena Ruiz, que sólo tenía 16 años, y le entregó responsabilidades. En el presente ciclo olímpico, por ejemplo, ha hecho titular en la portería a Martina Terré, de 21 años, pese al ascendente de la propia Ester y ha convocado a los presentes Juegos a Paula Camus, de 22 años, Nona Pérez, de 21, y a Isabel Piralkova, de 19.

No era lo más fácil. Entre otras cosas porque Piralkova, de hecho, es la hija de su ayudante, Svilen Piralkov, ex internacional por Bulgaria que jugó en el Terrassa, el Sabadell y el Mataró. Oca sabía que la decisión podía ser polémica, pero cómo no darle la oportunidad a una joven que llegó a ser la máxima goleadora de la División. De hecho, ya se la llevó al Europeo y al Mundial que hoy será recuerdo.

En la final mundial de 2023 y la continental de 2024 España perdió contra Países Bajos, su rival ahora en las semifinales de los Juegos y ahora la revancha es otro acicate. Después de ganar en la fase previa a Estados Unidos, su clásica bestia negra, ahora quiere derrotar al conjunto que le ha dado más problemas en los últimos torneos. «Tenemos que ofrecer nuestra mejor versión», desvelaba Ester, que como el resto de veteranas ha sabido dar paso a las más jóvenes. Al fin y al cabo las supervivientes de aquella primera selección en Londres 2012 saben que la rueda debe seguir girando y girando y girando.