El fútbol moderno de Luis de la Fuente: 61 jugadores, un remate cada 22 pases y sin Madrid, Barça y Atlético

El fútbol moderno de Luis de la Fuente: 61 jugadores, un remate cada 22 pases y sin Madrid, Barça y Atlético

"Otro en estas circunstancias no te quiero ni contar. Tiraría de carisma y apaga y vámonos- Yo soy humilde, soy educado y no voy a cambiar. Ahí la tienes, báilala". Balanceándose y riéndose, casi a medianoche en la asfixiante sala de prensa del Nuevo Arcángel, Luis de la Fuente soltó esa frase para sorpresa del jefe de prensa de la selección que, a su lado, arqueó las cejas, sonrió y debió pensar algo así como 'hala venga'. ¿A quién se refería Luis de la Fuente con lo del carisma? No se puede demostrar, pero Luis Enrique, su antecesor, tiene muchas papeletas de ser el destinatario del sarcasmo. No se sabe si por él mismo, por Luis Enrique, o por lo que algunos dentro de la Federación elogian del ex técnico.

En todo caso, las comparaciones son inevitables en el fútbol, y transcurridos algo menos de dos años desde la llegada del actual seleccionador para suplir al anterior, puede ser un buen momento para ellas, para las comparaciones. El fútbol desplegado ante Serbia bajo la lluvia de Córdoba, uno de los mejores de los últimos tiempos de la selección, permite sacar la lupa y acudir a las estadísticas de FIFA y UEFA. ¿Y qué dicen esos números? Que el equipo de De la Fuente es mucho más divertido que el de Luis Enrique.

Se sustenta la afirmación en algo tan sencillo como que el fútbol, para que sea divertido, ha de tener tiros a portería, que luego serán gol o no, pero por lo menos tiros a portería. Frente a Serbia, España completó 625 pases y tiró 29 veces, de modo que lo intentó una vez cada 21,5 pases. En estos cuatro partidos de la Nations, esa media resulta de dividir los 2.213 pases entre los 85 disparos, uno cada 26,3 pases. ¿Y en la Eurocopa? Pues en la Eurocopa la media sube un poco, concretamente hasta hacer un remate cada 40,9 pases. En el Mundial de Qatar, la selección de Luis Enrique hacía un tiro por cada 74,8 pases. Casi el doble.

"ser preciso a una velocidad tan alta"

Transita España, pues, por un fútbol moderno, vistoso. En la última década, este deporte ha ido cada vez más hacia el vértigo dejando atrás épocas de fútbol control como pudo representar en su día la España campeona del mundo y de Europa. "Aquí la clave es ser preciso a una velocidad tan alta", contaba durante la Eurocopa Pablo Amo, el segundo de Luis de la Fuente. El seleccionador, a sus 63 años, ha puesto a España en el fútbol de 2024.

Para los 25 partidos que ha dirigido, ha llamado a 61 jugadores y han tenido al menos un minuto 54 de ellos. Mucha gente. Mucha gente que dibuja un primer trazo de otro de los pilares del entrenador: el concepto de familia. En esta concentración, en Madrid, el equipo recibió la visita de Rodrigo, Dani Carvajal y Le Normand, lesionados, los dos primeros para muchísimo tiempo. En Córdoba, quien apareció en el hotel de concentración en la mañana del martes fue Jesús Navas para recibir un homenaje del equipo. Son detalles que hablan de la importancia del sentimiento colectivo en este equipo. Por cierto, que en el vestuario de Las Rozas había fotos de Rodrigo y Carvajal, las dos bajas de larga duración, y estos días se ha hablado mucho de ellos ahí dentro.

Luis de la Fuente da instrucciones a Cucurella ante Serbia.

Luis de la Fuente da instrucciones a Cucurella ante Serbia.EFE

En el partido del martes, en el once inicial no había ningún jugador del Real Madrid. Ni del Barcelona. Ni del Atlético de Madrid. Sólo cuatro jugaban en España, por los otros siete que lo hacen fuera. Baena marcó un gol de falta, algo que no sucedía en España desde 2017 (salvada la excepción de aquel partido contra Lituania que jugó la sub'21 como absoluta antes de la Eurocopa de 2021 porque la absoluta estaba aislada por Covid). Jugó gente como Pedro Porro o Bryan Zaragoza, a priori fuera del foco del gran público. "Lo que me sorprende es que sean desconocidos para algunos profesionales" dijo De la Fuente, y en esos profesionales hay que leer periodistas.

España se jugará solamente el primer puesto el próximo mes de noviembre ante Dinamarca en Copenhague (día 15) y ante Suiza en Tenerife (18). Para esa ventana, volverá a haber algo de perezoso ruido acerca de qué jugadores son llamados o cuáles juegan más minutos. "Ya os lo adelanto, para que no haya dudas. En noviembre van a venir los mejores porque esto es la selección española de fútbol y queremos ser primeros de grupo. ¡Queremos ser primeros!", resumió el técnico, que mientras va mandando mensajes crípticos que hacen arquear las cejas al jefe de prensa espera que se resuelva pronto el galimatías de las oficinas de la Federación para firmar su nuevo contrato.

Porque esa es otra, este equipo moderno y familiar que enfila el próximo Mundial con una sonrisa sobrevive en mitad del desgobierno más esperpéntico en las oficinas.

El 'maldito' Morata y el puñetazo en la mesa de Luis de la Fuente: "No estoy agrandado, pero si lo estuviera, me lo habría ganado"

El ‘maldito’ Morata y el puñetazo en la mesa de Luis de la Fuente: “No estoy agrandado, pero si lo estuviera, me lo habría ganado”

Luis de la Fuente está agrandado. O igual no, pero lo parece. Y, visto desde fuera, tiene motivos para estarlo. Esto, que lo puede suscribir casi cualquiera que esté cerca de la selección nacional, lo verbalizó, tal cual, el propio protagonista después de jugar realmente bien contra Serbia este martes en Córdoba.

"El que diga que estoy agrandado queda retratado por sí mismo. Me conocéis como soy, y no es así para nada", comenzó diciendo en la sala de prensa del Nuevo Arcángel. Pero claro, hablar delante de los micrófonos durante mucho tiempo lleva a uno a decir lo que realmente piensa. "¡Es que hay cosas que son ciertas y no hay más! La tierra es redonda, no se puede discutir, y contra las cosas ciertas... No puedes ir contra las cosas ciertas. Estoy muy tranquilo, y no estoy agrandado, pero si lo estuviera, me lo habría ganado. Otros con esta situación tirarían de carisma y no te quiero ni contar", refirió ante las cejas arqueadas de algunos periodistas.

El técnico le robó algo de protagonismo, al final, a Álvaro Morata, que culminó la expulsión de sus demonios en el Nuevo Arcángel de Córdoba. Ante Serbia vivió con naturalidad las primeras ocasiones falladas, se sobrepuso a la presión de lanzar y fallar un penalti y emergió para marcar un gol muy esperado con el que soltaba buena parte del lastre que lleva en una mochila que carga desde hace demasiado tiempo. Cierto es que, desde que confesó su depresión, aquella que desataba una ansiedad incontrolable sólo con atarse las botas, ha encontrado comprensión, reconocimiento y cariño. «La gente me ha ayudado a seguir peleando y luchando», confesaba el delantero que vivió parte de su infancia en Córdoba.

Hay jugadores que calan en los vestuarios y se convierten en imprescindibles para los entrenadores, pero que no conectan con la grada. Ni siquiera con la suya. Un día se valora su rendimiento y al siguiente, ante el más mínimo error, arranca de nuevo el calvario de críticas. Ése era Morata, un jugador con el halo de 'maldito' que está empezando a renacer tras una dolorosa confesión. Por eso no dudó en plantar la pelota en el punto de penalti cuando en el minuto 53, con el marcador a favor por el tempranero gol de Laporte, el colegiado señaló la pena máxima por manos de un central serbio en el minuto 53. Nadie pensaba en otro lanzador pero, pese a respirar hondo, mandó la pelota por encima del larguero de Rajkovic. Era la mejor confirmación de su redención y no la logró. «He pisado tan fuerte que he hecho un agujero en el césped. Es fútbol», se justificada con una sonrisa.

El fallo lejos de provocar el runrún de desaprobación hizo al estadio estallar el gritos de 'Morata, Morata'. Los aficionados, como ocurrió en Murcia, quisieron ayudarle a cerrar todas las heridas. Ya lo hicieron en el minuto 41,tras un testarazo al que llegó forzado y salvó mano abajo el ex mallorquinista Rajkovic. Quiere el seleccionador que sienta que merece la pena seguir poniéndose el brazalete porque su trabajo es imprescindible para el equipo.

Por eso todo el banquillo estalló cuando en el minuto 64 llegó un tanto con el que pone fin a siete partidos sin marcar, su peor racha con la selección. Había que remontarse al primer partido de la Eurocopa ante Croacia para encontrar el último gol del madrileño, que suma 37 como internacional. Está a uno de subirse al podio de los máximos goleadores de la selección porque en el tercer escalón está Fernando Torres con 38.

Pero Morata miraba al equipo. "Estamos en otra fase final y hay que darle valor, porque parece fácil pero no es fácil", reivindicó antes de recordar que se ha logrado con bajas. "Echamos de menos a los lesionados, porque es especial lo que hemos creado, pero hay un montón de jugadores jóvenes que están apareciendo. España tiene futuro increíble", destacó.

El estreno de Laporte

Hubo otro jugador que se reivindicó ante Serbia. Menos herido que Morata pero igual de cuestionado ha estado Aymeric Laporte. Su marcha al fútbol saudí puso un interrogante a su continuidad en la selección en la que debutó en junio de 2021 de la mano de Luis Enrique. Los rumores sobre el estado de forma con el que llegó a Alemania los soportó por su carácter, pero su ascendía en el grupo es notable. Tanto como para ser otro de los capitanes.

Por eso todo el equipo estalló cuando, en apenas cuatro minutos, voló en el segundo palo para cabecear cruzado un centro de Pedro Porro y adelantar a España cuando sólo habían transcurrido cuatro minutos de un duelo en el que Serbia se desmoronó sirviendo a la selección una victoria bajo la lluvia que la coloca en los cuartos de final de la Nations League. Era el primer gol de Laporte como internacional. No había marcado en sus 38 partidos con España, pero tampoco en su etapa en la inferiores de Francia.

Son imprescindibles para De la Fuente Laporte y Morata, como Cucurella, Oyarzabal o Zubimendi. Ninguno de ellos juega en los tres primeros clasificados de la LaLiga. Es más, por primera vez en 104 años, España saltó a un campo sin jugadores del Real Madrid, el Barcelona o el Atlético en su once inicial. El fútbol español se ha internacionalizado tanto que el seleccionador alineó a cuatro futbolistas que juegan en la Premier, uno en Arabia, otro en Francia y otro en Italia, y los que pertenecen a equipos españoles juegan en el Athletic, la Real y el Villarreal.

Mikel Oyarzabal abandona la concentración de España por un esguince en su tobillo izquierdo

Mikel Oyarzabal abandona la concentración de España por un esguince en su tobillo izquierdo

Actualizado Viernes, 6 septiembre 2024 - 15:55

La Federación Española de Fútbol ha comunicado esta tarde que Mikel Oyarzabal, que entró ayer en el tramo final del partido para buscar el gol de triunfo ante Serbia, abandona la concentración de la selección española en Belgrado tras confirmarse un "esguince de alto grado en su tobillo izquierdo".

El jugador de la Real Sociedad, protagonista en la final de la Eurocopa, tuvo que salir ayer el terreno de juego con ayuda de las asistencias médicas después de dañarse el tobillo en una acción fortuita con el portero Predag Rajkovic.

Tras someterse a pruebas médicas, el parte médico difundido por la selección este mismo viernes ha confirmado las peores noticias para el delantero vasco, que regresará a San Sebastián, acompañado por un médico de la Federación, para ser evaluado por la Real Sociedad e iniciar el tratamiento de recuperación.

El seleccionador Luis de la Fuente, que se mostró preocupado en la rueda de prensa por la situación del jugador, ha decidido no reemplazarle y no llamar a ningún otro jugador para afrontar el siguiente partido de España en la Nations League que le enfrentará a Suiza el próximo domingo en Ginebra.

El empate ante Serbia ha dejado provisionalmente a España tercero en el cuarto grupo de la Liga A de la competición después de que Dinamarca venciera a los helvéticos por dos goles a cero.

Un campeón alelado

Un campeón alelado

Pobrísimo empate en Belgrado de un campeón que se durmió en los primeros minutos y se encontró con una Serbia granítica, recia, rápida y que sabía como desactivarlo. Desde el primer minuto, el campeón de Europa adoptó el papel de soberbio, único y maravilloso equipo. España se creyó más que invencible.

Sin embargo, el conjunto de Luis de la Fuente fue repelido por un equipo serbio, duro y pegajoso. La selección, con su pose divina, jugaba sin velo

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España puede ser gris a pesar del ahínco de Lamine Yamal

Actualizado Jueves, 5 septiembre 2024 - 23:09

A los campeones se les exige siempre un ejercicio de solvencia. No hay excusas ni paños calientes, es el precio del éxito. En el Pequeño Maracaná de Belgrado, menos caldera de lo que se esperaba, España se dio cuenta del peso de los títulos. Mutó a gris pese a los esfuerzo de Lamine Yamal por evitarlo. No fue el equipo efervescente que encandiló a Europa ante una Serbia que, sólo con orden, lo atolondró.

Se habían disfrazado los balcánicos de víctimas en lo que llegó a parecer un parapeto de su cuestionado técnico Dragan Stojkovic, silbado por su grada, ante un posible arreón de España que no llegó a producirse. De la Fuente veía cómo su cerebro, Zubimendi, si encontraba a Fabián y a Dani Olmo, nunca era en ventaja porque los serbios perseguían hasta su sombra. El balón iba a los costados con una lentitud que complicaba la sorpresa a Nico Williams, con poca chispa, y a Lamine Yamal, capaz de provocar asustar pero que no sembró el pánico hasta que los serbios se agotaron.

La selección española no estaba inspirada y caía en la telaraña que tejieron los balcánicos. Llegaban al área trastabillados y, además, sin el compromiso de correr a su espalda. Esto abrió un agujero en las bandas, sobre todo de Carvajal, que los serbios aprovecharon para acercarse al área con remates de Zivkovic y Samardzic a la grada y los intentos de Jovic. Si no golpearon más fue por sus propias limitaciones, que en ataque fueron muchas.

Con España cortocircuitada en la zona de control, el partido iba de área a área mientras De la Fuente cabeceaba en el área. Si el requiebro de Lamine sirvió a Zubimendi un remate manso a las manos de Rajkovic, Nedeljkovic se multiplicaba para evitar que Nico y Cucurella conectaran. Con eso, les bastaba.

Fabián comenzó a emerger mediada la primera parte para correr una contra con Lamine que tardó demasiado en armar un remate y apareció Pavlovic para repelerlo. El central de Milan aun crecería más, casi como Serbia, que encadenó ocasiones en las botas de Jovic. El atacante del Milan, renqueante aún tras una lesión, desesperó a todo el estadio al desperdiciar las mejores oportunidades. A punto estuvo de aprovechar un exceso de confianza de Le Normand y las dudas de Raya y falló clamorosamente una asistencia de Ivan Ilic que le dejó solo ante el meta español.

Respondió España con la más clara, siempre comandada por la irreverencia de Lamine Yamal, que se apoyó en un gris Olmo. Su equivocado intento de control acabó convertido en remate a la media vuelta de Ayoze para el único paradón de Rajkovic en la primera mitad.

Si España no se desperezaba, Serbia tenía muy claro cuál era su plan: sostener el dominio de los campeones de Europa y correr a su espalda. Así nació el disparo de Birmancevic al que la selección respondió con remate ajustado al palo de Fabián para cerrar un primer tiempo de colapso español.

Mucho tenía que cambiar tras el paso por el vestuario y fue Lamine Yamal quien más rápido lo intentó. El jugador del Barça se volvió imparable para una defensa cada vez con menos fuelle y que acabó convertida en un frontón pese a los cambios de Stojkovic buscando oxígeno. De la Fuente leyó el partido y buscó el pie de Grimaldo y la picardía de Oyarzabal, primero, y después el control de Pedri, el remate de Joselu y la velocidad de Ferran. Las piernas serbias iban a flaquear.

Antes probó Carvajal rematando una falta servida por Lamine y después Fabián en un córner antes de irse al vestuario, pero Pavlovic desnudó otra vez a España lanzándose a la portería sin que su apoyo en Ivan Ilic acabara poniendo en problemas al guardameta español. Desde ese momento, los serbios apretaron los dientes dispuestos a resistir como si fueran un frontón el asedio que se avecinaba.

Apareció Rajkovic para salvar un zurdazo a balón parado de Grimaldo y Yamal, el mejor argumento de España y casi el único en muchos momentos. Tuvo que sacar de nuevo una mano el ex cancerbero del Mallorca para salvar el gol de la joven estrella, que fabricó para Fabián la mejor ocasión sin que el sevillano , suelto en el punto de penalti, fuera capaz de aprovecharla. Tampoco el colegiado quiso ver un penalti por agarrón a Joselu para desesperación de De la Fuente ante tanto desacierto y una posible lesión de Oyarzabal. Serbia enturbió el camino en la Nations League, que empieza sin ningún brillo.

Dinamarca empata con Serbia y pasa como segunda al haber visto menos amarillas

Dinamarca empata con Serbia y pasa como segunda al haber visto menos amarillas

Actualizado Martes, 25 junio 2024 - 23:13

Aquella gloriosa y sorpresiva victoria en el verano de 1992 todavía está en la memoria de todos los daneses. Desde el hotel de vacaciones a ser campeones de Europa. Claro que solo un equipo comandado por el talento y el estilo de Michael Laudrup pudo lograrlo. Ahora son otros los nombres, pero la mezcla de juventud y veteranía que tiene esta selección danesa, liderada por Eriksen, tiene mimbres para hacer sufrir a cualquiera. [Narración y estadísticas (0-0)].

Venía de dos empates ante Eslovenia y la favorita Inglaterra y ahora culmina la fase de grupos con otro punto más ante una Serbia que, a pesar de la visita de su ídolo Novak Djokovic, no pudo evitar la eliminación. No hubo otro milagro de Jovic en el último instante ni nada que se le pareciera. Dinamarca dominó de principio a fin y lo hizo a través del balón, que es la forma que tiene este equipo para desplegar todo su potencial. Despacio, sin prisa, pero tampoco sin pausa, ofreciendo a su público un fútbol a la altura de la competición.

Serbia necesitaba un gol

Bah estuvo cerca de rematar a la red un medido centro de Maehle desde la banda, pero la mejor la tuvo Eriksen que, sobrado de calidad y de visión de juego, obligó a Rajkovic a estirarse para sacar un ajustado disparo en el minuto 20. La entrada de Tadic y Jovic tras el descanso ya predecían un paso adelante de Serbia, que necesitaba ganar si quería ser tercero y tener alguna opción.

Avisó con un gol anulado el ex delantero del Real Madrid en el 54 por fuera de juego, pero sus opciones se esfumaban con los minutos. Solo los centros laterales conseguían alterar la tranquilidad danesa. Y con ese estilo y gracias a tener menos amarillas, Dinamarca ya está en octavos para medirse con Alemania. Con este resultado, Croacia deja de ser una de las mejores terceras y queda también eliminada de la Eurocopa.

Jovic salva un empate para Serbia ante Eslovenia en el último suspiro

Jovic salva un empate para Serbia ante Eslovenia en el último suspiro

Actualizado Jueves, 20 junio 2024 - 17:18

Un gol de Jovic, cuando estaba a punto de agotarse el tiempo añadido, le sirvió finalmente a Serbia para rescatar una empate ante Eslovenia que le permite mantener aún opciones para seguir viva en la Eurocopa. De nada les valió a los eslovenos, en este caso, el hecho de adelantarse con un tanto de Karnicnik, en una jugada cargada de fe por parte del defensa del Celje. [Narración y estadísticas (1-1)].

Ambos contendientes firmaron una primera parte sin dominador claro. Unos y otros, eso sí, carecieron en la mayor parte de sus aproximaciones de la puntería necesaria para encontrar el camino de la portería rival. Y, cuando lo consiguieron, chocaron con el buen hacer tanto de Rajkovic como de Oblak. El rojiblanco, de hecho, tuvo que estar rápido para cerrarle espacios a un Mitrovic que tuvo la mejor opción para los serbios en la recta final de los primeros 45 minutos, mientras que, en el otro extremo del campo, poco antes, Elsnik envió un duro disparo al poste que fue la ocasión más clara para los eslovenos.

Mitrovic, tras el descanso, obligó otra vez a Oblak a abandonar rápidamente su posición bajo los palos para evitar que Serbia se adelantara nada más arrancar la segunda parte. La respuesta deSesko, cuando el reloj se acercaba a la hora de partido, mientras, obligó también a Rajkovic a emplearse a fondo para evitar el gol. Nada pudo hacer, en cambio, para que Karnicnik, culminando una contra iniciada por él mismo, pusiera el 1-0 en el marcador. El lateral, poco después, tocó lo justo para que el remate de Mitrovic se estrellara en el larguero de la portería eslovena. La insistencia serbia tendría premio de la mano de un cabezazo de Jovic para salvar un 1-1 prácticamente en el último suspiro.

Dios salve a Bellingham… y poco más de Inglaterra ante una Serbia muy respondona

Actualizado Domingo, 16 junio 2024 - 23:09

Dioses en los que cree sin necesidad de pruebas, en los que se confía que están y aparecen justo cuando más se necesita. Son el bálsamo para renacer y alcanzar el éxtasis. Un Dios es Jude Bellingham para la hinchada inglesa. En él creen, porque nunca se echa en falta. Su aparición acabó siendo decisiva en un debut demasiado pobre.

Intuía Serbia que no sería fácil para a los británicos y tardó demasiado en conseguirlo. El fútbol no es cuestión de vida o muerte, es mucho más para la mayoría en el Arena de Schalke y para quien ya ejerce de mito. Apenas 13 minutos una decena de balones le costó encarrilar a Inglaterra con un testarazo para hacer que la grada cantara el 'Hey, Jude'. Inglaterra debe ser más que Bellingham, y se vio en la segunda parte, pero encuentra en el jugador del Real Madrid un elemento diferencial. Distrae rivales, arranca aplausos de sus fieles y genera huecos por donde Saka y Foden deben aparecer de manera letal.

Serbia pensó que la mejor forma de evitar ser aplastados era protegerse, colocar a Gudelj a morder los tobillos de Jude y asfixiar a Harry Kane. Sólo le salió el plan a medias y su primer disparo a puerta fue de Mitrovic a los 20 minutos, con el marcador en contra. Los pross entendieron que, con un rival tan rácano, el partido tenía madurar. Declan Rice tenía que mandar, el joven Ghéri templar los nervios de su debut en una Eurocopa, y Alexander-Arnold creer como reconvertido centrocampista. A Saka no le hizo falta esperar mucho para descubrir que en su duelo con Pavlovic tenía todas las opciones de salir ganador. Le vio Walker a la carrera, se deshizo del lateral y puso un centro para el testarazo de Bellingoal, como lo ha bautizado la Federación inglesa. No importa que su vida con Inglaterra esté más lejos del área porque sus apariciones son igual de demoledoras.

No sabían los serbios cómo reaccionar y, sin vapuelos ni ocasiones claras, su rival vivió cómodo y hasta pudo hacer el segundo en un robo de Alexander-Arnold que lanzó a la carrera a Walker para que, con el tobillo y desequilibrado, soltar un centro cruzado que vieron pasar Foden y Kane. El capitán probó el balón sólo una vez en toda la primera parte. Poco para lo que lo necesitan los leones.

El equipo de Southgate necesitaba circulación de pelota, control y tejer el juego para, des de ahí, desequilibrar. Algo que Declan Rice solo no puede. Pero el estadio estaba entretenido coreando a Bellingham y confiado en el puñal de Saka. A los balcánicos nada les salía y hasta perdieron a Kostic por lesión. El ejemplo de su racanería es que el primer córner lo lanzaron en el tiempo añadido. El de la incapacidad de Inglaterra de noquearlos, que su primero lo botó bien mediada la segunda parte.

Y es que el paso por el vestuario le sentó muy bien a los hombres de Stojkovic, que despertaron de una manera que no supo contrarrestar Inglaterra. El seleccionador sacó al equipo de la frontal, se olvidó de protegerse cambiado el oficio de Gudelj por el talento de Ilic y buscó descaradamente un empate que se vio cerca. Encerrado el rival en su campo, se pasó por el área pequeña de Pickford un centro raso de Vlahovic sin encontrar rematador porque no llegó Mlademovic. Las gradas no marcan goles, pero el pequeño reducto serbio en Gelsenkirchen quiso hacerlo alentando a sus jugadores y creando dudas a los británicos. Habían dado tantos pasos atrás que Mitrovic estuvo a punto de empujar una asistencia de Lukic.

Había que sufrir y a Southgate le costó encontrar soluciones en su banquillo para mejorar las sensaciones que debería dar una candidata a campeonar. Empezó por buscarle un escudero a Rice en Connor Gallagher.

El partido se abrió e Inglaterra comenzó a sufrir de una manera sonrojante. Su único argumento para evitarlo fue un testarazo impecable de Harry Kane, su primer disparo a puerta, que desvió al travesaño Rajkovic. No tembló Serbia, que siguió empeñada en igualar el grupo y obligó Vlahovic a intervenir a Pickford. Incluso el propio Kane apareció para salvar otro tiro de Birmacevic. Vendió cara la derrota Serbia y desnudó a una favorita.

Del Rey Kane al Príncipe Bellingham: el ADN del liderazgo de Inglaterra construido desde 2014

Actualizado Sábado, 15 junio 2024 - 22:26

En 1966 el capitán inglés Bobby Moore recibió en Wembley de manos de Isabel II la Copa del Mundo. Fue la primera y única vez que Inglaterra, cuna del fútbol, vencía en un torneo internacional. De aquello han pasado 58 años, una semifinal de otro Mundial (Rusia, 2018) y una final de la Eurocopa que les arrebató Italia en la tanda de penaltis en 2021. Sin embargo, aquel golpe sólo parece hacer fortalecido a dos generaciones hacen de Inglaterra una de las selecciones favoritas en Alemania sostenida bajo dos pilares: el Rey Harry Kane y el príncipe heredero Jude Bellingham, brillante fruto del proyecto 'ADN Inglaterra' que nació en 2014.

La madurez y el fulgurante crecimiento de sus dos estrellas huidas fuera de la Premier para expandirse en el continente hacen imposible que no esté entre los mejores. El delantero del Bayern, engordando sus números con 44 goles pero sin suerte en los títulos; el jugador del Real Madrid para sumar su primera Champions y enciende la mecha de una nueva era en el Bernabéu.

Por él pasa el futuro de una selección que arranca la competición ante la anárquica Serbia. Bellingham es un fenómeno equiparable a David Beckham, capaz de sostener sobre sus hombros el peso de todo un imperio por razones distintas a la del líder de la Class of 92 del United. El liderazgo de Jude empezó a fabricarse en los despachos de la Federación Inglesa en el 2014. Dan Ashworth, director de desarrollo, y Southgate, entonces en la Sub-21, pusieron en marcha el proyecto 'ADN Inglaterra' para educar en la élite a las futuras estrellas de los Three Lions. Crearon la selección sub-15 y comenzaron a escoger a los mejores de todo el país. Entre ellos, con 13 años, estaba Bellingham. Su talento en el campo era indiscutible, pero fuera, como parte de aquel programa, potenciaron la capacidad de liderazgo de un jugador que asombraba por su madurez. Aquel trabajo ha dado fruto y hoy Inglaterra ya tiene a su próximo líder.

«El talento no nos va a dar el título»

Kane y Bellingham acaparan el foco del liderazgo, del presente y del futuro inmediato, pero están acompañados por una corte del talento y descaro veinteañero y experiencia curtida en una Premier convertida en la mejor competición del planeta. El reto de Gareth Southgate tras ocho años en el banquillo es, precisamente, armar el puzle por donde todas las piezas encajen y tendrá que hacerlo desde el estreno ante Serbia, que amenaza con Mitrovic, Vlahovic o Tadic y que tratará de ser protagonista después de que la herencia de la antigua Yugoslavia la haya liderado Croacia.

Inglaterra tiene como deberes crear automatismos, tanto defensivos como ofensivos. «El talento no nos va a dar el título», lleva advirtiendo el técnico inglés. Y es que si la clasificación fue notable, el equipo lleva se atascó en noviembre y acumuló tres partidos sin ganar en Wembley, algo que no ocurría desde 2018. Perdió ante Brasil, empató con Bélgica y sólo ha podido golear a Bosnia antes de caer ante Islandia en el último partido preparatorio. «Probablemente no hubo suficiente hambre en los duelos», advertía Harry Kane, que en la Bundesliga ha aprendido a estar obligado a ganar todas las semanas. «Eso ha sido bueno para él. Cuantos más jugadores lo vivan, mejores seremos», admitía el seleccionador a Bild.

200 goles en una temporada

La palabra de Kane tiene peso en un vestuario en el que ejerce el liderazgo basado en 63 goles y 91 partidos con la camiseta de los Three Lions, una cifra sólo superada por Wayne Rooney (120) que el atacante del Bayern, a sus 30 años, tiene a su alcance. Esta Euro será la tercera que dispute y se escudará en otros veteranos como Stone, Walker o Trippier. No tendrá a su lado a Maguire, descartado por una lesión, pero el resto tendrá que sostener a un equipo que donde brilla es en campo contrario.

Casi 200 goles suman esta temporada los jóvenes seleccionados por Southgate y que encabeza el heredero Bellingham. Su explosión en el Real Madrid, traducida en 23 goles, le convierte en pieza clave, aunque tenga que vivir más alejado del área en esta Eurocopa. Por allí se moverán Foden (27), Saka (20) o Watkins (27), todos con más de 20 dianas esta temporada. No había hueco para Jack Grealish después de un final de campaña mediocre.

El reto es dotar al equipo de identidad, incluso aunque ello precise aparcar por momentos el 4-3-3 de Southgate para imbuirse del carácter Premier estirando al equipo más por los costados. «He estado aquí durante casi ocho años y nos hemos acercado, así que sé que no puedes seguir diciéndole a la afición, 'por favor, espera un poco más', porque en algún momento la gente perderá fe en tu mensaje. Si queremos ser un gran equipo y yo quiero ser un entrenador de primer nivel, entonces hay que estar a la altura en los grandes momentos».

Es la convicción de Southgate, que sabe que, salvo que sean campeones, dirá adiós al banquillo nacional. El camino arranca ante los balcánicos, un rudo enemigo con el que siempre han saltado chispas. Después llegará Dinamarca y Eslovenia. Y la hinchada inglesa seguirá cantando el clásico It's coming home: «Treinta años de sufrimiento/Nunca me han impedido soñar». De sueños se alimenta el fútbol.