Howard Sant-Roos: "Nací sin nada. Aprendí en la calle, jugando descalzo y con balones desgastados"

Howard Sant-Roos: “Nací sin nada. Aprendí en la calle, jugando descalzo y con balones desgastados”

La primera final en la historia del UCAM Murcia está hecha de nombres propios, de tipos conjurados en «las locuras» de Sito Alonso que hoy tienen su segundo round en el WiZink, donde el Real Madrid tratará de quedarse a un paso del título. En las filas del equipo revelación, un relato vital inspirador, el del cubano Howard Sant-Roos, autor de 13 puntos y ocho rebotes en el duelo del sábado. Un trotamundos que salió de la pobreza de La Habana a los 16 años hasta convertirse en uno de los mejores defensores de Europa. «Con mi trabajo pude sacar a mi madre de la pobreza, eso me enorgullece», reivindica.

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Ya han hecho historia.
Ser parte de la historia es precioso. Estamos contentos por la temporada, por todos los que están detrás del nombre UCAM Murcia. Pero vamos a seguir luchando a muerte, porque nada está escrito. Afrontamos partido a partido. Nos daban por muertos desde el Valencia, así que para nosotros no es nada nuevo. Nos enfrentamos a un equipo que ha dominado en Liga, Euroliga...
¿Cuál es el secreto del UCAM Murcia?
Ser nosotros mismos. Sito es el cabeza de todo, el que trae las ideas, el que nos propone su visión, y nosotros nos encargamos de hacerla. El equipo está hecho de jugadores que desde un principio creyeron. Llegar hasta aquí demuestra que somos especiales.
¿Cómo es Sito Alonso de cerca?
Es un loco total. Trae ideas al campo que desde fuera dices: 'Qué está haciendo'. Te convence a seguir las locuras. Te lo explica. Y esos riesgos salen, nos han llevado a la final.
Es un especialista en defensa y enfrente tiene a alguno de los mejores exteriores de Europa: Campazzo, Hezonja, Musa, Llull...
Es un desafío para mí. Tienen una plantilla que habla por sí sola. Tengo que traer mi mejor juego, para que no me pasen por arriba. Tienen fuerza, experiencia, capacidad ofensiva... no tengo ningún nombre en la cabeza, el que me pongan delante tengo que hacer mi mejor papel. Porque mi equipo cree en mí.
¿Le gusta defender?
Disfruto, absolutamente. Me siento mejor haciéndolo, ayudando a mi equipo, soy egoísta en el sentido de que me digo que nadie lo hace mejor que yo. Es importante que marque la diferencia en los equipos que voy para mostrarme a mí mismo y a los demás que lo sé hacer bien.
Con 16 años se fue a jugar a la cuarta división italiana, luego Alemania, República Checa, Turquía, hasta llegar a Euroliga con Panathinaikos y CSKA y finalmente a España...
Mi carrera ha sido una aventura, un sueño. Si me lo dicen 20 años atras, diría 'no me cuentes mentiras'. A cada país, a cada equipo que iba era una aventura. Esa era mi idea: como vengo de donde vengo, en todo lo que me pase en adelante voy a tratar de reír, de estar concentrado para disfrutarlo. Creo que me ha ido bien por eso.
Howard Sant-Roos.

Howard Sant-Roos.ACB Photo

¿Cómo fueron sus inicios?
Callejeros, muy de barrio. Tres contra tres, dos contra dos, uno contra uno... Casi nunca cinco contra cinco. Se veía de todo. Jugábamos descalzos, no teníamos balones o eran muy malos, desgastados. Cuando había uno nuevo, todos íbamos al mismo lugar a jugar. Siempre así.
Su familia era humilde.
Mi infancia de pobreza me ha hecho ser más duro. Yo nací sin nada y Dios me ha dado la oportunidad de salir de esa pobreza. Y poder con mi trabajo hacerme cargo de mi familia, de mi madre sobre todo. Sacarla de los estragos que yo pasé cuando era pequeño es algo que me enorgullece.
¿Qué sería de Howard Sant-Roos sin el baloncesto?
Sería tabaquero al 100% si me hubiera quedado en Cuba. Mis tíos, mis primos, ellos lo hacen en Cuba. Siempre me ha gustado la mecánica de hacerlo y yo me fumo mi puro de vez en cuando.
Ha firmado dos años más con el UCAM.
He encontrado mi sitio después de tantas aventuras. El clima, cómo me ha tratado el UCAM, a mi mujer y a mis hijos. A los 33 años tratas de encontrar algo que te haga sentir bien. Y me encanta España, la cocina, mi lengua madre y el clima. Sin el sol yo no soy nada, es fundamental.
¿Cómo es Howard fuera de la pista?
Yo soy un loco, totalmente. Nada que ver el jugador con la persona. No sonrío mucho en el campo, estoy concentrado, haciendo mi trabajo. Fuera me gusta salir, jugar a la Play, ver animes. De vez en cuando mi puro, mi roncito cubano... Soy una pesona muy normal.
La proeza sin lógica del UCAM Murcia, un finalista invencible a domicilio que desafía al Madrid: "Esa unión, esas risas que contagian..."

La proeza sin lógica del UCAM Murcia, un finalista invencible a domicilio que desafía al Madrid: “Esa unión, esas risas que contagian…”

El deporte esconde, de vez en cuando, proezas insospechadas y asombrosas, David que vencen a Goliat, Chichi Creus ganando Copas y Ligas con el TDK Manresa o, ahora, el UCAM Murcia plantándose por primera vez en su historia en toda una final de la Liga Endesa. Su gesta es todo un desafío a la lógica: no ha ganado en estos playoffs ni un sólo partido en el Palacio murciano -"Es raro. Este año hemos sido un equipo en casa histórico. Hemos ganado 23 partidos de 25 y no hay manera de ganar en playoff", intentaba explicar su entrenador-, pero, increíblemente, se ha impuesto en los cinco a domicilio, dos en Valencia y tres en la que ha sido la cancha más inexpugnable de toda la temporada, el Martín Carpena.

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Incluido el quinto, agónico como todo lo demás, remontando un 10-0 inicial, rematando con un 0-12 pese al fuego en las tribunas malagueñas. Es el primer equipo que lo logra fuera de casa desde el Barça en la 2013-2014, en Valencia. Se las verá a partir del sábado contra el Real Madrid en toda una final que, pase lo que pase ya, será inolvidable en Murcia. "¿Por qué no soñar? Tenemos una posibilidad".

Lo logrado por los de Sito Alonso resulta asombroso desde el ángulo que se mire. Más allá de haberse convertido en el equipo revelación del curso, con un meritorio quinto puesto (batió su récord de victorias) y su billete para la Copa del Rey que se disputó precisamente en el Carpena, nada ha resultado sencillo para los murcianos. "No es lo que está pasando, es cómo está pasando", reivindicaba el entrenador madrileño tras vencer el segundo en Málaga, en un partido en el que se fue a los 100 puntos, ganó donde casi nadie lo ha logrado este año y lo hizo sin cuatro pilares. Como iba a repetir el miércoles tras dejarse los dos partidos en casa y parecer herido de muerte.

Porque la fatalidad ha perseguido a los murcianos, que se presentaron en los playoffs ante el Valencia sin sus dos jugadores interiores referencia. Ni Simon Birgarder (quien ya se lesionó gravemente a mitad de curso, cuando dominaba estadísticamente la Liga) ni Marko Todorovic. Ganaron los dos en la Fonteta como lo iban a hacer después en el Carpena. También sin Radovic (volvió para el tercero) ni Artur Kurucs (con permiso del club por el nacimiento de su hija Vienna).

Sleva y Sito Alonso celebran el triunfo en el Carpena.

Sleva y Sito Alonso celebran el triunfo en el Carpena.ACB Photo

Sorprende la energía de los murcianos, un club con menos de 40 años de historia, heredero del mítico Juver y sin interrupción en la ACB desde 2011. Sólo una vez anteriormente habían pisado los playoffs (2016, cuartos ante el Madrid; en 1993 cayó en octavos) y hace dos años llegaron a las semifinales de la Copa ACB. Este año, además, logaron ya su histórica clasificación para la Final Four de la BCL que posteriormente se llevó el Unicaja en Belgrado.

Fue un verano de cambios en la plantilla, pero no en el banquillo, donde se mantiene el temperamental Sito Alonso, un pupilo de Aíto García Reneses que llegó a Murcia en enero de 2019 tras una mala experiencia en Zagreb: fue destituido del Cedevita a los 35 días. Y que tampoco había tenido demasiada fortuna en sus etapas en Baskonia y Barça. Y que tuvo que lidar con momentos complicados que recordaba tras su hazaña en Málaga. ""Nos tachaban de locos mí porque soñamos cosas muy difíciles de conseguir. Aun llegando a la final, no cambio todavía ese momento de la llegada a UCAM Murcia, la salvación. Estábamos en LEB. Este es otro hito también muy importante, de una felicidad tremenda. No imaginaba que iba a jugar una final ACB con UCAM Murcia. Pero aquí estamos, hay que disfrutarlo", explicaba.

En verano llegaron Ludde Hakanson (Bilbao), Dylan Ennis (Galatasaray), Simon Birgander (Joventut), Dustin Sleva (París), Moussa Diagne (Tenerife), Troy Caupain (Brescia), Rodions Kurucs (Estrasburgo) y Howard Sant-Roos (Zaragoza). Todos jugadores fundamentales en el devenir del curso. Aunque, para nombre propio, el de Yannis Morin, la gran sensación de los playoffs. El francés, procedente del Chorale Roanne, fue un refuerzo exprés ante las lesiones de Birgander y Todorovic, pero su concurso está siendo más que decisivo. Incluido un rebote ofensivo y canasta determinante en la recta de meta del quinto en el Carpena. "Empujaba porque veía la solidez del equipo. En la comida los veías y sabías que algo iban a hacer. Iban a competir seguro. Esa unión, esas risas que contagian. La ambición la ha transmitido el equipo a la afición", concluía su técnico, orgullosísimo de la zona defensiva que ha resultado un tormento para Unicaja toda la serie.

Un histórico UCAM Murcia revienta la semifinal y deja a Unicaja al borde del abismo

Un histórico UCAM Murcia revienta la semifinal y deja a Unicaja al borde del abismo

Actualizado Viernes, 31 mayo 2024 - 09:03

El UCAM Murcia volvió a ganar en el Martín Carpena al Unicaja (83-101), esta vez un dominio arrollador y con Rodion Kurucs en versión estelar (21 puntos y 27 de valoración), por lo que tendrá la opción de sentenciar la eliminatoria de semifinales de Liga Endesa en su pabellón el sábado.

Con el 79-88 del primer partido, disputado el pasado martes también en el palacio malagueño, el UCAM se coloca 2-0 y dispone ahora de dos oportunidades en casa para avanzar a la final del campeonato: primero, el sábado (18.00 horas) y, en caso de perder, el lunes (20.30 horas).

Difícil situación para Unicaja, que tendrá que ganar tres partidos consecutivos si quiere optar al título. Precisamente, el equipo malagueño fue el primero de la historia de la Liga ACB que remontó un 2-0. Fue en 2005, en cuartos de final contra Etosa Alicante.

En cuanto al partido, el cuadro entrenado por Sito Alonso ya empezó muy entonado tanto en ritmo y ejecución, poniendo el 4-9 con triple de Rodion Kurucs transcurridos tres minutos de juego.

Un tapón de Yannis Morin a Will Thomas demostró la confianza de los murcianos y la tensión defensiva que impartió desde el inicio, provocando cinco pérdidas al rival y finalizando muy bien en transición para poner el +9.

En un ejercicio de orgullo, pasión y máxima intensidad, el Unicaja logró ver el aro más ancho en sus tiros y recortó hasta el 21-25 con el que terminó un primer cuarto de ritmo espectacular.

Las pulsaciones no bajaron en el segundo, con Unicaja tratando de acercarse en el marcador percutiendo bajo canasta, sin obsesionarse con el triple, buscando el juego físico, aunque fue con un tiros exterior de Kendrick Perry cuando llegó el empate a 3:33 del descanso (35-35).

A poco del descanso se dio el momento polémico del partido, en una acción de rebote con falta a favor de Dylan Osetkowski, quien golpeó con el codo en la cara a Morin.

El pívot de UCAM se fue a vestuarios para frenar la hemorragia de una herida en su rostro, haciendo gestos de provocación a la grada del Carpena, que le recriminó su actitud con una pitada al unísono.

En un intento de ponerse seis arriba, el equipo de la región murciana aguantó con entereza el intento de escapada, pero el Unicaja se fue a vestuarios con un punto de ventaja (45-44).

De un 2+1 de Alberto Díaz a otro de Kurucs, de un gran contraataque local a otro buen balance ofensivo visitante. Canastas difíciles de un lado y de otro. La alternancia fue la constante en el tercer cuarto.

UCAM seguía manteniendo intacta su energía y minando la moral de los de Ibon con buenos tiros abiertos en ataques rápidos que le dieron un gran impulso de ventaja (56-65, min. 25).

Otra vez el Unicaja estaba contra las cuerdas, ahora más que nunca, llegando a perder de trece puntos (61-74). Necesitaba un punto de inflexión para el último asalto, pero no lo hubo, para desgracia de los hinchas cajistas que llenaron las gradas.

El tercer cuarto de UCAM Murcia fue la consagración de un equipo que está a un nivel excelso de confianza: hicieron siete de siete en tiros de dos, cuatro de ocho en triples y cuatro de cinco en tiros libres para 30 puntos.

Le costó hacerlo, pero el Unicaja se puso a diez puntos a falta de cinco minutos y el pabellón cantó el "¡Sí se puede!", pero la realidad fue un golpe tan pronto como un mate de Sant-Roos elevó la distancia a quince puntos.

Hacia el final de partido, con todo sentenciado, un sector de aficionados de UCAM cantaron el "Ibon tiene un plan" como mofa, gesto que condenó el público malagueño, que ahora se tendrá que aferrar a una doble victoria de su equipo a domicilio para forzar un quinto partido.