Dos aficionados del Valencia CF, retenidos en Singapur por protestar ante la casa donde vive Peter Lim

Actualizado Martes, 8 octubre 2024 - 09:37

Una pareja de aficionados del Valencia CF se encuentran retenidos en Singapur por protestas ante la casa del máximo accionista del club, Peter Lim. Dani Cuesta y su mujer viajaron al país asiático de luna de miel y mostraron en sus redes sociales cómo exhibían la pancarta amarilla de 'Lim go home' ideada por el colectivo Libertad VCF.

Uno de estos lugar fue un edificio que creyeron era un hotel propiedad del máximo accionista del Valencia pero que resultó ser su domicilio. En los vídeos publicados en redes sociales se observa cómo, además de mostrar la pancarta, colocan una pegatina en una de las puertas de los muros exteriores.

Ambos aficionados, que celebraron su boda el último fin de semana de septiembre, fueron retenidos cuando se disponían a abandonar el país y fueron reconducidos al hotel en el que se habían alojado, donde según la asociación Libertad VCF, se les retiró el pasaporte y donde se han tenido que costear cuatro noches más de hotel. Al parecer, este martes deben prestar declaración.

La asociación Libertad VCF reclaman su "liberación inmediata" además de la intervención de "las autoridades políticas y diplomáticas" porque sólo ejercieron "pacíficamente su derecho a la libertad de expresión".

Libertad VCF hizo un llamamiento "a todo el valencianismo" a manifestar "su repudio a quienes no respetan los principios fundamentales de convivencia. De hecho, acusan a Peter Lim de "orquestar" este "abuso" y recuerdan que Singapur es "un Estado que figura entre los principales violadores de derechos humanos a nivel mundial, lo que aumenta el riesgo para ellos" Por eso demandan una respuesta urgente de las instituciones españolas.

El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Valencia, Borja Sanjuán, calificó en redes sociales de "barbaridad" la situación y pidió "hacer valer" los derechos de ambas personas y dijo que espera que el Ministerio de Exteriores "esté trabajando en poder ayudarles lo antes posible".

La Real Sociedad encuentra su cura goleando al lacrimógeno Valencia

Actualizado Sábado, 28 septiembre 2024 - 21:12

Diez minutos fueron suficientes para que la Real Sociedad engordara su ego a costa del Valencia con algo más que la victoria y los tres puntos. Se curó de sus dudas en un duelo donde, liderados por Sergio Gómez, supieron hurgar en los agujeros de un rival que se vuelve lacrimógeno cuando se aleja de Mestalla. Si los donostiarras no ganaban desde mayo, justo en la visita valencianista, no tuvieron demasiadas dificultades para endosarle una goleada que daña la imagen y el amor propio. [Narración y estadísticas]

Si el plan del Valencia pasaba por jugar con su ansiedad no le pudo salir peor. No espabila. En el minuto 8, Kubo le sacudió a su equipo las dudas en una jugada que desnudó por completo a su rival en tres movimientos: un cambio de juego de Zubimendi para encontrar en la banda izquierda a Barrene, la escapada de Sergio Gómez hasta la línea de fondo a servir una pelota y la visión de Oyarzabal dejando pasar el centro tenso porque aparecía el japonés a la carrera al segundo palo. Habían hurgado en todos los agujeros que les había mostrado el Valencia. "Me irrita porque esto sabíamos que podía pasar y lo entrenamos bastante", confesó Baraja.

Respiraba el Reale y cogía vuelo una Real que sólo había marcado un gol en las primeras partes desde el arranque de temporada. Hacerse dueña del partido no le costó nada. Manejaba la pelota y se estiraba a placer mientras el Valencia apenas podía perseguir sombras. Había optado Baraja por dejar en el banquillo al jugador que más equilibrio le había dado en las últimas jornadas, el argentino Enzo Barrenechea, y por devolverle los galones en ataque a Hugo Duro tras la lesión, pero lo único que consiguió fue que acumulara kilómetros en las piernas sin apenas oler la pelota.

Aun así, Remiro evitó el empate en el minuto 25 atajando un cabezazo picado de Mosquera en un saque de esquina. Fue el único peligro en el área txuri-urdin para enfado valencianista, que vuelve a diluirse cuando se aleja del calor de Mestalla.

El duelo iba madurando y Barrene pudo abrir más hueco si no hubiera cruzado en exceso el disparo que le fabricó Kubo, especialmente activo y obligando tanto a Jesús Vázquez que acabó lesionado. Mientras el Valencia necesitaba ir al vestuario a recomponerse, Aguerd estrenó un balón en el travesaño en un remate acrobático tras un libre directo que cogió por sorpresa a toda la zaga valenciana. Otro error no forzado.

Al inicio de la segunda mitad dieron los valencianistas un paso al frente porque, pese a las sensaciones, el marcador era corto. Por eso probó Pepelu con un disparo lejano que salvó Remiro y también Luis Rioja, muy activo pero poco acertado. Empujaban y Tárrega tuvo el empate cuando se encontró rematando casi sin querer un saque de esquina.

Por si crecía el Valencia, Imanol buscó pólvora con Brais Méndez y el islandés Óskarsson. No pudo elegir mejor. Primero probó Aguerd con un chut lejano que atajó Mamardashvili y ya se percibía que la Real crecía de nuevo mientras Baraja trataba de apuntalar el centro del campo renovando la sala de máquinas. No le pudo salir peor. Sergio Gómez le cogió la espalda a un blando Thierry, encontró a Brais para la carrera y el gallego le regaló el mano a mano su compañero islandés. La respuesta de fue un disparo tímido de Sergi Canós.

El golpe hundió al conjunto valenciano, incapaz de sobreponerse a sus propios errores, despojado de alma y de espíritu y predispuesto a sufrir el tercero cuando, otra recuperación de Sergio Gómez a la contra acabó con un doblete de Óskarsson para hundir a Baraja al fondo de la clasificación.

Valencia y Osasuna empatan a nada: sin riesgos y sin goles

Actualizado Martes, 24 septiembre 2024 - 21:28

Mestalla acudió a la llamada de auxilio del Valencia se encontró de bruces con las carencias que su equipo no puede superar. Sin goles no hay victorias y punto a punto es difícil escalar y salir del atolladero. Lo que para Osasuna fue sumar un punto de oro en un fortín, a la parroquia valencianista les hubiera sabido a nada de no ser por la necesidad de sumar como sea.

Este Valencia es un equipo romo que lleva demasiado tiempo sin nadie que huela el gol. De Hugo Duro tiró Baraja en los minutos finales buscando que el asedio tuviera premio. Mientras, Rafa Mir, superado el castigo por su indisciplina, miraba desde el palco. Fue el riesgo que el entrenador quiso correr para evitar que todo lo que pasó aquella madrugada en su casa no salpicara más a a la salud del equipo desviando la atención de la grada del objetivo: empujar. Eso ocurrió y no fue bastante. A afición, aunque sea fiel y entregada, no marca goles.

Tampoco es que el primer paso, que es generar peligro. Valencia y Osasuna consiguieron que, durante muchos minutos, no pasara nada, como si el objetivo fuera lanzar una moneda al aire en la última media hora.

Querían mandar los valencianistas y hacer correr a Osasuna, lo que no significó que pisaran área. Encontraban el camino, pero se les apagaba la chispa cuanto más cerca veían a Sergio Herrera. Apenas dos remates del Valencia en la primera parte y ninguno entre los tres palos. El más peligroso lo armó Pepelu a los cinco minutos en una jugada que nació de un saque de esquina. Para ver el siguiente hubo que esperar al 44 en una asistencia de Rioja que Almeida, desde el punto de penalti, no aprovechó. Apenas hubo más. El mal consuelo era que los navarros sólo veían a Mamardashvili cuando sacaba de puerta y en algún saque de esquina que la defensa valenciana les concedió. No generaron peligro y no fue por la exigencia local. Se notó en exceso que el punto que tenían en el bolsillo era suficiente al menos hasta los instantes finales.

Los valencianistas dieron pasos al frente por la necesidad de sumar, pero aunque Almeida, suelto, trataba de encontrar la grieta, Diego López de desbordar y Rioja iba a mil por hora buscando la portería, el riesgo sólo parecía asumirlo Enzo Barrenechea, el elegante 5 cedido por el Aston Villa que nunca se esconde ni se sacude el balón sin criterio.

El arrebato que tocó Baraja en el descanso sirvió para que Dani Gómez casi rebañara un centro de Almeida. Entonces Vicente Moreno buscó a Rubén García y Budimir para que tocaran la campana. Creció Osasuna con tres balones embarullados que logró salvar un Valencia que se la tuvo que jugar poniendo en el campo a Hugo Duro, que no tuvo opción de remate. Sí Budimir en un testarazo casi sin fe. Y es en el minuto 85 ambos miraban más lo que podían perder que la ganancia posible.

El Valencia despierta ante un Girona lento que olvidó su fútbol

Actualizado Sábado, 21 septiembre 2024 - 21:00

Las pesadillas se acaban con un despertar, no son eternas. Basta con un detalle para que salir de un doloroso letargo. En Mestalla, ente el Girona, fueron dos los que permitieron al Valencia ver reconocido su esfuerzo, resoplar y soltar la piedra que siempre lastra los pies del colista. Seguirá abajo, siendo un equipo que se hace pequeño, pero de él ya pueden tirar sin temblar las casi 41.000 personas que le rescatan siempre desde la grada. [Narración y estadísticas (2-0)]

No quería vestir Baraja el partido de decisivo y lo hicieron sus jugadores. Lo encararon responsabilizados, ordenados, batalladores, algunos incluso incombustibles en los duelos ante un Girona espeso, lento, con tantos recursos como dudas y sin la pátina que le hizo brillar hace pocos meses.

Su derrota tuvo tanto de merecimiento como de desgracia. En dos minutos, entre el 56 y el 58, Pepelu recuperó dos balones que abrió sus extremos. Fue primero Rioja quien, cansado de intentar centros en balde, probó un disparo que desvió Juanpe para desgracia de Gazzaniga. En la banda contraria se reprodujo el ataque y, esta vez, el capitán gironí lo que no pudo es desviar lo suficiente el tiro de Dani Gómez. En dos zarpazos el Valencia había despertado.

Antídoto contra el veneno

No fue un duelo de ida y vuelta desde el arranque y apenas se pisaron las áreas. Ambos equipos parecían incapaces de recordar lo que fueron hace pocos meses. El Girona se olvidó del fútbol con el tuteó a las elites del campeonato y el Valencia de la capacidad de asestar golpes definitivos a sus rivales con una velocidad endiablada. Se alternaron el control pero, como si hubieran pactado una tregua, no lograban amenazarse.

El plan valencianista era sostenerse en busca de un triunfo que ejerciera de antídoto al veneno que le condena en la clasificación. Ganar pasaba por no equivocarse ante un rival que no suele perdonar. Eso lo logró, con Tárrega y Mosquera desesperando dejando sin balón a Abel Ruiz y haciendo desaparecer a Miovski, con Barrenechea siempre vigilante en las ayudas y Thierry frenando en seco el poder destructor de Danjuma. Hasta Javi Guerra parecía tener un partido a su medida que no se lanzó a aprovechar hasta el paso por el vestuario.

Donde el Valencia encalló fue arriba. Sin Hugo Duro, es un equipo romo. Nadie apareció para cazar un centro de Guerra que se paseó por el área en la primera parte, como tampoco el de Diego López que acabó en las manos de Gazzaniga, a quien Dani Gómez estuvo a punto de sacarle los colores. Fueron sustos, pero más que los del Girona, que ni siquiera probó a Mamamardashvili.

Seis meses después

El paso al frente lo dieron en la segunda parte, lanzando más a sus extremos y encontrando en ellos la vía del gol. Cuando llegaron y la ventaja fue cómoda en un pispás, el equipo fluyó.

El pueblo de Mestalla, que no celebraba desde marzo, empujó. No llegaron más goles, ni siquiera ocasiones claras, pero no hubo sufrimiento pese a la revolución de un contrariado Míchel. Eso sí, Mamardashvili salvó con su vistosidad habitual un testarazo de Misehouy para confirmar que la victoria tenía dueño.

Los números que explican el abismo del Valencia: sin inversión, con 163 millones en ventas y una plantilla jibarizada por los ingresos por televisión

Los números que explican el abismo del Valencia: sin inversión, con 163 millones en ventas y una plantilla jibarizada por los ingresos por televisión

Colista con un punto. El Valencia vive de nuevo al borde del abismo demostrando que la holgura con la que logró la salvación la temporada pasada, e incluso el sueño de volver a Europa, fueron un espejismo en el desierto. No es la primera vez que el equipo es último, pero sólo en siete temporadas de las 92 que encadena en Primera División ha llegado a la sexta jornada al fondo de la tabla. La mirada lejana hacia Mestalla advierte que aún es pronto, que la temporada acaba de arrancar y hay margen de mejora -«es un poco dramático hablar ya de finales», advertía Baraja de cara al duelo ante Girona-, pero el valencianismo sabe quién le ha puesto el tobogán al equipo para que resbale y que el riesgo de descenso vuelve a estar muy presente.

El Valencia no gana desde el 15 de abril, 12 partidos en el tránsito de dos temporadas y una racha que no encadenaba desde aquella que le llevó a Segunda en 1986. Son los síntomas de una enfermedad que desde 2020 hace que el 40,8% de sus partidos sean derrotas. La razón es el abandono de Peter Lim.

El máximo accionista no quiere seguir sosteniendo al club. En diciembre de 2022 hizo su última aportación: otro crédito de 35 millones que se suman un total de 190 desque que compró la mayoría accionarial en 2014, y que ha ido capitalizando. Sin asistencia, con un 60% de la cifra de negocio destinada a pagar deuda y un déficit de 24 millones para arrancar cada año, la inversión deportiva casi ha desaparecido y eso se refleja en el campo. Estranguladas las cuentas, el equipo se ha jibarizado.

El Valencia es el club de LaLiga con mayor balance entre ventas y compras en los últimos cinco años: 162,90 millones de beneficio. Le sigue a mucha distancia el Betis con 99,95. Si bien el valor de su plantilla es el sexto por la irrupción de canteranos como Javi Guerra, Diego López o Mosquera y el crecimiento de apuestas como Mamardashvili, es cada año más barata en costes y se ajusta escrupulosamente a los ingresos por televisión: de los 84,6 de la temporada 20/21, ya sin Europa, se ha pasado a los 60 actuales. Aún así, es insostenible.

Mientras históricos rivales como el Atlético de Madrid se catapultan gracias a encadenar participaciones en Champions y a ampliaciones de capitales que suscriben sus máximos accionistas, el Valencia sólo ha jugado tres veces la máxima competición desde que llegó Peter Lim: en la 2015/16 con Nuno y las dos a las que le llevó Marcelino García Toral, la 17/18 y la 18/19. Ambas fueron las de presupuestos más altos y plantillas más caras.

Ahora el club no puede ni acercarse a aquellas cifras, ni siquiera soñar con firmar futbolistas como aquellos. Su realidad le debería llevar a moverse entre el noveno y el undécimo, pero si resbala el precipicio se acerca.

La pregunta que el pueblo de Mestalla se hace es ¿cuánto durará este "plan de contingencia"? Lo que Peter Lim tarde en encontrar un comprador a su paquete mayoritario o, en el caso de continuar al frente, sus ejecutivos en Valencia calculan que sólo se podrá incrementar la inversión dos años después de inaugurado el nuevo estadio.

Si el Valencia pone en marcha las obras del campo el próximo 12 de enero, como tiene comprometido con el Ayuntamiento para no perder las licencias y los beneficios urbanísticos, serán 30 meses de construcción y podría estar operativo para la temporada 27/28.

Antes el club debe conseguir 120 millones de financiación para reestructurar su deuda y hacer frente a los costes de la obras. Para ello se ha puesto en manos, como el Barça, el Betis o el Sevilla, de Goldman Sachs.

El grifo de Singapur está cerrado y se sobrevive a base de ventas que el mercado no pone fáciles. Eso se traduce en que no hay fichajes. Esta temporada se ha cerrado la venta en diferido de Mamardashvili al Liverpool, pero se ha vendido como un logro retener a Mosquera o a Javi Guerra, pese a que tuvo un pie en el Atlético de Madrid.

Por eso sólo se ha invertido en Luis Rioja (alrededor de dos millones) y en las cesiones del extremo Germán Valera (Atlético), el medio argentino Barrenechea (Aston Villa) y el desconocido central belga Maximiliano Caufriez (Clermont Foot).

La incorporación estrella, por perseguida y deseada por Rubén Baraja, fue la de Rafa Mir, cuya detención por presuntos abusos sexuales ha sacudido al vestuario en el peor momento posible.

Respaldo a Baraja

Los pobres números y el riesgo se que avecina no merma la confianza en Baraja. Por convicción y por pura necesidad. El técnico renovó por dos temporadas el pasado mes de junio y en las cuentas del club no cabe un despido. Además, como leyenda valencianista, Mestalla cree en el técnico y eso sirve de escudo. Baraja es la principal voz que se escucha y, aunque es realista, no se alza nunca contra la propiedad.

El reto que afronta es el más complicado desde que se sienta en un banquillo. Necesita conseguir que sus futbolistas, una plantilla muy joven y poco vareada, recuperen la confianza para empezar a sumar puntos. Hace dos años obró el milagro, ahora tiene dos oportunidades en una semana ante Girona y Osasuna para empezar a enderezar el camino ante de la que la grada tiemble más.

La sombra de Mir planea por el Metropolitano: "No nos tiene que afectar lo extradeportivo"

La sombra de Mir planea por el Metropolitano: “No nos tiene que afectar lo extradeportivo”

Es un tema en el que nadie entra. Un tema que ha ocupado portadas de periódicos y abierto tertulias televisivas durante los casi 15 días que duró el parón de selecciones. Y es un tema del que no se puede escapar un Valencia que, además, vive una situación deportiva muy complicada. La sombra de Rafa Mir se ha instalado en un equipo ché que no levanta cabeza.

"No nos tiene por qué afectar lo extradeportivo. Hemos estado muy desacertados. Lo normal es perder con una inercia tan negativa que llevamos y tenemos que intentar que este tipo de cosas no nos afecten", expresaba el entrenador valencianista Rubén Baraja en la rueda de prensa posterior al encuentro en el Metropolitano.

Lo cierto es que los primeros 25 minutos, el Valencia no existió sobre el campo. Perdió la posesión 83% a 17% ante un Atlético de Madrid que tampoco tuvo que esforzarse para hurgar en la herida de un equipo de luto. Es el peor inicio de la historia del conjunto ché con un punto de 15 posibles.

De hecho, Samu Lino, ex valencianista y con amigos aún dentro del vestuario, esquivó la pregunta sobre las circunstancias extradeportivas del equipo ché y les deseó lo mejor a partir de esta jornada en la que se enfrentaron ante ellos.

Vive el Atlético la otra cara de la moneda. La de la inercia positiva que se disparó en aquella carrera de Correa para ganar el partido en San Mamés y que se prolonga hasta hoy con otros 50 metros a máxima velocidad de Riquelme para que Julián Álvarez hiciera su primer gol como rojiblanco.

"La manera que lo festejaron los compañeros y gritaron su gol habla de la importancia que tenia", comenzó Diego Simeone sobre el rendimiento que sabía que terminaría dando su compatriota. "No estoy dentro de Julián, pero si me pongo en su lugar que vive del gol, del entusiasmo de los goles, y apareció donde siempre aparece", añadió.

Estrenos goleadores

El protagonista compareció en el postpartido para mostrar la enorme alegría que le supuso estrenarse como rojiblanco. Un gol en 237 minutos repartidos en cinco partidos. "El gol sirve para la confianza y para el equipo. Es una alegría enorme que es lo que quería desde el primer momento", explicó el delantero argentino que vio como muchos compañeros festejaban su tanto haciendo el característico gesto de La Araña.

Otro que estaba de estreno era el inglés Connor Gallagher, un futbolista que ha caído de pie en el conjunto de Simeone. "Es trabajador, tiene calidad, llegada de segunda línea, recupera pelotas y no deja de dar el máximo a veces mejor y otras no. Ha venido con mucha ilusión y necesitamos ese tipo de futbolistas", alababa el argentino a su pupilo tras marcar el primer tanto del encuentro.

Todo marcha bien en el Atlético, que empata a todo con el Real Madrid en el podio de LaLiga EA Sports. Ahora afronta el equipo la Champions con una plantilla que, a juicio de Samu Lino, está más equilibrada que otros años. "No podemos esconder que tenemos una plantilla más completa y espero que todos nos den muchos frutos", comentaba el brasileño.

Hablamos de la competición más exigente y en la que el Atlético y los atléticos se quedaron con la sensación de que pudieron hacer más. Será otro equipo alemán el que esté en frente, aunque en esta ocasión será el Leipzig, equipo con el que perdieron en los cuartos de final de la pandemia.

Un Atlético de estrenos deja al Valencia de luto y se pone tercero

Un Atlético de estrenos deja al Valencia de luto y se pone tercero

Semanas negras se han vivido en Valencia con el escándalo Rafa Mir. Un caso que ha sacudido todos los cimientos de un club que con ese color se presentaba en el Metropolitano. Nunca ha ganado el equipo ché en la nueva casa atlética, de hecho lleva 13 años sin hacerlo, a la que se presentaba como colista. Quería el Atlético ponerle los últimos clavos en el ataúd. Y lo hizo gracias a los tantos de un inglés, un francés, y un argentino, como si fuera el inicio de un chiste y no de un velatorio. [Narración y Estadísticas, 3-0]

Empezaron los rojiblancos con un dominio tal que el Valencia no sabía ni de qué color era el balón. En los primeros 25 minutos, la posesión era 83% ante 17%. Sólo faltaba la contundencia a la que tanto apela Simeone. ¿Y qué hay más contundente que un sicario? El problema es que Sorloth, el hombre al que bautizó así el Cholo, empezó enchufado, pero con la pólvora mojada.

Cinco remates en 25 minutos, una barbaridad lo que se nota la presencia del nueve en el ataque rojiblanco. No se justificaba su suplencia en ningún partido salvo que su sustituto esté más acertado, y Julián Álvarez quiso sumarse al debate con un gol en el último minuto de partido. Sangrantes fueron los fallos del noruego en una doble ocasión que se generó el mismo yendo a un mal pase del central a Mamardashvili.

Se intuía que el mercado del Atlético de Madrid este verano había sido bueno, pero es que todos los fichajes estaban respondiendo salvo La Araña, en el club nunca dudaron de que lo haría pronto. La sobriedad de Le Normand, la omnipresencia ofensiva de Sorloth y la garra de Gallagher están enamorando a la parroquia colchonera... y a su entrenador, que no les está sometiendo a la clásica 'mili' que solían vivir las nuevas incorporaciones al club, antes, del Manzanares.

El inglés, además, decidió sumar el gol a su faceta como pegamento del equipo. Una característica que no le es ajena en su carrera. Definió un majestuoso pase de De Paul entre líneas, como si se viera habitualmente por esas latitudes. O algo cambiaba o al Valencia le esperaba un martirio. La primera parte fue un monólogo tal, que Oblak podría haber seguido con sus problemas físicos y el Atlético no hubiera echado en falta su ausencia.

El Valencia era un equipo sin alma, muy alejado de lo fue la temporada pasada. Aquel 4-4-2 dinámico que destacaba el Cholo no está funcionando este año y la presión de la clasificación, no ayuda a las probaturas y pesa en las piernas de los jóvenes. No en vano, tienen un once bastante imberbe ante un Atlético más maduro y con más poso y, pese a que salieron de la caseta con otra intención, los rojiblancos no les dejaron revivir.

De hecho, Griezmann, con apenas ocho minutos de juego de la segunda parte, les dio la puntilla tras recoger un remate de Lino que se quedó corto en una siesta de la defensa valencianista. La cuesta para el Valencia se empinaba no sólo en la etapa sino también en el torneo. Un punto en cinco partidos es una clara señal de que el equipo va a terminar luchando por un objetivo, la salvación, que no le es ajeno en los últimos años, pero en el que no se suelen desenvolver bien los equipos históricos.

Cambios ofensivos

Y el Cholo, que olió sangre, decidió retrasar a Griezmann para sacar a Julián y a Correa, para los que muchas veces alzan la voz por los cambios defensivos del entrenador argentino. Poco después sacó a Riquelme, para seguir apostando por la velocidad por un Lino que ya empezaba a dar muestras de cansancio.

Tuvo suerte el Valencia de que los rojiblancos no entendieron o no quisieron entender el mensaje del entrenador y, pese a la voluntad ofensiva, el equipo pareció firmar un armisticio para no hurgar en la herida de la escuadra de Baraja. Nadie se reveló contra la firma. Hasta que Julián Álvarez puso la bota a una carrera de Riquelme para gozo de entrenador y parroquia rojiblancas, que le esperaban con gusto.

Comienza bien el Atlético este maratón de seis partidos en poco más de 15 días tras el parón. Una delicia para romper las cabezas de los entrenadores. El jueves, además, debuta en Champions ante el Leipzig. Toda moral es poca, mejor dejar el luto a otros.

Rubén Baraja aparta a Rafa Mir durante dos partidos: "Es una gran decepción"

Rubén Baraja aparta a Rafa Mir durante dos partidos: “Es una gran decepción”

Actualizado Viernes, 13 septiembre 2024 - 19:21

El entrenador del Valencia, Rubén Baraja, ha explicado este viernes que, sin entrar a valorar la situación judicial de Rafa Mir, en el plano deportivo ha decidido no contar con él los dos próximos partidos porque debe haber "consecuencias" por la indisciplina en la que ha incurrido el jugador, según su propia confesión, respecto al código de conducta y los horarios. Aun así, ha afirmado que una vez se cumpla, Mir se reincorporará al grupo porque cree que, como toda persona, merece una "segunda oportunidad".

La semana pasada Mir fue detenido y puesto dos días después en libertad provisional con medidas cautelares como presunto autor de un delito de agresión sexual con acceso carnal tras haber sido denunciado por una mujer a la que conoció en la madrugada del domingo 1 de septiembre en una discoteca y con la que estuvo en su propia casa hasta primera hora de la mañana. El jugador tiene retirado el pasaporte, no puede salir del país, debe ir semanalmente a firmar en sede judicial y tiene una orden de alejamiento de 500 metros y de contacto con la mujer que le denunció y una amiga que le acompañaba.

La decisión del Valencia

El club, tras estudiar todas sus opciones, decidió no despedir al jugador, cedido por el Sevilla, pero le abrió un expediente por entender que incumplió con sus obligaciones como profesional por los horarios que tuvo y le multará. Además, el técnico subrayó su respeto a las personas, que, asegura, "es lo más importante", al proceso judicial y su condena "a cualquier agresión". "Hay un camino judicial que no tengo que entrar a valorar", señaló el técnico, que subrayó la complejidad de la situación.

"He decidido que esté fuera del equipo dos partidos. Un acto de indisciplina debe tener consecuencias, por él y por la salud del grupo. Pero una persona se puede equivocar, puede tener un mal día y no hacer las cosas bien y le tenemos que dar una segunda oportunidad", señaló Baraja, que confirmó que le dijo a Mir que fue "una gran decepción" y que avanzó que "según lo que vaya pasando" en el proceso, tomarán nuevas decisiones.

Baraja pidió además dividir el episodio en dos momentos, uno cuando ocurre, en el que "el club tiene que valorar cuál es la decisión a tomar" y es una decisión en la que no puede ni debe participar, afirmó, y en la que la entidad "decide readmitirlo", y una segunda. "Una vez se produce (esta decisión del club), entro en acción yo para valorar la situación vivida y tengo que valorar la consecuencia de esta situación, que son dos partidos. Esta semana está entrenando aparte, y la que viene se irá reincorporando con el grupo, cuando se cumplan los dos partidos estará como uno más y a partir de ahí decidiré si participa o no", subrayó.

"No existe una solución salomónica"

El entrenador vallisoletano confirmó que el pasado lunes, Mir se disculpó ante la plantilla y aceptó el castigo impuesto. No obstante, también dijo que la respuesta de la afición a su vuelta "es un melón por abrir" pero que "entre todos y dentro de lo posible" le ayudarán a que "tenga un sentimiento de persona respetada".

"Una solución salomónica no existe", sentenció el técnico valencianista, que comentó, consultado por si debería haber sido algún ejecutivo de la entidad y no Pepelu o él quienes salieran a dar explicaciones, que como entrenador siente "la necesidad" de explicar sus decisiones a los aficionados, que son el "más valioso tesoro del Valencia".

"Creo que el club ha realizado los cauces apropiados, tomar la decisión, comunicarla y también cuál es la decisión deportiva. No me paro a pensar si lo hago por una cosa u otra", insistió Baraja.

"Pepelu es una voz autorizada en el vestuario"

Asimismo, defendió las palabras de Pepelu, uno de los capitanes, que recalcó que el suceso había sido "una falta de respeto hacia el club y la afición" y señaló que Pepelu es "una voz autorizada en el vestuario" y que suscribe "al cien por cien su opinión", porque "hay determinadas cosas que no se pueden hacer".

"El equipo no ha arrancado bien, tenemos que tener unos mínimos como profesionales, porque tenemos un escudo en el pecho y lo tenemos que respetar"

La Guardia Civil defiende la detención de Rafa Mir en un nuevo informe: "El testimonio de la víctima carece de contradicción y no tiene atisbo de duda"

La Guardia Civil defiende la detención de Rafa Mir en un nuevo informe: “El testimonio de la víctima carece de contradicción y no tiene atisbo de duda”

La Guardia Civil defiende la detención del futbolista del Valencia CF, Rafa Mir, en un nuevo informe al que ha tenido acceso EL MUNDO y en el que concluye que el testimonio de la presunta víctima "no tiene atisbo de duda y es carente de contradicción". El Instituto Armado ha aportado a la juez que investiga la causa una nueva "diligencia reflejando la situación anímica" de la joven que acusa al jugador de haberla violado en un baño de su domicilio y se ratifica en su actuación.

La Policía Judicial "considera oportuno" reflejar que "durante cinco horas" pudo observar "distintas variaciones anímicas" por parte de la joven a la que Mir conoció en una discoteca de Valencia y a la que invitó a su casa junto a otra amiga. No obstante, según los agentes, la joven que asegura haber sido "penetrada con los dedos" por el futbolista ha expuesto un "relato" que realizó "sin atisbo de duda desde un inicio, facilitando una gran cantidad de detalles en cuanto a la descripción de los lugares, personas relacionadas y cronología de los mismos".

Para saber más

La Guardia Civil destaca que "pudo concretar horas exactas a través de la consulta de los datos móviles obrantes en su poder, aportando con ello un relato extenso, nutrido en detalles y carente de contradicción". A su vez, deja constar que la chica tuvo "dudas respecto a denunciar los hechos debido al temor a una exposición mediática atendiendo a la relevancia que el presunto autor de los hechos tiene en los medios a raíz de su profesión como futbolista de élite y al poder económico que de ello se deriva".

De manera paralela, los investigadores han aportado dos fotografías en las que dejan constar la existencia de "hematomas en el tríceps y en el bíceps" de la joven que ella asocia al forcejeo con el futbolista para intentar zafarse de la violación. La Guardia Civil se limita a acreditar la existencia de "cardenales visibles en el brazo izquierdo" de la denunciante y que son "compatibles con el episodio narrado en su manifestación".

Por su parte, Mir ha esgrimido en su defensa el acta de la Policía Local de Bétera, que asistió inicialmente a la presunta víctima y a su amiga en el lugar de los hechos, en el que consta que mantuvo sexo de forma consentida y que cuando en el episodio del baño ella le pidió al jugador que parara, él paró.

Por ello el jugador ha solicitado a la juez que tome declaración a los agentes que intervinieron y acusa a la Guardia Civil de haber ocultado deliberadamente este primer testimonio para incriminarle. A su juicio, sí existe una contradicción evidente y sostiene que la investigación es "sesgada" y "unidireccional".

Mir se encuentra en libertad con medidas cautelares y ha sido apartado por el Valencia CF temporalmente tras reprobar su conducta e imponerle una multa. El jugador, por el momento, se entrena en solitario y ha pedido perdón al club por haber incumplido el "rigor de los horarios" mientras reitera que es inocente y que se limitó a mantener relaciones con las dos jóvenes tras mediar un consentimiento mutuo.

Hora y media de reunión, consultas a Singapur y decepción: así tomó el Valencia la decisión de apartar a Rafa Mir

Actualizado Lunes, 9 septiembre 2024 - 23:09

Una semana en el ojo del huracán, un sinfín de consultas legales y la llamada definitiva a Singapur. La detención el pasado lunes de Rafa Mir por un presunto delito de agresión sexual a dos jóvenes puso al Valencia en un brete deportivo que, siete días después y tras una hora y media de reunión con el jugador en la Ciudad Deportiva de Paterna, ha concluido con una sanción al delantero y la imposibilidad de entrenarse con el resto del equipo.

Mir estará apartado del grupo y fuera de, al menos, las dos próximas convocatorias para los partidos del Valencia ante el Atlético de Madrid en el Metropolitano el domingo y el Girona en Mestalla la próxima semana. RubénBaraja le quiere en la grada.

El club, por consejo legal, no ha entrado a valorar en ningún momento las acusaciones al futbolista, por respeto a su presunción de inocencia y porque la investigación está en curso y va virando. Por eso, se ciñe a los hechos que ocurrieron sin ningún género de dudas: Mir estuvo de fiesta a horas impropias para un deportista profesional, consumió alcohol y tuvo un comportamiento que ha causado un daño reputacional al club. Por eso no se le ha permitido reintegrarse al grupo, por saltarse el Reglamento de Régimen Interno y dentro de la horquilla de sanciones que recoge el convenio firmado con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

La decisión de apartarlo del grupo se la ha transmitido el técnico, Rubén Baraja, en la reunión a la que el jugador acudió a primera hora de la mañana junto a su padre. Allí estaban también la presidenta, Layhoon Chan, y el director corporativo, Javier Solís. Minutos antes de aparecer por la Ciudad Deportiva, el futbolista lanzó un comunicado en redes sociales en el que insistía en su inocencia y su confianza en la justicia, al tiempo que pedía "sinceras y profundas disculpas" por lo ocurrido a sus compañeros, al club y al cuerpo técnico y a la afición del Valencia.

Pero sólo admitía haber "incumplido", al salir por la noche aunque fuera "en su día libre", "con el rigor de los horarios que se esperan de un profesional", dado que el inicio de la temporada, con el Valencia colista y sólo un punto, está "alejado de las expectativas".

Durante la reunión, según ha podido saber EL MUNDO, no se ha valorado la versión del jugador, que recordaba en ese comunicado que el caso "ha dado un giro importante que evidencia lo infundada que ha sido la denuncia", sino el problema que, aun respetando su presunción de inocencia en todo momento, ha generado para el club, que después del cónclave se ha expresado en otro comunicado: "El Valencia ha analizado la situación desde el punto de vista del régimen sancionador aplicable al ámbito del fútbol profesional y ha decidido acometer medidas disciplinarias. En concreto, el Club procederá a abrir un expediente a Rafa Mir al entender que su modo de proceder, en su tiempo de descanso, afecta indiscutiblemente al rendimiento profesional que se espera de él como jugador de este Club; dañando, además, la confianza que nuestra afición tiene en todos sus jugadores".

Rafa Mir la ha perdido no sólo para la grada, sino también en los despachos de un club que, pese al desgobierno que lo preside desde la llegada de Peter Lim, mantuvo durante varias temporadas un acuerdo con UN Women, la organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad y el empoderamiento de las mujeres. Y, sobre todo, ha perdido la del entrenador.

Decepción en el vestuario

Baraja le ha hecho saber a Mir en la reunión la "decepción" que siente por el comportamiento, en el ámbito profesional, de un futbolista que ha querido fichar durante los últimos dos mercados con insistencia. Tampoco a sus compañeros les ha gustado que aumente la tensión en torno al equipo, en una delicada situación deportiva. Las llamadas entre los capitanes Gayá, Jaume y Pepelu, pese a estar con la selección, se han sucedido y el vestuario respalda la decisión del entrenador.

No tenía muchas más alternativas el Valencia. En el club son muy conscientes de que, salvo que el caso dé un giro vertiginoso en las próximas semanas, será difícil que Rafa Mir vuelva a vestir la camiseta del Valencia por las consecuencias reputacionales que tendría para la entidad. Quieren mantener la prudencia, pero la opción de compra para quedarse con la propiedad del jugador en junio se antoja complicada.