Tiberi (el mejor joven del Giro), un tipo despedido por matar a un gato y admirado por Pogacar
El rival más elogiado por el heredero de El Caníbal fue despedido por el equipo Trek-Segafredo por matar con una escopeta de aire comprimido al gato del ministro de Turismo y Correos de San Marino. Una imprudencia que marcó profundamente a Antonio Tiberi (Fronsinone, 2001), el nuevo ídolo de los tifosi. Tadej Pogacar, con sus declaraciones, ya ha consagrado a este debutante del Giro. «Antonio Tiberi es, hasta ahora, el único corredor que ha tenido pelotas. Admiro el coraje que ha mostrado», dijo tras observar su atrevimiento en las subidas a Prati de Tivo y a Cusano Mutri, en el primer tercio de la ronda italiana.
Este chaval, que creció viendo los triunfos de Vincenzo Nibali en el Tour, Giro y Vuelta y con el compartió habitación durante una temporada en el Trek, es la principal apuesta italiana para el podio de Roma. A sus 22 años, afronta el inicio de la última semana de la carrera en la quinta plaza de la general, un puesto que podría dejar atrás porque pocos escalan con más soltura que él. Hoy tomará la salida, en Livigno, con una desventaja de 9.26 respecto de Pogacar, pero sólo está a 2.30 minutos del podio, que es la distancia que le separa del tercero, el colombiano Daniel Felipe Martínez (Bora). Además, es el portador de la Maglia Bianca, prenda que distingue al Mejor Joven, con 19 segundos de margen sobre el neerlandés Thymen Arensman (Ineos).
Desde juvenil, Tiberi destacó por su polivalencia. En 2019 se proclamó campeón de contrarreloj en el Mundial júnior disputado en Yorkshire (Inglaterra) tras firmar un bravo ejercicio superación: poco después de la salida sufrió una avería mecánica que le hizo perder medio minuto y le obligó a seguir la carrera sin referencias ni potenciómetro. A pesar de este contratiempo superó al segundo clasificado, el neerlandés Enzo Leijnse, en siete segundos.
En 2020 militó en el Colpack, el grupo de formación en el que también estuvo Juan Ayuso. En 2021 fichó por el Trek-Segafredo y un año después se anotó la etapa reina del Tour Hungría. La escuadra estadounidense le apartó de la competición en 2023, después de conocerse que había sido denunciado por disparar, el 21 de junio de 2022, a un felino desde una ventana del tercer piso de su apartamento en el centro histórico de San Marino. El corredor sostuvo que aquello fue una imprudencia, que nunca quiso matar al gato. «Sólo quería medir la capacidad de tiro del arma. Apunté también a una señal de tráfico y reconozco que también intenté dar al gato y, para mi sorpresa, le di. No tenía intención de matarle, estaba convencido que el arma no era letal», declaró Tiberi ante las autoridades de San Marino. La mascota pertenecía a un miembro del Gobierno de San Marino, que no dudó en demandar al ciclista. La muerte del animal supuso una multa de 4.000 euros.
El padre de Tiberi, Paolo, que también se dedicó al ciclismo, argumentó que aquello fue una maldita casualidad y que su hijo, al contrario de lo que muchos pudieran suponer, es un apasionado de los animales. Y es que Antonio Tiberi se crió en una granja de su familia en la que hay cinco perros y 17 gatos, la mayoría de los felinos son callejeros, llevados allí por el propio Antonio. «Mi hijo cometió un gran error, tanto al probar el arma desde la ventana como al pensar que no era letal. Fue una tontería fruto de la inexperiencia», expuso en un reportaje en Bicisport.
En la primavera de 2023, el ciclista y el Trek acordaron la rescisión del contrato y a final de la pasada temporada, el escalador se comprometió con el Bahrain Victorious para ocupar el puesto de Mikel Landa, que se marchó al Soudal Quick Step de Remco Evenepoel. El fichaje del italiano por la formación patrocinada por el país árabe ha supuesto una fructífera relación para ambas partes. El corredor ha crecido una barbaridad y el equipo ocupa lugares de privilegio en el Giro. «Quiero seguir progresando y prepararme para un futuro ganar el Giro. Ese es mi sueño», ha dicho un ciclista que, con 1,82 metros y sólo 62 kilos, se aleja de la aquella figura del escalador pequeño que sufre en el llano. «Intento defenderme en todos los terrenos», apunta el italiano, que en la contrarreloj del pasado sábado terminó en sexta posición.
Tiberi, un valor en alza estigmatizado por un felino.