Daniel Maldini, el último internacional de una estirpe incomparable

Daniel Maldini, el último internacional de una estirpe incomparable

Un balón como rasgo dominante en la carta genética de una saga incomparable. La familia Maldini constituye un retrato singular en la historia del fútbol. Daniel Maldini estableció este lunes un registro impresionante, cargado de simbolismo, al debutar como jugador de la selección italiana de fútbol, de la que su abuelo fue jugador y seleccionador y su padre, capitán.

El representante de la tercera generación Maldini se estrenó ayer en el partido que Italia ganó a Israel (4.-1), correspondiente a la fase de grupos de la Nations League. Comenzó de suplente y saltó al campo del Bluenergy Stadium de Údine cuando restaban 17 minutos para la conclusión.

Abuelo, padre e hijo de un linaje para la historia que arrancó con Cesare Maldini, un emblemático defensa del Milan que jugó 14 partidos con la selección italiana y se retiró en 1967. Fue seleccionador de su país desde 1996 a 1998. Falleció en 2016. Su hijo Paolo está considerado como uno de los mejores defensas de todos los tiempos. Militó en el Milan desde 1984 hasta el 2009 y es el jugador con más partidos disputados (902) y más títulos logrados (26) con el club lombardo. Fue capitán de la selección italiana y es el tercero (sólo superado por Gianluigi Buffon y Fabio Cannavaro) con más encuentros de la azzurra (126).

El último representante de esta genial estirpe es Daniel, un chaval de 24, años que, como no podía ser de otra manera, se formó en las categorías inferiores del Milan. Sin embargo, ha roto la tradición familiar: es delantero y se ha buscado la vida lejos de la cuna. Se estrenó con el Milan en febrero de 2020, en 2022 fue cedido al Spezia, un año más tarde se marchó a Empoli y la actual temporada está destacando en el Monza, ha marcado un gol en siete partidos. Sus buenas actuaciones han provocado que el seleccionador Luciano Spalleti le convocara, por primera vez, para estos dos partidos de la Nations League. En el encuentro contra Bélgica fue suplente y ayer contra Israel debutó. Un estreno que se produjo 22 años después de la última presencia de su padre en la selección y 61 de la despedida de su abuelo con la Nazionale.

Daniel acaparó los focos de la selección en el partido de ayer y en la pasada semana, cuando fue convocado por Spalleti, cuando atendió a la prensa. «Nunca le he preguntado a mi padre cómo regatear a los defensas», dijo cuando en la conferencia de prensa organizada en Coverciano, ciudad deportiva de la Federación Italiana, le preguntaron sobre las enseñanzas de su progenitor. «Mi familia siempre ha estado cerca de mí, pero no hemos hablado mucho de esta convocatoria. Mi padre estaba contento, pero no me ha dicho nada en particular. Me siento orgulloso al ver las fotos de mi padre y mi abuelo aquí, pero vivo el día a día», apuntó.

Daniel es un jugador con una trayectoria ascendente y gran tirón popular. Su madre es venezolana y por eso tuvo proposiciones para jugar con el combinado sudamericano, pero al final se mantuvo fiel a los orígenes paternos. «En el pasado, desde Venezuela me habían contactado para jugar con ellos, pero siempre preferí esperar y tomar la decisión correcta. Creo que valió la pena», ha dicho el joven delantero.

Con su padre y su abuelo, ambos destacados defensas, sólo comparte el apellido, porque Daniel juega en todas las zonas de la línea de ataque, pero en la posición en la que se siente más cómodo es en la de media punta, como hizo ayer ante Israel. Él intervino en la jugada que propició el cuarto gol de Italia, obra de Di Lorenzo.

El ex canterano del Milan ha encontrado en el Monza la continuidad necesaria para demostrar sus virtudes como delantero. Cuando era pequeño veía los vídeos de su padre, pero el jugador con el que se quedada prendado era Kaká, al que siempre ha considerad su ídolo. «Ahora Dybala, por los movimientos que hace, es el jugador que más me impresiona de la Serie A», ha confesado el último integrante del clan Maldini, que el pasado viernes cumplió 24 años, informa Efe.

La saga Maldini es incomparable. El caso más parecido es el de la familia Marcos Alonso. También abuelo, padre e hijo fueron internacionales con España, pero ninguno fue seleccionador. Marquitos, lateral del Real Madrid, disputó dos partidos con la selección, el primero el 17 de marzo de 1955. Su hijo Marcos Alonso Peña, (fallecido en 2023 y que militó en el Barcelona y en el Atlético de Madrid) jugó 22 partidos con la selección y su descendiente, Marcos Alonso Mendoza (ex del Barcelona y ahora en el Celta) ha sumado nueve partidos con España.

Un caso cercano es clan de los Llorente. Paco Llorente y su hijo Marcos han sido internacionales, una y 19 veces, respectivamente. Paco es sobrino de Paco Gento (43 internacionalidades) y Marcos, nieto de Ramón Grosso (14).

Muere a los 59 años el italiano 'Toto' Schillaci, "héroe de las noches mágicas" del Mundial de 1990

Muere a los 59 años el italiano ‘Toto’ Schillaci, “héroe de las noches mágicas” del Mundial de 1990

Actualizado Miércoles, 18 septiembre 2024 - 12:04

Salvatore 'Toto' Schillaci, el que fuera máximo goleador del Mundial de Italia 1990 y delantero del Inter de Milán y la Juventus, ha fallecido este miércoles a los 59 años en Palermo, en Sicilia, a causa de un cáncer de colón que le diagnosticaron hace dos años.

El ex ariete, que a nivel de clubes ganó la Copa de la UEFA de 1990, llevaba ingresado en el Hospital de Palermo desde el 9 de septiembre y en las últimas horas su estado de salud había empeorado. La Federación Italia de Fútbol confirmó su muerte a través de las redes sociales. "Adiós, 'Toto', héroe de las noches mágicas".

Schillaci llegó al Mundial de Italia 1990 como teórico suplente y salió como ídolo eterno de la afición local. Haciendo pareja con Roberto Baggio, se convirtió en el máximo goleador de la competición con seis goles y llevó a la 'azzurra' a las semifinales al tercer puesto. Aquel año, sólo Lottar Matthaus, líder de la Alemania campeona del mundo, le superó en la votación por el Balón de Oro.

"Antes del Mundial ni loco podía imaginar lo que estaba a punto de pasarme. Hay periodo en la vida en la que todo sale bien. Entonces sólo debes tomar aire y hacer lo tuyo. A mí ese estado de gracia me coincidió justo en el Mundial", comentó años después de su retirada en una entrevista para 'Tutto Juve'.

El italiano, que arrancó su andadura en el mundo del fútbol en la modesta Messina de Serie C en 1982, saltó a la Juventus en 1989 y jugó la temporada 1992-1993 en el Inter, se retiró en 1997 compitiendo en el Jubilo Iwata japonés tras hacer más de 200 goles en su carrera.

Carismático y muy querido, después se metió en política con Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, participó en varios realitys e incluso actuó en una serie llamada 'Squadra antimafia-Palermo Oggi' interpretando a un mafioso.

Francia se estrella ante Italia en su estreno mientras Bélgica vence cómodamente a Israel

Francia se estrella ante Italia en su estreno mientras Bélgica vence cómodamente a Israel

Actualizado Viernes, 6 septiembre 2024 - 22:59

En la vuelta de Kilian Mbappé al Parque de los Príncipes, Francia sucumbió ante el combinado de Spaletti, que logró remontar con bastante solvencia el tempranísimo gol de Barcola. El delantero del Paris Saint-Germain tardó apenas un minuto en adelantar a los locales tras una pérdida de balón de Di Lorenzo cerca de su área pero, sorpresivamente, todo se quedaría ahí. En un momento de lucidez.

Poco tardaría el equipo italiano en remontar. Dimarco, el lateral del Inter de Milán, puso el empate a la media hora de partido con una gran volea al segundo palo y a la vuelta de vestuarios, Frattesi primero y Raspadori después se encargaron de marcar distancias y dejar sentenciado el encuentro a falta de 15 minutos para el final. Poco se pudo ver del delantero madridista en un partido muy discreto por parte de su selección, que se vio totalmente superada por su rival y sin ningún tipo de ideas a la hora de atacar.

A esta derrota, el conjunto galo sumó también la lesión del central sevillista Loic Badé, que abandona la concentración en Clairefontaine tras terminar el entrenamiento del jueves con problemas en el bíceps femoral derecho y someterse a pruebas médicas durante la mañana del viernes.

En el otro partido del grupo, la selección belga venció cómodamente a Israel con un doblete de Kevin de Bruyne y con otro tanto de Yuri Tielemans. Timothy Castagne, el defensa del Fulham, metió en propia puerta el único tanto del combinado israelí. Con este resultado, el conjunto de Tedesco, sin Thibaut Courtois, se queda como segunda de grupo, empatada a puntos con Italia y a la espera de medirse a Francia el próximo lunes.

Suiza escribe el epitafio de una desmadejada Italia y la expulsa de la Eurocopa

Actualizado Sábado, 29 junio 2024 - 20:10

Italia se perdió el respeto en este torneo. En 23 segundos, los que tardó el albanés Bajrami en batir a Donnarumma, el mito de la campeona de Europa se deshizo y desde entonces no encontró manera de alzarlo. Ni Spalletti ni sus jugadores. Nada de lo ocurrido después debe considerarse incongruente. Ante España ni siquiera pudo y se ahogó. Con Croacia resucitó a tiempo para tener un cruce más fácil que ha acabado suponiendo un calvario. No han espabilado y la consecuencia es que Suiza, con justicia, los ha enviado a casa con la cabeza agachada. [Narración y estadísticas (2-0)]

Enfrentarse a Italia había sido casi siempre como golpear la pelota contra un muro. Con suerte te vuelve a pie y tienes otra oportunidad, pero no lo derribas. Ahora la Nazionale se ha mostrado como un equipo poroso, que duda y sólo se sostiene en destellos individuales y en los guantes de Donnarumma. Pero eso no fue suficiente para eliminar a Suiza, que sólo necesitó jugar con la personalidad y las armas que ya ha enseñado en esta Eurocopa. No inventó nada Murat Yakin. Si la sospecha de que el robo de los ordenadores de su cuerpo técnico era un intento de sabotaje, perdieron el tiempo quienes lo perpetraron.

Los suizos quisieron llevar el manejo del partido y lo hicieron sin oposición. Spalletti armó una revolución sin Jorginho, Pellegrini y Frattisi y ni Fagioli pudo contener ni Barella crear. En el primer minuto Cristante ya hizo un despeje absurdo a córner de un balón intrascendente, un reflejo de lo que sería la primera parte.

Como también lo fue la primera carrera que, pegado a la orilla, le ganó Vargas a Di Lorenzo. Por los flancos, Italia sigue siendo vulnerable. El partido se fue dibujando con los helvéticos al mando. Sólo era cuestión de comprobar con qué efectividad.

Acumulando razones

No atinaron de principios los hombres de Yakin, con Embolo encarando la meta italiana sin demasiada fe para aprovechar los quiebros de Vargas mientras que NDoye andaba de carrilero. Había que ser paciente, y más viendo que a los italianos les costó 20 minutos acercarse a Sommer. Lo hicieron en una jugada ensayada de saque de falta que picó Barella y que no pudo enganchar en el corazón del área Di Lorenzo, que estaba en fuera de juego.

Pese al dominio, a Italia le bastaba con ordenarse y esperar su zarpazo. No estaba demasiado incómoda, ni siquiera cuando Donnarumma desvió un centro-chut que Embolo le telegrafió. Asustaban sin dañar... pero cada vez lo hacían más. Cabalgaba NDoye para aparecer al remate, golpeaba Ricardo Rodríguez cuando se le cerraban los caminos... Suiza iba acumulando razones para llevarse la eliminatoria y, antes del descanso, tuvo el premio.

Vargas quebró a Di Lorenzo, vio cómo se desataba de manera indetectable hacia el área Remo Freuler y le puso un centro raso y tenso al punto de penalti que el mediocentro del Bolonia controló y golpeó donde el guardameta italiano no llegaba. El despiste, el fallo en cadena que habilitó una autopista, le salió muy caro a Italia, que ya no pudo reaccionar.

Sin reacción, otro gol

El único que lo hizo fue, otra vez, Donnarumma para en el tiempo añadido, poner una mano milagrosa en un saque de falta directa que Rieder ajustó a su palo. Los azurri estaban noqueados.

Si Spalletti dio órdenes en el vestuario para cambiar el signo del partido, más allá de la entrada del salvador Zaccagni, no le dio tiempo. Su desalmada Italia se vio con el marcador en contra casi en el saque de centro. Perdió la pelota, la cazó Suiza para llevarla a la orilla de Aebischer y que acabara en la bota de Ruben Vargas para, solo desde el pico del área, la cruzara a la escuadra de Donnarumma.

Un tiro al palo de Chiesa y último intento de Scamacca que salvó el portero del Inter fueron los pobres argumentos de los italianos. No había leyenda suficiente que levantara una losa tan pesada como la que se puso encima Italia, disfrazada de equipo menor.

Italia, amenazada por un rival ‘a la boloñesa’ cocinado por Thiago Motta

Actualizado Viernes, 28 junio 2024 - 22:31

Cuando el ex barcelonista Thiago Motta y el ex atacante del Valencia Marco Di Vaio empezaron a diseñar el nuevo Bolonia hace justo un año había dos cosas que no podían imaginar, una consecuencia de la otra. El histórico equipo italiano que se había salvado del descenso meses antes con una increíble remontada, iba, por primera vez, a clasificarse para disputar la Champions. Su brillo en la Serie A ha llevado a que jugadores resucitados por el técnico italobrasileño hayan llegado con fuerza a la Eurocopa. Son ocho los futbolistas del Bolonia -y pudieron ser nueve- los que están defendiendo su camiseta nacional y seis disputarán los octavos. «El Bolonia ha hecho el mejor fútbol en Italia, no es extraño que haya ocurrido esto», cuentan los analistas.

Esta noche el enfrentamiento entre Suiza e Italia será casi fratricida. Defendiendo al conjunto helvético estarán tres futbolistas a los que Motta ha dado nueva vida. Remo Freuler lleva mucho asentado en los planes de Murat Yakin, pero vive un momento dulce. Después de años en el Atalanta, probó la Premier en el Nottingham Forest, aunque ha sido en el Bolonia donde este veterano ha recuperado la alegría. Imprescindible para la idea de juego de Motta, que en Italia definen como «seda y cemento», creatividad y rigor defensivo, también lleva la batuta de Suiza en esta Eurocopa, donde ha jugado los tres partidos y ha dado dos asistencias.

Menos cerca en el césped que en el Renato Dall'Ara tiene a Michel Aebischer. Yakin lo escora a la banda y el resultado ha sido hasta el momento un gol y una asistencia. Pese a sus 27 años, sale del Young Boys para brillar en el Calcio y dar una grata sorpresa en Suiza. Lo mismo ocurre con Dan Ndoye, otro de los goleadores helvéticos que, y tras un breve paso por el Niza, ha sido Motta quien le ha exprimido en 32 partidos de la Serie A. Eso sí, sólo logró un gol y dos asistencias.

La baja de Calafiori

No se encontrarán esta noche en el campo a otro de los futbolistas que ha crecido exponencialmente en el Bolonia, con una personalidad que ha abrumado en esta Eurocopa. El central Riccardo Calafiori, que cerró la primera fase con un gol en propia puerta que dio la victoria a España y una asistencia de pundonor a Zaccagni para que marcara ante Croacia y meter a Italia en octavos, tendrá que cumplir sanción. Este jugador, criado en la Roma y que ha crecido en su paso por Génova y Basilea, es uno de los futbolistas referenciales para el estilo de Motta por su salida de balón -junto con un tremendo carácter para sus 22 años- y por eso quiere llevárselo la Juventus.

Aún pudo tener el Bolonia un jugador más con la azzurri, porque los 10 goles de Riccardo Orsolini le abrieron las puertas de la preselección de Luciano Spalletti como segundo máximo goleador de la Serie A tras Gianluca Scamacca. Sin embargo, no pasó el corte.

No se queda la influencia del Bolonia en Suiza e Italia. Motta ha devuelto el protagonismo a otros futbolistas. A casa ya ha regresado el portero polaco Lukasz Skorupski, que sólo jugó la última jornada, y el mediocentro Kacper Urbanski, que sí tuvo presencia en los tres partidos. Pero con Austria, esperando el próximo martes el duelo con Turquía, aguarda el lateral derecho Stefan Posch, titularísimo tras su cambio del Hoffenheim por el norte de Italia. En su selección, una de las sorpresas del torneo tras el solvente pase a octavos, cuenta con galones.

También en Países Bajos

La mayor resurrección obrada por Motta es la del neerlandés Joshua Zirkzee. A pesar de que Ronald Koeman no le ha dado aún ni un minuto en esta Eurocopa, el Bolonia ha recuperado la versión de esta joven promesa de 23 años a la que el Bayern captó con 16 años del Feyernoord. Se esperaba una presencia que nunca llegó. Tras apenas unos meses en el primer equipo, en el mercado invernal de 2021 comenzó un periplo de cesiones a Parma, Anderlecht y finalmente a Bolonia.

Allí Motta le ha hecho brillar con un perfil de delantero más capaz de armar ataques de los que se aprovechan sus compañeros que de rematar. Pese a este perfil, en su tarjeta de visita figuran 37 partidos entre Serie A y Copa de Italia, 12 goles y siete asistencias. Imposible que el seleccionador neerlandés, a pesar de confiar más en la eficacia de Memphis Depay (10 goles, dos asistencias), Cody Gakpo (18 goles, seis asistencias) y Xavi Simons (10 goles, 16 asistencias), no le pusiera en sus lista.

Con la capacidad de exprimir jugadores que ha demostrado Motta, los seleccionadores con futbolistas en el Bolonia se frotan las manos.

Italia resucita con un gol agónico en el minuto 98 para sentenciar a Croacia

Italia resucita con un gol agónico en el minuto 98 para sentenciar a Croacia

Luka Modric es una leyenda, el fútbol un juego extraordinario y el destino caprichoso e impredecible. El veterano centrocampista, quién sabe si en su último gran torneo con Croacia, falló un penalti pero marcó en la siguiente jugada para mantener vivo a su país en la Eurocopa hasta el minuto 98, cuando Zaccagni, héroe italiano, anotó el empate que dio el pase a los transalpinos y eliminó a los balcánicos. Fue un duelo agónico, de pura supervivencia. [Narración y estadísticas (1-1)]

Dalic decidió jugarse la vida con su centro del campo de siempre, ese que ha llevado a su país a una final y un tercer puesto en dos Mundiales consecutivos: Brozovic, Kovacic y Modric. La generación dorada merecía protagonizar su último baile de la mano. Y lo hicieron.

Después de un arranque prometedor en el que dominaron la posesión y tuvieron algunos acercamientos en las botas de Sucic y Kramaric, los italianos vieron que no tenían por qué tener miedo, que el empate les podía valer pero que su fútbol daba para más. Barella y Jorginho, capos del Inter y el Arsenal, asumieron su papel y domaron la pelota y a su rival.

Los balcánicos, agónicos y precipitados, tuvieron el balón por momentos, pero estuvieron nerviosos y sin ideas. El conjunto de Spalletti, sin embargo, dejó muy en lo alto el valor del papel que ha hecho España en este grupo. Los italianos son un gran equipo al que sólo le falta un gran nueve, lo que históricamente siempre ha tenido.

Dominar, pero no correr

Retegui, atacante del Genoa, tuvo las mejores ocasiones del primer tiempo. No llegó a un par de centros de Di Lorenzo y en el 20 dirigió un cabezazo que rozó el palo izquierdo de Livakovic, avisando a una grada croata que no dejaba de cantar. Un minuto más tarde, Brozovic apareció milagroso para desviar su volea. Sufría mucho Croacia. En el 26, Livakovic sacó ante Bastoni la ocasión más clara del choque. Un cabezazo a un metro al que el guardameta respondió con agilidad.

Croacia superó el arreón y, consciente de sus limitaciones, volvió a bajar las pulsaciones del duelo. Con ese centro del campo no puede correr, necesita dominar. Y si no domina, puede caer.

La entrada de los jóvenes Sucic y Pasalic no le dio a Dalic lo que quería. Deseó sangre, pero tuvo apatía. No aparecieron entre líneas y Kramaric no tenía el cuerpo suficiente para pelear con los centrales transalpinos. El choque empezaba a pedir a Budimir o Petkovic, gigantes croatas. Todo mientras Livakovic volvía a evitar el primero, esta vez desde los pies de Pellegrini.

El disparo de Zaccagni que valió el 1-1 en Leipzig.

El disparo de Zaccagni que valió el 1-1 en Leipzig.EFE

El descanso confirmó los presagios de Dalic, que dio entrada a Budimir en lugar de Pasalic. El del Osasuna se situó como referente para dar una opción en largo y Kramaric volvió a la banda izquierda, su lugar natural. Ahí creció el cuadro balcánico y ahí nació el 1-0, fruto de un golpe del destino que sólo puede ofrecer el fútbol.

Gigante en cada pelea

En el 51, Kramaric, dentro del área, disparó a puerta y la mano de Frattesi desvió el balón. No lo vio Makkelie, pero sí el VAR. Un penalti clarísimo que Modric, en su batalla contra su propio final, quiso lanzar, asumiento la responsabilidad de toda su generación. Quién iba a ser. El croata buscó el lado izquierdo de Donnarumma, pero éste adivinó su idea y rechazó el lanzamiento. Locura italiana para seguir mirando a octavos de final. Pero el fútbol es increíble, imprevisible, y Modric, que podría estar hundido por la situación, se redimió para anotar el primer tanto del duelo en la siguiente jugada. Sucic puso un centro templado, Budimir remató, Donnarumma lo detuvo y el rechace lo envió a gol el centrocampista del Madrid.

El fútbol dio la vuelta en un segundo. De repente, Italia se quejaba y temblaba con balón y Croacia cantaba que seguía viva. Modric, MVP, se hizo grande, gigante en cada pelea por el balón, Brozovic ocupó espacios como si fuera 2018 y el equipo mordió, elevado por una afición que convirtió Leipzig en Zagreb.

Con el paso de los minutos, Italia se recompuso y fue consciente de su situación. Creció otra vez con el balón y asedió la portería de Livakovic en un tramo final catatónico. En Croacia, ya sin estrellas, sólo quedaron secundarios con oxígeno achicando balones. Parecían aguantar, pero una arrancada de un imperial Calafiori asistió a Zaccagni para que el de la Lazio anotara un golazo por la escuadra. Italia vivió, Croacia murió y depende ahora de una carambola milagrosa.

Un tanteo avaro con España

Un tanteo avaro con España

Hubiese resultado injusto, un disparate, que al final la mediocre selección italiana le hubiera birlado a España el triunfo. Hubiera sido un escándalo si al menos ocho ocasiones de gol clarividentes no llegan a servir para nada.

Salvo el miedo en los últimos quince minutos, España condecoró a su fútbol como el mejor de Europa. Sin discusión. Porque juega como las elegidas, posee más técnica que nadie y una serie de jugadores ya se sitúan entre los

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¿Quién para a Nico Williams delante del Rey?: “Me piden que encare y sea yo mismo, y eso he hecho”

Actualizado Jueves, 20 junio 2024 - 23:45

¿Cómo parar un tren de alta velocidad? Con esa pregunta se fueron los italianos del AufSchalke Arena después de ver cómo Nico Williams hundía a Di Lorenzo y le hacía pensar en lo que pesan 30 años cuando un descarado jovenzuelo se empeña una y otra vez en someterte a un calvario. No había ayuda posible que consiguiera que recuperara la cintura cada vez que el extremo del Athletic le encaraba. "Es lo que me pide el míster, que encare y sea yo mismo, y eso es hecho", contó el jugador tras recibir el galardón al mejor jugador del partido (MVP), sustituyendo a Fabián, que lo fue en el debu.

"Sabíamos que iba a ser difícil porque Italia se junta bien, pero hemos tirado mucho", añadía antes de confesar que encontró un socio inesperado en Cucurella. "Me entiendo a las mil maravillas con él".

En la primera fila, disfrutando de este baño a Italia, estaba el Rey Felipe VI, que viajó a Gelserkirchen para presidir el partido y fue recibido a pie de estadio por el presidente de la RFEF, Pedro Rocha. "Este equipo puede hacer grandes cosas", contó el monarca tras pasar por el vestuario, donde confesó que había "mucha fiesta" y se transmitía un mensaje: "Hay que seguir así".

"Ha sido un partido espectacular, con dominio del campo en todos los momentos, aunque el gol no haya sido posible, porque ha sido en propia puerta. Espero que haya muchos goles más de los nuestros", resumió. "Ha sido muy agradable", resumió el propio Pedro Rocha.

La presencia de Rocha no pudo ser evitada por el Gobierno, aunque lo intentó. La UEFA ampara al presidente federativo y en Gelsenkirchen quedó claro que los intentos por restarle protagonismo han sido en balde. Ni siquiera el presidente del CSD, Rodríguez Uribes, estuvo en la primera fila de autoridades, y no fue porque no lo intentó a través de todas las vías posibles. De Vicente del Bosque, presidente de la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación, nada se sabe.

El sentimiento de equipo

Uno que vivió con desesperación fue Spalleti. El técnico toscano se encaró con el banquillo español en una falta de Di Marco a Le Normand. "Tira para tu banquillo", le vino a gesticular De la Fuente, bien tranquilo porque su equipo bailaba a la todavía campeona de Europa. "Esto es gracias a los jugadores, que no se cansan de tener ambición. El sentimiento de equipo es la clave", dijo el seleccionador.

"Tenemos muchísimo talento, no me canso de decirlo. Yo no dormiría si fuese el míster por la cantidad de alineaciones que puede hacer", reflexionaba Morata. Ni siquiera se dio un respiro España en ataque y por eso vivió tranquilo Laporte pese a que tenía que encararse con Scamacca, un león al que convirtió en gatito.

Williams dribla a Di Lorenzo durante el partido.

Williams dribla a Di Lorenzo durante el partido.P-DE MELOAFP

Fue el central la única sorpresa del once de Luis de la Fuente, que recuperó la pareja con Le Normand porque Nacho, titular ante Croacia, arrastra molestias que le llevaron a llegar con retraso a la concentración en Essen porque se sometió a pruebas. Se lo guardó el seleccionador ante un partido exigente que acabó siendo más cómodo de lo esperado.

Nada más protegió el seleccionador. Apostó por Fabián, que se aprovechó de las ayudas de los centrocampistas italianos a las orillas, y se movió con tanta libertad que obligó a Donnarumma a sacar una mano decisiva para evitar el primer gol del partido. También maniobró Pedri a su antojo ante la mirada de Jorginho, otro al que la fecha de nacimiento se le notó, obligando a Calafiori a perseguirlo. Aseado estaba siendo el partido del central del Bolonia pretendido por la Juventus hasta que se convirtió en el protagonista involuntario del gol. Nunca habría imaginado sufrir tanto con esta España que, si bien huye de encasillarse en un estilo, está cada vez más claro a qué juega y la capacidad de dañar que tiene.

Susto y amarilla de Rodrigo

El único susto de la noche lo dio Rodrigo. Con una amarilla a la espalda del duelo ante Croacia, vio otra poco antes del descanso. Demasiado pronto para pensar que fue buscada porque el marcador aún marcaba el empate a cero, pero le obligará a descansar ante Albania el próximo lunes en Düsseldorf. No hay mal que por bien no venga, porque el capitán de España sufrió la entrada de Cristante en el arranque de la segunda mitad que le dañó la rodilla izquierda. Por un momento, la hinchada española enmudeció al ver cómo le hacían sobre el mismo césped pruebas en la articulación. Se alzó, correteó, se tocó pero aguantó todo el partido sin resentirse.

España no es amor, es sexo

España no es amor, es sexo

Hay una cosa maravillosa con la selección y es que nos permite disfrutar de una de las mejores sensaciones de la vida: venirse arriba. Durante la temporada de clubes es un placer del que sólo disfrutan los madridistas, mientras el resto, incluso cuando nuestros equipos van como aviones, nos pasamos las semanas esperando a que el cielo se derrumbe sobre nuestras cabezas (y generalmente se derrumba), pero con España es diferente.

Quizás porque es u

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España baila con Italia y asegura el pase a octavos como primera de grupo

España baila con Italia y asegura el pase a octavos como primera de grupo

En el minuto 84, la afición italiana celebró un córner como si fuera un gol, y quizá no haya mejor resumen que ese para explicar lo que fue el partido de anoche. Un España-Italia dominado de principio a fin por España, mucho mejor, más vertical, más atrevida, más divertida, más coral, más todo. A lomos de un futbolista brutal como Nico Williams, la selección de Luis de la Fuente bailó con Italia, hizo con ella lo que quiso y certificó, más allá de lo ajustado del marcador, dos cosas: primero, que jugará los octavos de final y, segundo, que en Alemania hay un señor equipo y se llama España. [Narración y estadísticas (1-0)]

Cuando Vincic, un árbitro terrorífico cuyo único mérito debe ser compartir nacionalidad con el presidente de la UEFA, dispuso el descanso, España había hecho 25 ataques, por cinco de su rival; había disparado nueve veces, por una de su rival (de ellas, cuatro a portería, por ninguna del rival); había dado 299 pases, por 177 del rival... ¡Ah! Y había tenido el balón un 61% por el 39% del rival, pero como el debate de la cansina posesión ha sido superado, quede a título meramente informativo. Cuando Vincic, pues, dispuso el descanso, España había hecho suficientes cosas como para ir ganando el partido, pero su rival, Italia, salió indemne del primer tiempo, que era lo mejor que le podía pasar. La selección, mucho mejor en todas las facetas del juego, más dinámica, más peligrosa, más ambiciosa, se dejó en las manos de Donnarumma y en sus propia ceguera la opción de ponerse por delante.

Aprovechando unas molestias de última hora de Nacho, De la Fuente dio carrete a uno de sus fetiches. Laporte es un futbolista con una jerarquía incuestionable al que solamente su decisión de jugar en una Liga de juguete, con todo lo que ello conlleva, permite cuestionar. El central zurdo es uno de los referentes del vestuario y en tanto que eso, que líder, supone un asidero hasta emocional para el equipo a juicio del entrenador. Quitando eso, el resto fueron los mismos que el sábado, no hace ni una semana, tiraron menos, atacaron menos, pero iban ganando 3-0 al descanso.

Sin noticias de Chiesa y Barella

La primera jugada fue un aclarado para dejar a Nico frente a frente con Di Lorenzo. Le encaró y sacó un centro que, de no haber sido Pedri el cabeceador, hubiera sido gol. Pero el menudo mediapunta remató con la destreza con la que hubiera colgado una lámpara. Ninguna de las suertes le resulta familiar, de modo que, con toda la portería para él, se la puso a Donnarumma en el guante. El portero italiano, con todo, sufrió para sacarla por lo cercano del remate. Los italianos, por cierto, también eran los mismos que le ganaron a Italia. Spalletti, un buen técnico, está construyendo desde el verano pasado un equipo bastante apañado, pero no cuenta con la calidad individual de otras épocas. La baja forma de Chiesa y Barella, probablemente sus dos mejores jugadores, tampoco ayuda.

La segunda jugada fue más de lo mismo. Nico contra Di Lorenzo. Vencedor, Nico. En el otro costado, Lamine Yamal estaba más vigilado, primero por Di Marco, el lateral, pero luego por Barella y Pellegrini, atentísimos a esas ayudas. España intentó probarse otra vez su traje nuevo de equipo vertigionoso, y un balón largo de Unai Simón lo bajó Morata para Pedri, y Pedri para Morata y Morata para Nico, que a medio metro de la portería hizo lo más difícil que podía hacer en su remate de cabeza: echarla fuera.

España veía pasar por delante ya muchas opciones, media docena a la media hora tras un eslalon de Lamine, un disparo desde su casa de Fabián que despejó apuradísimo Dunnarumma y un 'huy' de Morata, algo ofuscado. Veía pasar España esas opciones y observaba un partido raro, con Italia relativamente cómoda pese al acoso y con algún susto cuando Scamacca lograba, fue muy pocas veces, dejar de cara para que corrieran los de fuera. Nada serio. De hecho, lo más serio fue la amarilla a Rodri que le impedirá jugar contra Albania el lunes.

Chiesa, ante Cucurella, en el Veltins Arena.

Chiesa, ante Cucurella, en el Veltins Arena.AFP

A la vuelta del descanso, Spalleti quitó a Jorginho. El jugador del Arsenal las había pasado canutas con Pedri a su espalda. Entró Cristante, que le dejó un recado a Rodri a modo de saludo y que vio la amarilla. La tuvo Pedri tras otra buenísima jugada de todo el equipo, pero la envió, como Nico en la primera parte, incomprensiblemente fuera.

Prueba de madurez

Llegó el gol, no podía ser de otra manera. Y llegó, tampoco podía ser de otra manera, con Nico otra vez encarando a Di Lorenzo (el lateral del Nápoles va a tener pesadillas con el chico). Su centro no lo atrapó Donnarumma y Calafiori se lo metió en propia puerta. Era una prueba de madurez para el equipo, ya por delante tras haber jugado realmente bien y con un equipo enfrente, Italia, a la que le faltará calidad, pero nunca le sobra coraje (ni algo de suerte). Dio un paso adelante el equipo de Spalletti, no le quedó otra, pero entretanto Pedri no cazó una por muy poco y Nico, quá noche la suya, estrelló un balón en la escuadra.

Agotado Pedri y confuso Yamal, De la Fuente dio entrada a Ferran Torres y Alex Baena, dos que debutaban en el torneo, igual que Ayoze. Dio igual. España no concedió un solo tiro más a Italia. Fueron 20 tiros contra tres. Fueron 57 ataques contra 11. Fue poca posesión (56%). ¿Y? Fue, así como suena, un baile.